CASTELLÓ. El Ayuntamiento de l'Alcora está decidido a actuar para solucionar la problemática de los excrementos de perros en espacios públicos, una de las principales quejas vecinales.
Por este motivo, el alcalde, Samuel Falomir, ha informado que el consistorio va a implantar “de forma inminente” la vigilancia con policías locales vestidos de paisano, tras haber recibido nuevas instrucciones por parte de la Delegación del Gobierno de la Comunitat valenciana que vuelven a posibilitar poner en marcha esta medida.
“Es necesario tomar medidas ante esta problemática, que causa un gran malestar entre los ciudadanos, generando malos olores, falta de higiene y una mala imagen de las calles”, ha explicado.
El objetivo es descubrir en el acto a las personas que no recogen los excrementos de sus perros, incumpliendo la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana. Falomir ha recordado que dicha ordenanza contempla sanciones para este tipo de infracción que van desde los 100 hasta los 750 euros.
Esta mañana, el primer edil se ha reunido con el Inspector Jefe de la Policía Local de l'Alcora para abordar el desarrollo de la iniciativa.“Lo que pretendemos es, sobre todo, ejercer una acción disuasoria”, ha detacado el munícipe, haciendo hincapié en que “no es justo que tenga que pagar todo un pueblo las malas prácticas y el incivismo de unos cuantos”.