VALÈNCIA (EFE). El científico castellonense Avelino Corma recibirá el próximo martes en València el premio Inventor Europeo a toda su trayectoria por descubrimientos que se utilizan en numerosas industrias, entre las que destacan la energética, la farmacéutica y la cosmética, entre otras.
El cofundador del Instituto de Tecnología Química, centro mixto de la Universitat Politècnica de València y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha dedicado toda su vida a desarrollar procesos químicos y catalizadores más sostenibles, y por ello la Oficina Europea de Patentes (OEP) lo galardonará con el Premio al Inventor Europeo 2023 a Toda la Trayectoria Profesional.
Se trata de un reconocimiento a su "extraordinaria" carrera en el mundo de la química, que dura ya más de tres décadas y del que se le hará entrega durante una ceremonia que tendrá lugar en el Palacio de las Comunicaciones de València a las 12 horas del martes.
Entre sus contribuciones a la ciencia, desde la OEP han destacado el desarrollo de zeolitas sintetizadas, materiales cristalinos compuestos de silicio, aluminio y oxígeno que actúan "como una esponja con agujeros muy pequeños que atrapan pequeñas moléculas para que se produzca una reacción química específica".
De este modo, aunque algunas zeolitas se producen de forma natural, se pueden crear catalizadores selectivos para moléculas de un tamaño determinado.
Aunque en teoría es posible sintetizar millones de estructuras de zeolitas, hasta la fecha sólo se han desarrollado unas 300 y aproximadamente una quinta parte de estas han sido desarrolladas por Corma y su equipo del ITQ.
De hecho, la primera zeolita sintética de Corma se desarrolló en 1989 y gracias a ella fue posible producir combustibles con mejor kilometraje, menos emisiones de carbono en climas más cálidos y mayor capacidad para soportar la compresión en un motor.
Desde entonces, los trabajos de Avelino Corma y su equipo se han utilizado, por ejemplo, en la generación de energía a partir de la biomasa o en la eliminación de óxidos de nitrógeno para paliar la contaminación atmosférica.
Hasta la fecha, Corma ha sometido casi 200 solicitudes de patentes europeas y más de 50 de sus patentes han sido licenciadas a empresas internacionales.
El investigador comenzó sus estudios de Química en la Universitat de València en 1967 y los continuó durante más de una década, incluyendo un postdoctorado en la Queen's University de Canadá.
En 1979 empezó a trabajar como investigador en el CSIC y en 1987 pasó a ser profesor de investigación; desde entonces, Corma ha dirigido investigaciones sobre Catálisis Heterogénea en el mundo académico y en el sector privado en colaboración con varias empresas.
En este sentido, ha trabajado en aspectos fundamentales de la catálisis ácido-base y redox para comprender la naturaleza de los centros activos y de los mecanismos de reacción.
A partir de estos conocimientos, desarrolló una serie de catalizadores que están siendo utilizados en diversos procesos industriales actualmente, como la reducción de emisiones contaminantes de vehículos y fábricas, la mejora de los alimentos, la purificación del agua, los procesos de refinado del petróleo, la producción de medicamentos y, en general, en el desarrollo de una industria química más sostenible.
Corma es autor de varios libros, entre ellos 'Catalytic Cracking' e 'Introduction to Zeolite Molecular Sieves', así como de más de 1.200 publicaciones.
La de este año es la decimoséptima edición de este galardón, que reconoce la contribución de inventores y equipos de investigación al progreso científico y tecnológico, y al que aspiran doce propuestas internacionales.
El galardón está organizado por la Oficina Europea de Patentes (OEP), con sede en Múnich (Alemania) -en esta edición con la colaboración de la Generalitat Valenciana-, y es la segunda ocasión en la que España acoge esta ceremonia, tras la edición de 2010 celebrada en Madrid.
Los finalistas revelados hasta el momento proceden de países como Australia, Austria, Bélgica, China, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, India, Irlanda, Italia y Estados Unidos y trabajan en áreas como la sostenibilidad, la eficiencia energética, avances médicos, optimización de recursos o soluciones de movilidad.
Los finalistas de materia de industria son: el equipo finlandés formado por Pía Bergström, Annika Malm, Jukka Myllyoja, Jukka-Pekka Pasanen y Blanka Toukoniitty, por hacer posible la transformación de residuos en combustibles renovables; los científicos belgas Michiel Dusselier y Bert Sels, por simplificar la producción de bioplásticos con un método más económico y ecológico; y el físico austriaco Josef Faderl y su equipo, por desarrollar un acero más robusto y ligero que mejora la seguridad en carretera.
De los países no pertenecientes a la OEP se ha seleccionado al inventor chino Kai Wu y su equipo, por reducir el riesgo de sobrecalentamiento y explosiones en vehículos eléctricos; a Kripa Varanasi y David Smith, de India y Estados Unidos, por crear envases antiadherentes; y a los investigadores australianos Thomas Oxley y Nicholas Opie, por desarrollar un implante cerebral para la comunicación con dispositivos.
En investigación, es finalista el alemán Harald Haas, por hacer posible transmitir Internet de alta velocidad a través de luces LED; el equipo francés formado por Patricia de Rango, Daniel Fruchart, Albin Chaise, Michel Jehan y Nataliya Skryabina, por desarrollar un método seguro y eficaz para el almacenamiento de hidrógeno; y los científicos islandeses Thorsteinn Loftsson y Einar Stefánsson, por desarrollar colirios no invasivos que reemplazan a las agujas en algunos tratamientos oculares.
En el área de pymes optan al galardón el francés Antoine Hubert y su equipo por desarrollar granjas verticales de insectos destinadas a la producción de alimentos y fertilizantes; el astrofísico italiano Luca Rossettini, por sus tecnologías de limpieza de desechos espaciales; y las físicas irlandesas Rhona Togher y Eimear O'Carroll, por su material que ayuda a reducir la contaminación acústica.