VALÈNCIA. (EP) La Seguridad Social registró un saldo negativo de 196 millones de euros en el primer trimestre del año, el equivalente al 0,01% del PIB, tras ingresar en este periodo 43.725 millones de euros, un 8,8% más, frente a unos gastos por valor de 43.921 millones (+9,4% interanual), según los datos publicados este viernes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Este déficit se ha producido a pesar de que el sistema logró hasta marzo un nuevo máximo histórico de ingresos por cotizaciones, con 37.370 millones de euros, un 9,1% más que en el mismo periodo de 2022, el mayor crecimiento interanual en un primer trimestre en 16 años.
Si se comparan los ingresos por cotizaciones de este año con los de 2019, último ejercicio no afectado por la pandemia, el aumento de la recaudación por cuotas alcanza el 22,3%.
La subida de los ingresos por cotizaciones se vio impulsada por las cuotas de los ocupados, que se incrementaron hasta marzo un 9,1%, hasta los 35.028 millones de euros, mientras que las efectuadas por los desempleados aumentaron un 9,9%, hasta los 2.342 millones de euros.
En términos de caja, la recaudación líquida del sistema alcanzó entre enero y marzo los 42.828 millones de euros, un 8,9% más, en contraste con unos gastos por valor de 43.651 millones, un 9% más que en el mismo periodo del año pasado.
Las transferencias recibidas por la Seguridad Social ascendieron a 6.002 millones de euros en el primer trimestre, con un repunte interanual del 6,7%. La partida más significativa corresponde a las transferencias recibidas del Estado y Organismos Autónomos, que aumentó un 6,9%, hasta los 4.954 millones de euros.
Por el lado de los gastos, las prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron los 41.447 millones de euros hasta marzo, un 9,3% más que en el mismo periodo de 2022. Esta cifra representa el 94,4% del gasto total realizado en el sistema de Seguridad Social.
La mayor partida, por importe de 38.013 millones, corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un crecimiento anual del 9,3%.
En concreto, el gasto en pensiones contributivas de invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares aumentó un 9,9%, hasta los 33.747 millones de euros, como consecuencia del mayor número de pensionistas (+1%), la subida de la pensión media en un 9,7% y la revalorización general de las pensiones contributivas en un 8,5% para este año.
En cuanto a las prestaciones en concepto de nacimiento y cuidado de menor, corresponsabilidad en el cuidado del lactante, riesgo durante el embarazo y durante la lactancia natural y cuidado de menores por cáncer u otra enfermedad, el gasto se elevó hasta los 993 millones de euros, un 5,3% más.
Por su lado, el gasto total en incapacidad temporal (IT) se incrementó un 10,6% en los tres primeros meses del año, hasta los 3.101 millones de euros.
Las pensiones y prestaciones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, ascendieron hasta marzo a 3.435 millones de euros, un 10% más que en igual periodo de 2022.
Este incremento es resultado de la revalorización extraordinaria del 15% en las pensiones no contributivas de jubilación e invalidez que se viene aplicando desde julio de 2022.