CASTELLÓ. El Ayuntamiento de les Alqueries ha invertido en los últimos dos años más de 800.000 euros para mejorar los polígonos industriales Ull Fondo y Els Vents. Para ello ha contado con el imprescindible apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), que ha sufragado el 50% del coste económico de las actuaciones.
El consistorio que preside desde junio del año pasado el popular Antonio Gil pretende seguir la senda que trazó su predecesora, la socialista Esther Lara, para atraer nuevas empresas de pequeño y mediano tamaño a la localidad. Los polígonos Ull Fondo y Els Vents suman 548.651 metros cuadrados de superficie y, a diferencia de lo que sucede en otros municipios cercanos del triángulo cerámico como Vila-real o l'Alcora, en les Alqueries sí hay suelo industrial disponible.
La mayor parte de esos 800.000 euros se han invertido en la construcción del puente ciclopeatonal elevado sobre la CV-222 que ya comunica los dos polígonos, cuya segunda fase de obras culminó en noviembre del año pasado. También se han instalado las canalizaciones de fibra óptica, las cámaras de videovigilancia, se ha renovado el alumbrado público, se han incrementado las bocas hidrantes contra incendios, se ha prolongado el carril bici por algunas calles de los dos polígonos y se han mejorado las zonas verdes que ya existían. Peor suerte ha corrido la nueva página web creada específicamente para promocionar ambos polígonos, ya que no funciona.
Además de subsanar las deficiencias más graves que presentaban los parques industriales de Ull Fondo y Els Vents, el consistorio de Les Alqueries también ha logrado en los últimos años resolver importantes carencias que arrastraba en sus principales infraestructuras sanitarias, educativas y culturales.
El consultorio médico funciona a pleno rendimiento tras la remodelación que ejecutó el año pasado el consistorio gracias a una subvención de la Conselleria de Sanidad. Se invirtieron 339.765 euros para reordenar las áreas de consultas médicas y enfermería, hacer accesibles los aseos, mejorar la eficiencia energética de la climatización y, por último, acondicionar un nuevo espacio de usos múltiples como sala de rehabilitación, charlas y reuniones. El centro de la calle Caixer cuenta con tres consultas de medicina familiar y una de enfermería.
Respecto al colegio Pintor Sorolla, se invirtieron 52.517 euros en la redistribución de la antigua vivienda del conserje para crear dos aulas de Infantil para niños de 2 a 3 años y un pequeño almacén.
Por último, en el plano cultural, los 117.249 euros invertidos permitieron mejorar la accesibilidad del edificio municipal que alberga la sala de exposiciones y la biblioteca municipal, en la avenida Mossén Juan Miralles. La empresa Antilia Obras y Proyectos instaló un ascensor de acceso a la primera planta, donde se celebran numerosas actividades culturales.
