CASTELLÓ. Para Vicent Climent Jordà, antiguo rector de la Universitat Jaume I, es imposible hablar de Wences Rambla desde la distancia que impone una mirada objetiva. "Sería una impostura por mi parte eludir aquí los sentimientos y la amistad que nos profesábamos", afirma en el catálogo que acompaña la exposición Evocacions de la memòria. Wences Rambla, ubicada en la Galería Octubre. Un afecto por el artista castellonense, quien fallecía en septiembre de 2023, que ha guiado a cada una de las personas que este jueves han querido estar presentes en el homenaje que la universidad ha rendido a su obra y persona, en el que se ha presentado además un libro escrito por Silvia Tena, doctora en Historia de Arte y amiga. Como apuntaba la ahora rectora de la UJI, Eva Alcón, "Wences dejó una huella en todos los que le hemos conocido. Hoy nos reúne su figura."
En su caso, contaba Alcón -muy emocionada- que el artista, quien también fue vicerrector de Cultura y Extensión Universitaria de la UJI (de 2000 a 2004), fue una de las personas que le animaron a presentarse como rectora y, tiempo después, le alentaba a seguir adelante con su proyecto. "A Wences Rambla debemos recordarlo por su inagotable energía y curiosidad, por su talante abierto siempre a la reflexión y por su amor al arte", señalaba Alcón, en un acto que contó también con la presencia de la vicerrectora de Cultura, Lenguas y Sociedad, Carmen Lázaro; la diputada provincial Marisa Torlá; la mujer de Wences Rambla, Sari Moliner, y sus hijas Raquel y María Ros Rambla.
En una Galería Octubre completamente abarrotada, se quiso homenajear así a uno de los artistas más únicos con los que ha contado Castellón en los últimos tiempos. Rambla ingresó en la Academia de Bellas Artes San Carlos de València en el año 2006, además de en la Asociación Valenciana, Española e Internacional de la Crítica de Arte. E incluso fue asesor científico del Consorci de Museus de la Generalitat durante 14 años. Pero, es por su obra, mayoritariamente abstracta, por lo que se pone en valor especialmente su figura. Una pintura llena de color y de vida que llegó a protagonizar más de un centenar de muestras individuales y colectivas en espacios de todo el mundo, como el Modern Graphic Art Museum in Cairo (Egipto), el Museo Salvador Allende (Chile) o el Cartwright Hall/Art Gallery and Museum in Bradford (Inglaterra).
"Estar aquí nos hace sentirlo más cerca. Para nosotras, mi padre no solo fue un creador, sino también una persona que nos enseñó que el arte, el conocimiento y la sensibilidad pueden cambiar el mundo", explicó su hija Raquel Rambla. Y razón no le falta. La obra de Wences, como se vio en otra muestra de 2021, ha llegado a visibilizar incluso los horrores del nazismo, dado que además de la pintura, el castellonense era un gran aficionado de la fotografía. En 2010 viajó a Dachau, cámara en mano, para testimoniar cada rincón por donde deambularon años atrás miles de personas aniquiladas. "Son imágenes para reflexionar. En ellas no hay personas, solo un silencio que te lleva a imaginar los gritos y los llantos de las personas que entraron por esas puertas y salieron por la chimenea", explicaba a este mismo diario.
Wences Rambla fue, como le define su mujer Sari Moliner, "un trabajador incansable". Una persona que puso pasión a todo lo que hizo. "Siempre decía: ¡la inspiración que te pille trabajando!", recuerda. En este sentido, cualquier homenaje que se le hiciera al creador sabría seguramente a poco. Aunque no ha sido, de ningún modo, la intención de la universidad que ha logrado en un mismo encuentro recordar con cariño al artista castellonense, pero además acompañar el recuerdo de destacadas acciones. La primera, la publicación del libro Wences Rambla. Entre el humanismo y el arte, escrito por Silvia Tena y editado por Publicacions de l’UJI con la colaboración de la Diputación de Castelló.
"Este libro no es definitivo, está abierto. Tampoco es una biografía. Como dice Román de la Calle, quien se ha encargado del prólogo, podría considerarse más bien una etopeya o un homenaje", explicaba Tena, quien ha querido, con esta obra, abordar al hombre que hay detrás del artista y del pensador. Con todo, la publicación permite observar su pasión por la geometría y su mirada absoluta y escrutadora de la vida desde una visión holística. También, se pone en valor su trabajo en plena dictadura franquista, cuando Rambla se unió a una corriente de artistas que alzaron sus voces contra el sistema represor.
Y la segunda parte de este homenaje llegó con la inauguración de la exposición Evocacions de la memòria. Wences Rambla, comisariada por las profesoras Rosalía Torrent y Juncal Caballero, y la cual reúne algunas obras que se exhiben por primera vez. 'Remembering blues (1997) -el favorito de su mujer Sari- abre un recorrido pensado de forma cromática, que va de los tonos verdes y azules, al rojo.
"Cuando montamos la exposición nos dimos cuenta que la obra se reflejaba en el suelo una barbaridad. Animamos a visitarla cuando haya poca gente para vivir esta sensación", compartió Torrent. Por su parte, Caballero agradeció a su familia que les abrieran el taller del mismo Rambla para poder escoger con total libertad las pinturas que formarían esta muestra, muchas creadas en el año "en el que el mar Mediterráneo dio al artista el último abrazo".
La exposición permanecerá abierta, más tiempo del habitual, hasta el próximo 8 de febrero, coincidiendo con la celebración del 34 aniversario de la Universitat Jaume I.
"La muerte nos ha privado demasiado pronto de su vida, pero no de su memoria. Existir es un instante fugaz en la inmensidad infinita del tiempo que, según como lo vivimos, lo podemos llenar de placer y belleza, cultivar el buen gusto y seguir y seguir es el camino, manteniendo vivo el recuerdo" (Toni Valesa, Universitat Jaume I).