VALÈNCIA. Este jueves era un día de estrenos en Compromís. Por un lado, la nueva vicepresidenta, portavoz del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Aitana Mas, tomó posesión de todos sus cargos en sustitución de Mónica Oltra, quien dimitió hace ya diez días tras su imputación por la gestión de los abusos de su exmarido a una menor tutelada.
Un nuevo rol para Mas, la hasta el momento portavoz adjunta de Compromís en Les Corts, que pudo ejercer y exhibir minutos después en la sesión de control al president de la Generalitat, Ximo Puig, donde ya ocupó su nuevo escaño en la Cámara. Su debut, sin embargo, no fue el único del día: también el exconseller de Educación, Vicent Marzà, ahora síndic adjunto de su grupo en el Parlamento se estrenaba haciéndole la pregunta de control al jefe del Consell en sustitución de la portavoz Papi Robles, confinada desde el pasado lunes por haber contraído covid-19.
Dos acontecimientos que, sin embargo, no se vivieron con el habitual ambiente festivo que suele envolverlos. Al menos, el que suele haber en las tomas de posesión de los altos cargos del Gobierno. El clima de celebración por la nueva entrada en el Consell cohabitó en el Palau de la Generalitat con cierto estado de 'duelo' por la salida de la líder de Compromís. Al menos, eso desprendían los cargos valencianistas presentes en el Salón Dorado donde tuvo lugar la toma de posesión. La perfecta estampa del yin y el yang de este antes y después para la coalición integrada por Més, Iniciativa y VerdsEquo.
De un lado, Mas estuvo acompañada por su familia -marido, padres e hijo, de apenas un año-, pero también del núcleo duro de la exvicepresidenta Oltra: su exjefe de gabinete, Miquel Real; el secretario autonómico de la Vicepresidencia, Iván Castañón; el director general del Secretariado y la Portavocía, Juan Vicente Santos; o el subsecretario Daniel Mestre, entre otros. Junto a ellos, además, asesores y dirigentes de Iniciativa, partido de Mas y fundado por Oltra, como su portavoz, Alberto Ibáñez y de Més, como Àgueda Micó, secretaria general del partido además de coportavoz de Compromís.
Entre ellos emanaba una imagen agridulce: alegría por quien entra, pero también cierta aflicción. Una percepción que pudo materializarse de hecho por la tarde en el intercambio de carteras de Oltra a Mas, donde tanto ambas como parte del equipo no pudieron contener las lágrimas por, como dijo la vicepresidenta entrante, "las circunstancias en las que se produce" este nombramiento.
La sombra de la líder de Compromís, sin embargo, no solo presidió la toma de posesión de por la mañana. También protagonizó la sesión de control al president de la Generalitat. Primero el PPCV no cesó en su empeño de que el jefe del Consell pidiera perdón a la menor tutelada: "Muerto el perro no se acabó la rabia. Si no han sido capaces de gestionar, tengan la dignidad de pedir perdón a la menor tutelada, que es la víctima. Si Oltra ha dimitido y ustedes no piden perdón, es que ustedes siguen siendo indecentes en este Parlamento", atacó la síndica del PPCV, María José Catalá.
Después de la intervención de la popular, Oltra siguió siendo el hilo conductor de la sesión. El conseller de Hacienda, Arcadi España, quien respondió a una interpelación de Alfredo Castelló también referente a Oltra, se dirigió a la exvicepresidenta en nombre de todo el Consell para trasladarle un único mensaje en tres palabras: "Agradecimiento, reconocimiento y respeto". "Solo tenemos palabras de agradecimiento por la actitud responsable que ha demostrado estos meses. Reconocimiento de que ella ha sido fundamental para el cambio político. Y respeto que mucha gente no ha tenido yendo mucho más allá de la crítica legítima".
Acto seguido, Marzà, que se estrenaba en la labor de fiscalización al jefe del Consell en sustitución de Robles, inició su discurso de la misma manera: dándole las gracias a Oltra "por su generosidad" y dejarse "la piel en mejorar la vida de los más vulnerables". "Gracias por dar ejemplo, por demostrar que no todos somos iguales, por dar un paso a un lado que servirá para dar 10 hacia delante", añadió para más tarde concluir que Compromís "estará ahí cuando toda esta pesadilla se acabe".
Su intervención, a pesar de que los días previos en Compromís habían advertido que sería dura con el jefe del Consell, sin embargo, no fue lo 'agresiva' que se esperaba. De hecho, el exconseller dedicó cuatro minutos de los cinco de los que disponía para loar la acción del Gobierno del Botànic II, desear una larga vida al ejecutivo y tan solo recordó a Puig que el Gobierno de Pedro Sánchez debe tratar a los valencianos de manera justa.
El eje central de la mañana, también lo fue por la tarde. Oltra y Mas bajaron de la mano del despacho que fue de la primera y que ahora lo será de la segunda. Las dos rompieron a llorar. Había en ellas un poco de emoción, pero también de rabia por la coyuntura en la que se produce el relevo. Y aunque el discurso de la nueva vicepresidenta tuvo algunas notas a resaltar -Mas advirtió que su presencia en el Consell servirá para vertebrar el territorio y centrará parte de su actividad en las comarcas de Alicante (ella es de Crevillent)-, de nuevo la sombra de Oltra volvió a copar parte del acto: "Mónica, no soy tu sustituta porque tu eres insustituible".