A La Farola se va a captar el tiempo, sin prisa y con una antelación de mes vista.
Esta pareja de cocineros unidos por el amor a los fogones, perseveran con un huerto cultivado todo el año, de donde sacan mucha de su materia que ahora sirven sobre mantelería blanca.
La Farola, en el municipio de Altura, ubicado en la Sierra de Espadán en la comarca del Alto Palancia, es el restaurante a tan solo 40 minutos de Valencia, ciudad que bien merece abrir la agenda un mes antes para reservar. José Vicente Garnés comenzó su oficio en la restauración a través de sus padres y asumió el relevo junto a su pareja María Adrián. Ambos encaminaron la Farola de un bar de almuerzos a un restaurante de cocina viajera con producto local, tan próximo como su huerta lo permite.
Trabajan un huerto heredado, una tierra que pasa de mano a mano y ahora con una marca de aceite propia que impregna el legado de la futura generación, Mauro. Essentia Oleum es de la variedad serrana, autóctona de la Sierra de Espadán, un homenaje a la los padres de Garnés que con mucho trabajo y pasión han formado La Farola que han querido mantener los pies firmes a las raíces. Premiado como medalla de oro a mejor aceite ecológico de la Comunitat Valenciana acompaña a todos los menús del restaurante.
Para comenzar, la crema de repollo de su huerto con queso azul y frutos secos o cualquier otro aperitivo que elaboran a partir de las verduras de temporada de cosecha propia, por ejemplo la empanadilla con sus acelgas y ricota con mayonesa de sriracha. Para seguir un boniato asado del huerto con cremoso de miso y foie y para acabar un plato de alubias del confit con manitas deshuesadas y embutido del pueblo. También elaboran kimchi y ahora han formalizado el fin de semana con mesa de mantel. Es una de las bodegas más representativas de vinos del Palancia, con un equipo joven y mucho compromiso por el oficio. Sin duda, un restaurante como pocos para dibujar el mapa de Castelló.