VALÈNCIA. La descarbonización es uno de los grandes objetivos de Europa. Y, para conseguirla, la mayoría de países transita hacia el fomento de energías más verdes para cumplir con el hito de las cero emisiones netas en 2050. Además de la eólica y fotovoltaica, existen otras alternativas como la producción de biogás o biometano, gases renovables a partir de residuos. Con ese propósito, la valenciana Genia Bioenergy, filial del grupo Genia Global Energy, se ha asociado con Enagás Renovable para impulsar el desarrollo de 10 plantas de biometano a partir de residuos orgánicos en España.
Lo harán a través de la plataforma ‘The Green Vector’, participada al 50% por cada empresa, que actuará como promotora y operadora de las instalaciones del biometano, un gas asimilable al gas natural. Enagás aportará su experiencia en el desarrollo y la promoción de los gases renovables y Genia, la tecnología y la capacidad de gestión e integración de todos los actores de la cadena de valorización de los residuos.
Según explican, la idea de crear una plataforma obedece a su visión de integrar a todos los actores implicados en la cadena de valor: compostadores y gestores de residuos, agricultores y ganaderos, industria agroalimentaria y los ayuntamientos de las diferentes localidades donde se ubiquen los diferentes proyectos. "Entre los objetivos de de está el impulsar la descarbonización de la economía, ofreciendo una energía de fuentes renovables en un proceso que quiere dar un papel a todos los agentes de la gestión de los residuos y del biometano", destaca Gabriel Butler, CEO de Genia Bioenergy,
De hecho, esta alianza empresarial va en línea con la Hoja de Ruta del Biogás del Gobierno de España, el Plan Estratégico Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica (PNCCA), y los objetivos europeos marcados por el Plan REPowerEU y el Marco Europeo de Energía y Medio Ambiente 2030.
Para ello, su hoja de ruta pasa por la construcción y desarrollo de 10 plantas de biometano en España hasta 2030 para producir hasta 1 TWh de energía cada año y gestionar más de 1,5 millones de toneladas de residuos. Y, en esta aventura, la Comunitat Valenciana jugará un importante papel, ya que, de momento, de los proyectos anunciados y que están en tramitación, dos estarán en la provincia de Valencia.
En concreto, su estrategia se dividirá en dos fases. En la primera, se prevé el desarrollo de cinco instalaciones de producción de biometano hasta 2024, con puesta en marcha hasta 2026, y que permitirán producir en torno a 500 GWh de biometano, y solucionar la gestión sostenible de más de 750 mil toneladas /año de residuos orgánicos. Ya en la segunda, la plataforma acometerá las otras cinco, que sumarán otros 500 GWh hasta 2030, doblando la cantidad de residuos gestionados. Toda esta producción cubriría alrededor del 35 % de las necesidades de una comunidad autónoma como Extremadura durante todo un año.
Los primeros desarrollos ya están en marcha. El primeroes una planta de biometano en Vencillón (Huesca). Esta instalación, cuya fecha de puesta en marcha está prevista para principios de 2025 y en la que se estima una inversión de más de 15 millones de euros, será capaz de digerir más de 140.000 toneladas de residuos orgánicos, principalmente estiércoles, que se convertirán en 100 GWh de biometano cada año, evitando así la emisión de en torno a 150 mil toneladas de CO2eq/a a la atmósfera.
También está en tramitación otras dos en Valencia, una con una valorización de hasta 180.000 toneladas de residuos orgánicos para producir más 80 GWh de energía al año, y otra con una producción de energía prevista de 100 GWh a partir de 130.000 toneladas de biorresiduos al año.
También, se promueve otro proyecto en Lugo, con una capacidad energética de más de 100 GWh al año que permitirá convertir en torno a 150.000 toneladas de biorresiduos en energía renovable al año. Y, de esta primera fase, la quinta planta prevista se ubicará en Albacete, con una valoración de 100.000 toneladas de residuos orgánicos para producir también más de 80 GWh al año.
De esta forma, la plataforma The Green Vector busca solucionar el problema de la generación de residuos dándoles una segunda vida que, a su vez, contribuya a esos objetivos de descarbonización. Pero, además, quiere hacerlo de manera conjunta con todos los agentes implicados para fortalecer al tejido empresarial y potenciar el ecosistema económico en zonas rurales, en donde se ubicarán las instalaciones.
De hecho, cabe recordar que la Comunitat Valenciana es una de las Administraciones autonómicas que busca promover una nueva industria de producción de biogás para reducir un 6,5% el consumo de gas natural y las compras del mercado exterior, que suponen unos 300 millones de euros en compras y otros 34 millones por los derechos de emisión. Pero, también para generar una economía circular y aprovechar los residuos urbanos.
Para ello, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica presentó hace unos meses una 'Ruta Valenciana del Biogás', que radiografía todo el territorio indicando los puntos más propicios para la instalación de unas cien plantas en la región, de las que el 60% serán privadas y el 40% públicas. El objetivo es la generación de 6.000 puestos de trabajo en 2030 y movilizar cerca de 500 millones de euros de inversión: 300 procedentes de fondos europeos, 150 millones de la Generalitat y los 50 millones restantes del sector privado.
En concreto, el biogás producido durante el proceso de digestión anaerobia de los residuos es purificado mediante un sistema de upgrading obteniéndose biometano (CH4) con una pureza del 98%-99%.. Este gas supone una fuente de energía de origen renovable con unas características asimilables a las del gas natural de origen fósil, pero procedente de fuentes renovables y, por tanto, descarbonizado.
Actualmente, en Europa existen cerca de 800 plantas que inyectan biometano a la red de distribución y más de 19.000 que producen biogás para autoconsumo o cogeneración.
