VALÈNCIA (EFE). Las pymes industriales de menos de 250 trabajadores pueden pedir desde hoy y durante un mes las ayudas asociadas al programa piloto del Ministerio de Industria para la reducción de la semana laboral a cuatro días sin recortar el salario.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) lleva este jueves la convocatoria de las ayudas, una vez publicada en diciembre la orden ministerial con las bases de un programa que .
Las empresas podrán optar a ayudas de hasta 200.000 euros si reducen durante un mínimo de 24 meses un 10 % de la jornada laboral sin bajar salarios.
El objetivo del programa es impulsar la mejora de la productividad en pequeñas y medianas empresas privadas que desarrollen una actividad industrial.
"Animo a las empresas a que aprovechen este programa y presenten sus iniciativas", ha declarado el ministro de Industria, Héctor Gómez, en un comunicado en el que destaca que se trata de ofrecer a las pymes industriales "una nueva forma de organizar sus jornadas laborales con reducciones del tiempo de trabajo sin afectar a los salarios y mejorando sus resultados empresariales".
El programa apoyará los gastos asociados a esa reorganización y parte de los costes salariales incurridos.
Según Industria, al tratarse de un proyecto experimental y con presupuesto reducido se ha decidido restringirlo al sector industrial "para conseguir una suficiente representatividad estadística que permita obtener conclusiones basadas en datos que puedan posteriormente escalarse al resto de la economía".
El debate parlamentario sobre la reducción de la semana laboral de 40 a 32 horas lo abrió Más País, que condicionó su apoyo a los presupuestos de 2021 a la puesta en marcha de un programa piloto.
La dotación económica para implementarlo finalmente se contempló en los presupuestos de 2022, si bien su puesta en marcha ha llegado en 2023.
Más País defiende esta medida no solo para mejorar la productividad empresarial, sino también ante la falta de conciliación laboral y familiar, y por los problemas de salud asociados a jornadas laborales excesivas.
A nivel autonómico la Comunitat Valenciana ya puso en marcha su propio programa piloto subvencionado el pasado verano para las empresas que reduzcan al menos el 20 % de la jornada en cómputo semanal durante un mínimo de un año.
El País Vasco también tiene previsto ensayar el próximo año la reducción de jornada laboral sin mengua salarial como forma de retener el talento y favorecer la conciliación.
La ciudad de València está llevando a cabo este mes un análisis de los efectos de la semana laboral de cuatro días sobre la salud y el bienestar, el medioambiente y la economía, aprovechando la coincidencia de cuatro lunes festivos entre abril y mayo.
La reducción de la jornada de 40 a 32 horas es una reivindicación sindical desde hace años, pero solo unas pocas empresas la aplican en España -fundamentalmente tecnológicas con personal muy cualificado-, mientras que otras han optado por la concentración horaria y algunas han ofrecido recortar horas a cambio de reducciones de sueldo.
Ningún gran país europeo tiene proyectos legislativos en marcha para implantar la jornada de 32 horas semanales, más allá de las experiencias piloto desarrolladas en el Reino Unido e Irlanda.
La semana laboral de 35 horas de Francia es la más reducida, en tanto que otros países como Bélgica o Grecia dan la posibilidad de concentrar la semana laboral en menos días pero sin reducir el número de horas trabajadas.