La firma cuenta ya con cuatro fincas en Castilla la Mancha con 1.000 hectáreas

La hoja de ruta de Atitlan para invertir 50 millones en el cultivo de pistacho y almendra

19/09/2022 - 

VALÈNCIA. El pistacho y la almendra están ahora el foco de la división agraria del Grupo Atitlan, después de vender su negocio de olivos al grupo andaluz De Prado a través de su marca Elaia. Una nueva estrategia al calor de las nuevas tendencias de consumo y ante la fuerte dependencia que tiene España de la importación de estos frutos secos. Tanto es así, que el 90% de pistachos y almendras que se consumen en el país son importados de EEUU e Irán. Una situación que la firma, liderada por Roberto Centeno y Aritza Rodero, quiere revertir.

Para ello, como avanzara este periódico, la compañía ha creado la sociedad Atitlan Crops, holding desde el que desarrollará la producción de 2.000 hectáreas de pistacho -de las variedades Sirora y Kerman- y almendros - Lauranne, Marinada, Guara, Belona- en la Península Ibérica. Una nueva aventura empresarial en la que prevé invertir cerca de 50 millones de euros, de los que 12,5 millones ya se han destinado a las primeras plantaciones en cuatro fincas ubicadas en Castilla-La Mancha. 

De hecho, en estos últimos meses Atitlan ha ido constituyendo sociedades para las diferentes fincas, todas ellas integradas en esta matriz, según explica a este diario Francisco Llopis, director de inversiones y responsable del área de sector primario de Atitlan. "Nuestro objetivo es llegar a las 2.000 hectáreas de cultivos de pistachos y almendras. En estos momentos tenemos ya cerradas 1.000 hectáreas distribuidas en cuatro fincas que hemos alquilado durante este año 2022, pero seguimos buscando localizaciones", detalla.

Estas primeras plantaciones son 100% de pistacho y se sitúan entre Talavera de la Reina y Toledo, por las óptimas condiciones climáticas y agronómicas del suelo para el cultivo de este fruto. No obstante, también están buscando oportunidades en Andalucía, Cataluña y Portugal para los almendros. "Para este tipo de inversiones hay que saber escoger bien la localización. En el sector agrario el terreno y la climatología son esenciales para el éxito de los proyectos. Pero también buscamos zonas con dotaciones de agua de 3.500 metros cúbicos y con unas características agronómicas que permitan el cultivo", remarca.

De momento, las 1.000 hectáreas se han cerrado con contrados de alquiler a 35 años, aunque la intención de la firma inversora es comprar parcelas para en propiedad. Para arrancar la nueva sociedad, Atitlan ha inyectado al holding 12,5 millones de euros y ya tienen plantadas 175 hectáreas de pistachos.

"Estas primeras fincas han encajado con nuestras exigencias en régimen de alquiler, pero nos gustaría tener un mix entre propiedad y arrendamiento. No hay líneas rojas ni objetivos fijados de un porcentaje por encima de otro", admite Llopis. El horizonte fijado es aglutinar en dos o tres años el 100% de esas 2.000 hectáreas que se han fijado poner en producción.

En cualquier caso, todos los cultivos, el equipo y las instalaciones que se precisen serán diseñados y definidos por la firma. "Nosotros solo alquilamos la tierra, pero el proyecto de plantación lo hacemos nosotros. Tenemos un equipo técnico con conocimiento del mundo agrario porque en estos años hemos explotado cerca de 20.000 hectáreas de otro tipo de cultivos", explica el director de inversiones y responsable del área de sector primario de Atitlan.

Una inversión a largo plazo

Ahora su objetivo es invertir a largo plazo dado que el pistacho, a diferencia de otros frutos como el almendro, tarda una media de entre 5 y 6 años en entrar en producción llegando a máximos en diez años, cuando Atitlan prevé rentabilidades sobre los dos dígitos.

"Analizamos este tipo de proyectos buscando tendencias de mercado. En los últimos cinco años en Europa el consumo de pistacho ha crecido un 12% de media anual, pero el 90% son importaciones de EEUU e Irán. Se ha plantado mucho, pero todavía no hay rendimientos porque son inversiones a largo plazo", comenta. 

Por ello, el objetivo de Atitlan con esta nueva inversión es lograr minimizar esa dependencia del mercado exterior y que España sea el que abastezca a Europa por el potencial que tiene para el cultivo de estos frutos por su climatología y características de suelo. "Podemos conseguir un producto óptimo y de calidad y, a la vez, ser muy eficientes a nivel de costes", subraya. 

Roberto Centeno y Aritza Rodero

En este proyecto van de la mano de socios interesados también en la creación de valor a largo plazo. "En Atitlan tenemos mucha experiencia en el sector primario porque hemos explotado 20.000 hectáreas. Nuestro factor diferencial es que invertimos mucho en tecnológica y eso nos permite hacer uso responsable y eficiente del agua para conseguir mejores rendimientos", destaca Llopis.

Atitlan, en el sector primario desde 2007

Atitlan está presente en el sector primario desde 2007 cuando entró en Elaia, con más de 20.000 hectáreas de olivo y almendro. Así, en estos años esta mercantil ha aglutinado todo su negocio agrario que incluía olivo, almendro y cítricos (naranjas, mandarinas y limones). Un área que no ha dejado de crecer y así en 2019 la firma compró la empresa Frutas Romu, dedicada a la producción de cítricos y que operaba más de 1.300 hectáreas en Huelva, Comunitat Valenciana y la Región de Murcia.

En 2020, llegó a un acuerdo con Guillem Export, uno de los principales exportadores de cítricos a los mercados europeos, para comercializar los productos de Frutas Romu en el mercado exterior.

A principios de este año, Atitlan, a través de Elaia, vendía al grupo andaluz De Prado 9.000 hectáreas dedicadas al cultivo de aceite y almendro, así como dos almazaras. Las plantaciones, con una gran capilaridad geográfica, se ubicaban en Portugal, Extremadura, Andalucía y Aragón. De ellas, 6.000 hectáreas eran de aceite y 3.000 hectáreas de almendro. Una desinversión con vistas a focalizar su negocio agrario en el cultivo de pistacho y la almendra, según confirman desde la firma.

Asimismo, la compañía está presente en otras ramas del sector primario a través de Sea8, especializada en la acuicultura sostenible de lenguado. También lanzó Future Farming para reforzar la estrategia de sostenibilidad del grupo con el desarrollo de prácticas de agricultura regenerativa tanto en fincas propias como de terceros. 

Atitlan cerró el pasado ejercicio 2021 con ingresos superiores a los 200 millones de euros y un ebitda de 27 millones. Asimismo, alcanzó una cifra global de activos de más de 600 millones de euros, con un incremento de más de 100 millones de euros frente al año anterior, gracias a la incorporación de nuevas compañías a su portfolio, como Pádel Galis, fabricante líder mundial de pistas de pádel.

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