VALÈNCIA. La Generalitat cree que, finalmente, algunos de los trenes de Alta Velocidad entre la Comunitat Valenciana y Madrid podrán mantener parada en Atocha pese a las importantes obras que se van a realizar en la céntrica estación que ahora ejerce de núcleo conector de los AVE. De esta manera, tras la protesta que expresó el president Ximo Puig, no todos deberán tener origen y destino en Chamartín, como era el plan inicial de Adif y del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La idea era cambiar primero los de Alicante pero la sospecha era que después irían los de València.
Con esa sensación de poder pactar un modelo mixto salieron, según pudo saber este periódico, el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, y su secretaria autonómica María Peréz de la reunión que mantuvieron con la secretaria de estado de transporte, Isabel Pardo de Vera. De hecho, hay prevista (aunque aún sin fecha concreta) una nueva reunión esta misma semana a la que podría asistir la ministra Raquel Sánchez.
En la Generalitat ya han asumido que no podrán 'salvar' todos los trenes pero, después de que la ministra advirtiera que era "muy difícil" introducir cambios en la planificación y cifrara en "seis o siete años" el tiempo en el que iba a ser Chamartín la estación de referencia, no ven con malos ojos la solución. Entienden que hay una saturación objetiva de Atocha que no se puede absorber durante unas obras. Eso sí, Adif ahora tiene dos 'problemas': el primero encontrar la solución técnica para conseguirlo y el segundo que no suponga un problema de competencia en un sector recientemete liberalizado y en el que ya no sólo opera RENFE. Es decir, salvo que alguna compañía lo prefiera no puede desviar todos los de una empresa a Chamartín y dejar los del operador tradicional y su nueva marca de bajo coste Avlo en Atocha.
Cuando finalicen las obras los trenes pasarán a parar en las dos, que estarán conectadas por un túnel pasante que está a punto de entrar en funcionamiento. Que los convoyes acaben (ahora alguno y más tarde todos) en la estación del norte permitirá que haya rutas directas a Galicia ya a Asturias además de facilitar la conexión con el aeropuerto de Barajas.
Aunque el cambio provisional de Atocha por Chamartín se aprobó hace tres años ha sido ahora cuando ya es inminente cuando han saltado las alarmas en la Generalitat, avivadas por las quejas de los empresarios, especialmente del sector turístico. Supone un viaje más largo y una parada desplazada del centro de la capital, dos inconvenientes que parece que en parte se podrán evitar.