Pocas veces un Gobierno lo ha tenido tan difícil. Pocas veces un Gobierno ha tenido que afrontar crisis de la magnitud de las actuales. Pocas veces un gobierno ha tenido que gestionar tanta calamidad sobrevenida, y tanta oposición calamitosa. Y pese a todo, nunca un Gobierno ha hecho tanto por la mayoría de nosotras y nosotros.
Por la mayoría. Porque a eso se dedica el Gobierno: a trabajar para que todas y todos podamos seguir adelante, para que nadie se quede atrás. A trabajar para que a todas y todos les vaya un poco mejor. Pese a la pandemia antes, y pese a la guerra de Putin ahora.
El Gobierno de España defendió poco después del inicio de la pandemia la creación de un fondo de recuperación europeo para hacer frente a las consecuencias de la crisis sanitaria, para garantizar que nadie se quede atrás con esta crisis. El fondo europeo se aprobó y España ha sido el primer país en ver aprobado su Plan de Recuperación, que supondrá la reindustralización sostenible y digital de nuestra economía. No son palabras, son inversiones que están cambiando ya nuestro modelo económico y generando empleo en la Comunitat. Son precisamente esos fondos europeos los que han convertido a la Comunitat Valenciana en una pieza clave en el futuro de la movilidad sostenible gracias a la elección de Sagunt para instalar la gigafactoría de baterías de Volkswagen. Una inversión que generará 3.000 empleos.
Ahora, ante las consecuencias económicas generadas por la guerra de Putin el Gobierno encabezado por Pedro Sánchez ha logrado de nuevo un hito para España en plena crisis energética: la excepcionalidad ibérica. Una excepción que permitirá a España frenar el precio de la energía.
Nunca un gobierno lo tuvo tan difícil y ha hecho tanto por la mayoría. Lo hizo durante los peores meses de la pandemia y lo está haciendo para frenar las consecuencias económicas de la guerra de Putin con el Plan de Choque de Respuesta a la Guerra. Un plan dotado con 16.000 millones para paliar los efectos de la guerra, para proteger a los sectores más afectados y preservar el crecimiento económico y el empleo. Las medidas impulsadas se centran en las familias, respaldo al tejido económico y empresarial, transportes, ciberseguridad y medidas en materia energética. No son palabras, son hechos. Realidades como la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible.
Inversiones reales en nuestra economía como la gigafactoría de Sagunt, protección del empleo y de las familias con los ERTE y el Salario Mínimo, de los sectores productivos con líneas de crédito ICO, fortalecimiento y modernización industrial con el Plan de Recuperación. Este es el modelo del Gobierno socialista frente a las crisis: un Estado fuerte que garantice que nadie se quede atrás, un modelo político que busca soluciones frente a los del no perpetuo, y la división constante.
Ante las soluciones y la defensa de la mayoría, el mismo PP de siempre. Lo hemos podido comprobar en el congreso que ha coronado a Alberto Núñez Feijóo. Lo mismo de siempre, la derecha del ‘no a todo’, la que inventa problemas y sueña con desmantelar el Estado que garantiza nuestra protección y prosperidad (la de todos y no la de unos pocos). Una derecha más preocupada en salvarse del sorpasso de la ultraderecha que en ayudar a su país a salir de la crisis. Una derecha neoliberal ahora en manos de Alberto Núñez Feijóo que defiende sin pudor que “los servicios públicos buenos son los capaces de hacer más con menos”. La afirmación no es baladí, es toda una declaración de principios sobre su manera de entender los servicios públicos: su meta es que la sanidad atienda más enfermos con menos medios, que en la educación pública se atienda más alumnos con menos docentes, que las residencias atiendas a más mayores con menos recursos. Y sabemos bien lo que eso significa. Ese es el modelo del PP: desmantelar lo público. Desmantelar todo aquello que nos ayudará como sociedad a seguir adelante ante cualquier dificultad, desmantelar aquello que garantiza que tú o yo -tengamos más o menos recursos económicos- hayamos podido proteger nuestra vida con la vacuna frente a la covid en igualdad de condiciones. Porque eso es lo que hemos logrado gracias a un Estado fuerte. Y solo las políticas progresistas son capaces de proteger al Estado, a todas y todos.
Decía ufano Feijóo el pasado fin de semana que “España merece más” y por una vez debo darle la razón. España merece algo más que esta oposición, España merece más que este PP calamitoso.