VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana cerró los tres primeros meses de 2022 con 162.000 puestos de trabajo más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando la economía sufría con dureza los efectos del primer año completo de pandemia. Así lo reflejan los datos de la Encuesta de Población Activa que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el pasado jueves, en los que se observa cómo la autonomía valenciana ha pasado de ser la segunda región que más empleo destruyó en el arranque de 2021 a situarse, tras una suerte de efecto rebote, como la comunidad con más trabajo generado en el último año después de Canarias.
De este modo, y según los datos proporcionados por el INE a Castellón Plaza, la Comunitat se anota su mayor incremento interanual del empleo en un primer trimestre desde comienzos de este siglo, y supera ya en un 4 % al volumen de empleo previo a la llegada del virus. Sin embargo, y pese al gran resultado general, no todas las ramas de actividad valencianas han emergido con la misma fuerza. La salida de la crisis del coronavirus y el decaimiento de las últimas restricciones conviven con factores como la inflación, el encarecimiento de los costes industriales y la invasión rusa en Ucrania, un cóctel que contribuye a que varios sectores clave, como el comercio o las factorías manufactureras, sigan por debajo de los registros de empleo previos a la pandemia.
En términos absolutos, de hecho, solo la sanidad y los servicios sociales ya aglutinan casi la mitad de los puestos de trabajo generados durante los últimos dos años, lo que lleva a este subsector a crecer casi un 30 % en personal. Son unos datos que previsiblemente se consolidarán pese a haberse superado lo peor de la pandemia, ya que, entre otras cuestiones, la Conselleria de Sanidad tiene previsto culminar en septiembre la creación de 6.000 plazas estructurales en el sistema público valenciano. La covid-19 ha situado por tanto al ámbito sanitario en una posición todavía más esencial, a la vez que algunos de los sectores más dañados por sus efectos, como la hostelería, parecen resurgir.
Hace un año, el segmento hostelero, donde quedan enmarcadas entre otras las actividades de bares, restaurantes u hoteles, había perdido más del 20 % de sus puestos de trabajo. Hoy, con más de 175.000 ocupados, tiene más empleos que antes del coronavirus, un resultado reseñable dadas las múltiples tensiones a las que ha estado sometido el turismo, sobre todo el internacional. El pasado año, el sector hotelero recogió por este motivo la mitad de las pernoctaciones registradas durante 2019, aunque las perspectivas para este ejercicio son mucho mejores. Informes recientes, como el elaborado por la Dirección General de Análisis y políticas Públicas de Presidencia de la Generalitat, se muestran “optimistas” después de que este febrero se recibieran casi 400.000 turistas por los 30.000 de 2021.
También el sector inmobiliario ha experimentado un fuerte crecimiento en este tiempo, con el añadido de que, en su caso, mantuvo el empleo generado hasta 2020 en lugar de encajar algún tipo de retroceso. En el primer trimestre del pasado ejercicio, de hecho, experimentó un ligero ascenso que ahora se ha disparado: uno de cada cuatro trabajadores de esta rama de actividad llegó tras el estallido de la pandemia. Para este ejercicio, además, los expertos esperan que el ajetreo inmobiliario al menos se mantenga pese a retos como el incremento de los costes de construcción por la subida de las materias primas. Del mismo modo, el de la obra es igualmente otro de los subsectores que ocupa a más personas que antes de la pandemia, con un crecimiento superior al 6 %.
También registran importantes incrementos de trabajadores aquellos sectores que, más allá de la sanidad y los cuidados, se vinculan en mayor o menor medida al empleo público. Así pues, la rama de actividad que engloba a la Administración, Defensa y la Seguridad Social, mantiene su tendencia al alza hasta superar los 130.000 empleados por los 107.000 con los que contaba en el primer trimestre de 2020. Este aumento se refleja del mismo modo en la Educación, que crece un 12 % sobre los últimos meses previos a la covid, y también en las profesiones científicas y técnicas (26 %), otro de los segmentos que la crisis sanitaria debería haber ayudado a poner en mejor situación.
A su vez, la comunicación y la información, muy dañadas en los meses inmediatamente posteriores al virus, recuperan todo el empleo perdido en territorio valenciano y arrancan el presente ejercicio con un alza de casi el 12 % respecto al primer trimestre de 2020. Del mismo modo, también se recupera el sector primario después de varios ejercicios de duras caídas entre los meses de enero y marzo y supera los 60.000 ocupados por primera vez desde 2019. Aun así, este sector afrontará también desafíos como la escasez de la mano de obra debido a la caída de los flujos migratorios, tal y como apuntaba el Banco de España en un reciente estudio.
Sin embargo, no todo son buenas noticias en materia de ocupación, ya que por segundo año consecutivo el comercio pierde peso en un primer trimestre. A la caída de la actividad económica y del consumo propios de la pandemia se une ahora así pues la inflación, cuyos efectos han afectado a las adquisiciones de bienes y también han llegado al PIB, que frenó su crecimiento trimestral hasta el 0,3 % según el avance de la Contabilidad Nacional publicado el pasado viernes. Como consecuencia de este escenario, derivado en parte de la invasión rusa en Ucrania, el Consell se ha visto obligado también a rebajar un diez por ciento 70 tasas de competencia autonómica y precios públicos.
En este sentido, el president de la Generalitat, Ximo Puig, pidió a las empresas un “esfuerzo compartido” que pase por “rebajar los márgenes” de beneficios, a fin de que la ciudadanía no sufriera “de una forma tan cruenta la crisis”. Una crisis que no ha impedido a la industria manufacturera generar empleo en el último año, aunque todavía no haya logrado recuperar los niveles previos a la pandemia en medio de la incertidumbre por los costes industriales y de las materias primas. De esta manera, y aunque la industria supera los 338.000 empleos en el primer trimestre de 2022, aún queda relativamente lejos de los 360.800 que obtenía en 2020.
Tampoco mejoran sus registros anteriores a la pandemia las actividades artísticas y de entretenimiento, donde se encuadran las artes escénicas y los museos, pero también los gimnasios y los juegos de azar. Recuperan, eso sí, 6.600 empleos respecto al primer trimestre de 2020, pero se quedan a otros 1.800 de igualar el registro laboral de entonces. Quizás sea un hito que se pueda alcanzarse durante el presente ejercicio, en el que los establecimientos de este segmento podrían beneficiarse de la retirada de las últimas restricciones sanitarias, entre las que se encuentra el adiós definitivo de la mascarilla en interiores.
Por su parte, la ocupación en el ámbito de las actividades financieras y de seguros se ha mantenido prácticamente estable si se comparan el arranque del pasado año y el actual, con apenas una subida inferior al 2 %. Por ello, este sector cuenta con 3.800 puestos de trabajo menos que antes de la pandemia, una realidad que se ve acentuada con los constantes cierres que padece la banca. Desde el estallido de la covid, la Comunitat Valenciana ha perdido más de 500 sucursales bancarias en un largo proceso de reestructuración en el que, más allá del virus, tiene también su peso la digitalización del sector. Estos factores, unidos además al contexto de fusiones y absorciones, podrían hacer prever nuevos cierres durante este 2022.