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al otro lado de la colina / OPINIÓN

La fragilidad de la Aldea Global

Cuando llegan tiempos de incertidumbre hay que saber combinar la prevención y seguridad con la osadía en la respuesta al desafío

9/10/2021 - 

Cuando el canadiense Marshall McLuhan empezó a utilizar el concepto de aldea global en los años 60 no podía imaginarse (o sí por su carácter visionario) hasta dónde iba a llegar esa idea, qué aunque transmitía la idea de unidad de todos los hombres en una misma ciudad mundial, él afirmaba que no iba a producirse una uniformidad sino que iba a ayudar a incrementar las diversidades y no contribuiría a la tranquilidad o estabilidad.

Y así ha sido, la complejidad del mundo actual, el mundo globalizado es tal que al final lo que ocurre es que es extremadamente frágil, a pesar de que se transmita una falsa sensación de seguridad, y una tolerancia cero a cualquier tipo de contrariedad, muy propio de nuestras sociedades blandas, consumistas y sentimentales, ya saben que el siglo de las luces murió, y dio paso al siglo de la violencia -el siglo XX-, y ahora estamos iniciando el siglo del sentimentalismo irracional.

Esta fragilidad se puede ver en múltiples episodios, desde como un pequeño bicho, el virus chino de Wuhan, y a pesar de que en todos los cuadernos, libros o estrategias de seguridad estaba previsto, ha trastocado y alterado toda nuestra antigua normalidad, o como un volcán ocupa todos los informativos, noticiarios y tertulias y sirve de distracción a todas las crisis que tenemos encima, o incluso en cuestiones más domésticas y europeas, como se ha evidenciado la fragilidad de la construcción europea, por la ineficacia de la euro orden, en este teórico espacio de libertad y democracia, al no tener capacidad para que un prófugo de la justicia española por golpismo, pueda ser puesto y llevado ante los tribunales de la democracia española, o como esa misma organización europea es incapaz de dar una solución al drama de la inmigración, que termina llenando de muertos el fondo del Mediterráneo. Mientras que muchos de los responsables públicos se les queda cara de … y se pasan la responsabilidad unos a otros, entre los diferentes niveles territoriales de poder, ya sea de bajo a arriba o viceversa, desde lo local pasando por lo regional o autonómico, a lo nacional o europeo, e incluso finalmente al nivel internacional o global, ya saben la ONU.

El penúltimo acontecimiento que evidencia esa fragilidad de lo complejo de nuestro sistema, ha sido la caída durante varias horas (más de lo normal) de Facebook y sus redes subsidiarias de Instagram y WhatsApp, que han dejado a media humanidad, literalmente pues son unos 3.500 millones de usuarios, sin comunicaciones en el mundo virtual. Esto ha permitido que salgan a colación otra vez los heraldos del Pearl Harbor cibernético para recordar que el complejo sistema que es Internet y el mundo digital es también vulnerable, y que no olvidemos lo ocurrido con la pandemia, pues recuerda al cuento de qué viene el lobo, que viene el lobo, y que es posible o mejor dicho no es imposible, que un día haya un apagón en la red, no se sabe si de horas o días, pero que llevaría a tener una falta de medios y recursos, entre otros los datos de sus ordenadores y dispositivos electrónicos, pues todos esos millones de millones y más allá, de bytes están guardados en la nube.

Por cierto, hablando de redes no debemos dejar pasar por alto lo acontecido en los Estados Unidos estos días, la denuncia contra Facebook, en el mismísimo Senado de los USA donde se ha llegado a afirmar que "Facebook daña a los niños y debilita la democracia" por parte de una exempleada de esa red social llamada Frances Haugen, ante el subcomité de Comercio de esa sede de la soberanía norteamericana, además esta whistleblower (denunciante) pidió más transparencia acerca de cómo Facebook utiliza a los usuarios para vender la oportunidad a los anunciantes de que contacten con ellos. El poder inmenso de estas empresas digitales debe tener sus límites, al igual que el ejercicio de cualquier derecho o libertad fundamental por parte de nosotros mismos lo tiene, más aún por la inmensa capacidad de influencia que tienen en la sociedad y sus individuos.

Al citar el Pearl Harbor cibernético no quiero ser agorero, ni conspiranoico, lo único que quiero es transmitirles la necesidad de prevenir, de que estén más seguros y preparados, de buscar sistemas y acciones redundantes en la seguridad cibernética, como tener cortafuegos, antivirus o hacer copias de seguridad en nuestros propios ordenadores con sistemas de backup automáticos, sistemas redundantes además de tener la información guardada en la nube. Porque hay muchas empresas y expertos en seguridad informática que se deben usar y tener en cuenta, aquí mismo en la Comunidad Valenciana, en el Cap i Casal tenemos a S2 Grupo, principal empresa española de Ciberseguridad (un orgullo), como siempre que puedo les digo, más vale prevenir que curar, también en el mundo de la informática.

Y hablar estos días de informática nos lleva inevitablemente a citar a uno de los grandes visionarios de este universo digital, pues justamente el 5 de octubre se cumplieron 10 años de la muerte de Steve Jobs ese el líder carismático, aunque eso sí muy peculiar, que fue fundador de Apple y que murió hace una década de cáncer a los 56 años. El otro día leyendo un recordatorio sobre él en la BBC citaban varios rasgos y características de su personalidad y motivos de su éxito que les puedo resumir así, tuvo un extraordinaria capacidad de anticipación, un poder y gran influencia mediática, él mismo era la identidad de marca, un carácter muy detallista casi obsesivo y saber transmitir una forma de ver y vivir la vida al hacer uso de sus productos, esas son una serie de características de su genialidad y de su legado.

Y volviendo a la complejidad del mundo que vivimos, es inevitable el comentar otro acontecimiento de esta semana acaecido en la Academia Sueca de los premios Nobel, en su último premio de física, pues ha tenido en cuenta los estudios sobre la complejidad de los sistemas físicos, al ser otorgado a tres científicos como son, Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi por sus "contribuciones pioneras para nuestro entendimiento de los complejos sistemas físicos", que nos permitirá mejorar el análisis de estos sistemas así como la predicción a largo plazo respecto a su comportamiento, por ejemplo el clima de la tierra pero también otros sistemas físico-digitales muy complejos.

Y un ejemplo de la necesidad de entender la complejidad en estos sistemas híbridos informático-físicos es lo ocurrido en China estos días, como fue el fallo de cientos de drones en Zhengzhou en una exhibición aérea, que terminó con una lluvia/caída sobre el público de estos aparatos voladores, no se sabe aún si ha podido ser por un ataque informático de la competencia, como ya ocurriera en otra ocasión, pero tiene toda la pinta; ya ven más vale prevenir que curar…..

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