CASTELLÓ (EFE/EP). El presidente de la Associació de Publicacions Periòdiques en Català (APPEC), Germà Capdevila, destaca que la entidad prevé impulsar una campaña de suscripciones "masiva" para incentivar la lectura en catalán después de verano. Lo hará después de que el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Borriana, de Vox, haya decidido "retirar una serie de revistas de las bibliotecas del municipio por la lengua en la que están redactadas".
Así se ha postulado Capdevila durante la rueda de prensa en Barcelona junto al presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, y el de Plataforma por la Lengua, Òscar Escuder, para valorar este hecho. La campaña pretende que "la gente que ama el país dé el paso de suscribirse a revistas en catalán" e incentive, mediante la promoción, la implicación contra la censura, ha manifestado.
Por su parte, Acció Cultural del País Valencià (ACPV) impulsa una estrategia "conjunta y coordinada", junto a la Federació Llull y la propia APPEC, para "hacer frente a la censura" y promover las publicaciones en catalán. Desde ACPV subrayan que el de Borriana es "un hecho de extrema gravedad" y argumentan que la suscripción municipal a la prensa escrita (adulta, juvenil e infantil) "es un servicio pagado con dinero público que tiene como objeto garantizar el libre acceso de la ciudadanía a ella, en función de los gustos o intereses de cada persona".
"Retirar del libre acceso una publicación es, por lo tanto, un acto de censura. Del mismo modo que el Ayuntamiento tiene que garantizar la presencia de todos los diarios en las bibliotecas (y ya será cada ciudadano el que elegirá qué diario quiere o no leer, sin que el Ayuntamiento se lo impida), tiene que actuar igualmente con las revistas", agregan.
Por ello, "la premisa de la que parte el regidor de extrema derecha, con la complicidad del PP que se lo permite, es aquí solo se puede leer la prensa que a mí me da la gana y el dinero del Ayuntamiento es mío, y con ellos hago el que me da la gana, incluso decidir qué prensa se puede leer y qué no, algo absolutamente antidemocrático que no puede ser permitido y que descalifica en el Gobierno de Borriana en su conjunto".
ACPV hace notar que el elemento que unifica las revistas "censuradas por la extrema derecha con la complicidad del PP solo tienen en común una cosa: la lengua en la que están escritas". Se trata, por lo tanto, de "un ataque directo y explícito a una lengua oficial en el País Valencià". "El Gobierno de Borriana se estrena, pues, con una agresiva y antidemocrática decisión que va contra el valenciano y supone una discriminación por razón de lengua", afean.
Asimismo, la organización lamenta que "la amenaza verbal a los funcionarios para que retiraran las revistas del acceso libre en las bibliotecas del pueblo es un comportamiento autoritario absolutamente intolerable y denunciable".
"La extrema derecha -acusan- no sabe ni quiere saber qué es el diálogo, ni el respeto, solo sabe actuar con la imposición, a menudo violenta, de sus deseos y caprichos. El personal de la biblioteca, consciente y respetuoso de su carácter de servidor público (bien contrariamente al regidor y al equipo de gobierno que lo apoya), han dado la respuesta correcta".
Para ACPV, una actuación de tal gravedad exige una denuncia "clara y contundente, en defensa de la democracia, la libertad de prensa y la no discriminación por razón de lengua", pero también una "respuesta estratégica coordinada, primero porque es posible que el hecho se repita" y, segundo, porque Acció Cultural "se niega a caer en la trampa de ceder la iniciativa a la extrema derecha y actuar solo de forma reactiva".
"Tenemos un modelo de país que pasa por el respecto a las libertades democráticas y a la pluralidad, y la voluntad de impulsarlo con iniciativas, acciones y campañas en positivos, porque, además, tenemos el convencimiento que la mayoría de la sociedad valenciana no comparte esos radicalismos, ni la censura, ni la persecución del valenciano, ni la amenaza, la imposición y el ruido", sostienen.
Por eso, avanzan que ACPV ha iniciado el diseño de un programa de respuesta, en coordinación con la Federación Llull --ue reúne a ACPV, Obra Cultural Balear y Òmnium Cultural- y APPEC, que reúne a las revistas afectadas, para "sumar fuerzas y responder de manera ordenada y efectiva".
Asimismo, avanzan que en unos días tendrá lugar en València una reunión de ACPV y la Federación Llull con APPEC para continuar avanzando en la concreción de esta estrategia, que contempla varias posibilidades. La primera de ellas es un "protocolo de respuesta a este y a posibles nuevos actos de censura por parte de gobiernos radicales de extrema derecha y PP, que considere la vía judicial (con el apoyo jurídico en las revistas afectadas, la presentación de denuncias ante la justicia, y también ante organismos como el Síndic de Greuges, la Oficina de Defensa del Consumidor, o instituciones europeas) y la denuncia pública, que puede llegar a la organización y convocatoria de movilizaciones y campañas específicas".
Igualmente, se contempla la posibilidad de impulsar mociones en los ayuntamientos "en defensa de la pluralidad informativa, el libre acceso de la ciudadanía a la prensa, la no discriminación por razón de lengua, y el respecto al valenciano".
Por último, prevén campañas y acciones "en positivo", para promover la prensa y las publicaciones y, en general, "la dignificación del valenciano frente a gobiernos extremistas antivalencianos de la extrema derecha y PP, y que incentive el acceso a una o diversas de las más de 200 revistas de todas las temáticas que se publican en nuestra lengua, lo que significaría la campaña de suscripciones más masiva, intensa y extensa que nunca se ha hecho en nuestro dominio lingüístico".
Y advierten: "El radicalismo antivalenciano nos encontrará enfrente, en defensa de la dignidad del valenciano y de las libertades democráticas".