Tal y como esperábamos, el presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, ha despejado el camino para un recorte de tipos en septiembre en su discurso en el Simposio Económico de Jackson Hole, pero se abstuvo de dar una orientación definitiva sobre la senda de los tipos de interés: la dependencia de los datos sigue siendo el modus operandi.
Al mismo tiempo, se mostró más pesimista sobre las condiciones del mercado laboral que en la reunión de julio del FOMC, al afirmar que "no buscan ni acogen con satisfacción un mayor enfriamiento de las condiciones del mercado laboral".
Además, tras reflexionar sobre decisiones anteriores en las que se ha criticado a la Reserva Federal por haber esperado demasiado para subir los tipos, Powell indicó que han aprendido la lección, lo que quizá sea una suave insinuación de que la Reserva Federal está dispuesta a recortar los tipos en más de 25 puntos básicos, si las condiciones económicas lo justifican. Desde nuestra perspectiva, esto no parece necesario por el momento, pero sin duda da a los mercados un poco de lo que han estado pidiendo.