VALÈNCIA (EFE). La Tomatina de Buñol, que este miércoles vuelve a celebrarse tras el parón por la pandemia, contará este año con 130 toneladas de tomate procedentes de una cooperativa agrícola de Moncofa, que serán arrojadas desde los camiones a los cerca de 20.000 asistentes a una de las fiestas populares más coloridas y emblemáticas de la Comunitat Valenciana y de España.
En la última edición -la del 2019- el número de toneladas empleadas fue de 145 pero, según han confirmado desde la organización a EFE, las 130 toneladas de este año están en la media de los últimos tiempos para una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional y que se celebra siempre el último miércoles de agosto.
Este año se introduce como principal novedad el pregón antes del inicio del recorrido. El cómico valenciano Raúl Antón será el encargado de pronunciar el discurso previo al inicio del lanzamiento del tomate, que tendrá lugar en la plaza del Ayuntamiento entre las 11.30 y las 11.45 horas, poco antes del comienzo de la "batalla".
Además, según ha podido saber EFE, las previsiones en cuanto a turistas extranjeros este año son un poco diferentes, pues muchos de los turistas asiáticos que solían venir a Buñol no van a acudir a esta edición debido a las restricciones existentes en algunos países de ese continente
El turismo extranjero supone un 80 % del público de la fiesta y, ante la falta de participantes asiáticos, desde Buñol confían en que se potencie el turismo nacional y europeo, aunque no se espera colgar el cartel de "completo" (el número total de entradas puestas a la venta es de 20.000). El plazo para la compra de entradas sigue abierto y se han vendido muchas a última hora, según las fuentes.
El origen de lo que luego se convirtió en una tradición tiene distintas teorías, entre las más aceptadas la de que comenzó en 1945 de manera causal por un enfrentamiento entre vecinos que incluyó el lanzamiento de verduras de un puesto de venta que había en la calle, que se fue repitiendo en años posteriores en la misma fecha, el último miércoles de agosto.
La televisión contribuyó a popularizarla a partir de la década de 1980, dentro y fuera de España -con varias réplicas festivas en distintas partes del mundo-, hasta el punto de que en 2013 se decidió limitar el aforo después de que se calculara que llegó a superar los 45.000 participantes en alguna ocasión.