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ANÁLISIS cP

La izquierda valenciana, hacia el 28M entre desprecios, enredos y guantazos

7/04/2023 - 

VALÈNCIA. Los partidos de la izquierda valenciana han encarrilado desde esta semana su campaña electoral para el 28 de mayo. Tras una legislatura de gobierno compartido entre PSPV, Compromís y Podem-Esquerra Unida, cada uno ha cogido su camino. Poco valen ya los miramientos aunque sean socios del Ejecutivo autonómico. Ahora lo único que importa es conseguir el voto. Algunos han optado por el guantazo limpio contra aquellos con los que se disputan el mismo espacio electoral. Otros, como los socialistas, parece que miran desde la lejanía. Como si la cosa no fuera con ellos. Como si no necesitaran a nadie más que a ellos mismos para permanecer en la Generalitat. ¿El Botànic, qué es?

El enredo máximo se encuentra en la parte más a la izquierda del tablero político y con cuatro actores: Podem, Esquerra Unida, Compromís y Sumar. La relación entre todos ellos no es que ahora mismo sea de paz y amor. Aunque han pasado por multitud de fases, hubo un tiempo en el que los tres primeros llegaron a entenderse para ir de la mano a las elecciones generales, como sucedió con la coalición A la Valenciana en 2016. Las autonómicas siempre han sido otro cantar, pero además la situación actual es diferente. 

Las encuestas sitúan a Podem-EU en el límite de la barrera electoral (5%) para obtener representación en Les Corts. El riesgo y el consiguiente temor a que no entren existe. Y, aunque con el reciente pacto que han sellado ambos partidos tienen desde luego más opciones de conseguir escaños, el miedo de sus socios sigue ahí. De hecho, un sondeo encargado por Compromís les deja fuera de Les Corts. Con los datos que manejan y el convencimiento de que la tendencia es a la baja, en la coalición han decidido lanzarse a ocupar ese espacio político. 

Con la presentación de la plataforma de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, y su candidatura para las generales, las opciones de lograrlo parecía que se ampliaban. Pero no está claro que eso vaya a materializarse de manera concreta para las autonómicas. Representantes de Compromís como el alcalde de València, Joan Ribó, acudieron a la puesta de largo del pasado domingo. Presencia importante de la coalición y respaldo, sí. Pero, ¿y ahora qué?

Joan Ribó y Yolanda Díaz, el pasado domingo. Foto: Carlos Luján/EP   

Una de las posibilidades a las que se venía apuntando las últimas semanas era que Díaz, tras ese gesto de acercamiento y con esa foto que ya supone la alineación con ella, pudiera trasladarse a hacer campaña junto a Compromís a la Comunitat. Máxime cuando la vicepresidenta del Gobierno no cuenta con una estructura de organización asentada en los territorios y se tendrá que apoyar en formaciones consolidadas. Sin embargo, existen factores que no hacen tan sencilla su presencia con ese objetivo. 

Esquerra Unida, cuyos máximos cargos –como la consellera y coordinadora general, Rosa Pérez– también acudieron a apoyarla a Madrid, ha llegado a un acuerdo con Podem para concurrir juntos a las autonómicas, al igual que hicieron en 2019. Se trata de un pacto que se ha replicado en otros territorios. Pero mientras en IU son partidarios de una confluencia amplia en torno a Sumar, es notorio que Podemos está en otra onda con su exigencia de unas primarias abiertas. El choque con los morados es total. 

La complicada campaña de Díaz

Con lo cual, la siguiente cuestión es: ¿Querrá Yolanda Díaz hacer campaña por Compromís cuando Esquerra Unida se presenta junto a Podem? Dentro de la coalición, que hace unos días lo veían como una opción real, ya lo perciben como complicado. "Ella se querrá proteger. Será prudente e intentará no exponerse. Y nosotros lo entenderemos", señalan.  

Así que en lo que se ha traducido todo esto es en un embrollo absoluto. De un lado, Podem y EU de la mano a las elecciones pero con visiones sobre Sumar diferentes. Y, de otro, Compromís, que pretende pelear el espacio de los primeros alineado con Yolanda Díaz. Entre medias, cruce de reproches e, incluso, discrepancias dentro de los propios partidos por la estrategia que seguir. 

El más beligerante en su discurso público ha sido el candidato de los morados a la Generalitat, Héctor Illueca, quien acusó a Compromís de "bloquear" un acuerdo de Sumar con Podemos tanto a nivel autonómico como estatal para "no perder los enormes apoyos mediáticos que tienen en España y la complicidad con el Partido Socialista". En su opinión, Yolanda Díaz ha cedido ante tales presiones. 

Joan Baldoví, Rosa Pérez y Héctor Illueca. Foto: Jorge Gil/ EP   

Illueca se ha metido en la pelea de la pureza de la izquierda para afirmar que Compromís está, tras la salida de la exvicepresidenta del Consell Mónica Oltra, "hegemonizado por las fuerzas más conservadoras" y se encuentra cercano al PSOE porque cree que les reportará "rédito electoral". Con Oltra, dice, "habría sido posible" alcanzar un acuerdo con Díaz y ella "no habría tenido ningún miedo a unas primarias abiertas".

Más allá de lo mal que ha sentado en el entorno de la exdirigente de la coalición las palabras, las acusaciones de Illueca fueron recibidas con asombro en Compromís, aunque la estrategia es la de no entrar a confrontar ni responder. 

Eso sí, el debate sobre los morados dentro de Compromís no ha sido (ni es) menor. La sensación que más se ha expresado es que no debían ir con ellos a las próximas elecciones autonómicas. Pero hay quien piensa que con el peligro de no entrada en Les Corts y, por tanto, de que no haya Botànic, tal vez se habría tenido que lograr una entente con Podem y Esquerra Unida. Especialmente en València ciudad, donde los morados no tienen siquiera representación actualmente. Las negociaciones saltaron por los aires y la sintonía con su cabeza de lista, Pilar Lima, era nula. Y aunque algunas voces recuerdan que todavía estarían a tiempo pese a que suponga un enfrentamiento descomunal para rehacer la lista municipal, otras lo descartan absolutamente. "Compromís ya no está en ese escenario. Estamos en campaña. Los tiempos de negociaciones se han acabado", indican. 

En todo caso, la percepción sobre Podem dentro de la coalición no es desde luego la mejor en este momento. Fuentes creativas de Compromís optan por las referencias bíblicas. "Se ve que estos creen que antes de ellos no había nada. Nadie había hecho nada. Van a proponer cambiar el principio del Génesis para que quede así: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea Podemos. Y fue Podemos. Y vio Dios que Podemos era bueno. Y así terminó el primer día de la Creación".

Ximo Puig, con su lema 'El President'. Foto: PSPV   

Mientras todo esto sucede a su izquierda, el PSPV va a la suya. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha marcado sus líneas de cara al 28M: venta de la gestión llevada a cabo durante los últimos ocho años, discurso de gobierno en solitario y distancia con la campaña nacional y con Pedro Sánchez. 

Su lema de campaña es 'El president'. Algo que da cuenta de que la manera de buscar el voto va a ser su figura institucional. Puig apenas menciona el Botànic –no lo hizo ni en su discurso oficial de convocatoria de elecciones– y los socialistas se centran en reiterar que quieren conseguir una "mayoría suficiente" para gobernar. Compromís, ese partido del que usted me habla, mejor no si puede ser. La suma, si da, ya se pondrán a estudiarla el 29 de mayo y a otra cosa. 

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