La guerra pasa factura sobre Dia Supermercados, el segundo valor con menor precio en bolsa

VALÈNCIA. Analistas, operadores, gestores e inversores en particular no pierden de vista todo lo que acontece en Ucrania. La invasión rusa ha provocado que la inestabilidad se instale en los mercados en general y en las bolsas en particular. Sin ir más lejos, ayer el Ibex 35 sufrió un duro castigo del 3,43% precipitándose por debajo de los 8.200 puntos. Peccata minuta al desplome en toda regla que sufrió Dia Supermercados (DIA), cuyas acciones se desplomaron un 9,35% y solo las de Applus (-10,56%) lo hicieron peor entre las 120 cotizadas que nutren el Mercado Continuo.

El grupo de distribución acusó -y mucho- las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) a oligarcas rusos como respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Y, entre ellos, a Mikhail Fridman propietario de DIA a través de su mercantil LetterOne. No tardó mucho el presidente ejecutivo del retailer, Stephan DuCharme, en negar tal vinculación. "Queremos trasladar un mensaje de estabilidad. Ningún accionista de LetterOne, incluido Fridman, ostenta, ni individualmente ni mediante acuerdo con otros accionistas, el control de LetterOne. Por lo tanto, ni LetterOne, ni en consecuencia Dia, están sujetos a sanción alguna", manifestaba en el hecho relevante remitido a la CNMV con motivo del anuncio de sus resultados del pasado año.

"Desde el Grupo Dia, estamos trabajando intensamente y con agilidad en diferentes vías de contribución de valor al pueblo ucraniano de las que os informaremos próximamente. Igualmente, queremos trasladar un mensaje de esperanza a la recuperación del diálogo y entendimiento apelando a la paz y solidaridad de todos con los afectados con los que también queremos estar cerca", añadía; mientras la cotizada madrileña informaba al supervisor que recortó un 29,3% las pérdidas durante 2021 hasta situarlas en los 257,3 millones de euros.

DIA achacó la mejora de su resultado a una reducción de gastos financieros del 60,2% como resultado de menores costes de financiación y a una gestión activa del riesgo de tipo de cambio. Asimismo, alcanzó un resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 124 millones de euros, que supone un 1,1% más que el año 2020.

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Pero pese a recortar en casi un tercio sus 'números rojos' anuales, a DIA le sacudieron de lo lindo en el mercado cerrando en mínimos históricos de 0,0126 euros. O lo que es lo mismo: el segundo valor de todo el Mercado Continuo con un precio más bajo solo por detrás de Nyesa, que cotiza a 0,0034 euros. El desplome del grupo de distribución vino acompañado por un espectacular volumen de contratación de 160,63 millones de títulos frente a una media diaria anual de 56,04 millones, según datos de Infobolsa.

DIA se deja en lo poco que va de ejercicio bursátil un 20,75%, que se suma al 69,23% de corrección de 2021, lo que ha reducido su capitalización hasta los 731,63 millones de euros tomando el cambio de ayer. Tras el cierre de la sesión se conocía que los empresarios rusos Mikhail Fridman y Petr Aven dimitían de sus cargos como miembros del consejo del vehículo inversor LetterOne, con sede en Luxemburgo, según confirmaron a Europa Press fuentes cercanas a la compañía, manteniendo sus participaciones, que en todo caso son inferiores al 50%. La dimisión respondió a las sanciones de la UE por la invasión rusa sobre territorio ucraniano.

"Falsedades malintencionadas"

Ambos empresarios ya habían anunciado horas antes que impugnarán las medidas europeas al considerarlas "injustas" y basadas en "falsedades malintencionadas y deliberadas", al tiempo que afirmaron estar "profundamente decepcionados" con la decisión de Bruselas y rechazaban vínculos con Vladimir Putin. Durante la rueda de prensa de la cadena de supermercados, que tuvo lugar por la mañana, Fridman aseguró que DIA está "fuera de riesgo", pese a que LetterOne controla el 77,04% del capital. 

El empresario evitó pronunciarse en contra del presidente ruso, así como de políticas, debido al riesgo que ello entrañaría para sus empresas y empleados en Rusia. "En España es un asunto completamente diferente; aquí no tenemos ningún tipo de problema político, solo hacemos negocios con normalidad", apostilló mientras recordó que -a través de LetterOne- salvó a DIA de la quiebra inyectándole más de 2.000 millones de euros. "Tenemos la gran aspiración de construir una gran empresa en España", indicó.