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tribuna libre / OPINIÓN

Libertad y ética pública

Foto: JUAN BARBOSA/EP
1/03/2023 - 

Libertad y ética pública es el título del último libro de Aniceto Masferrer, catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones, en el que realiza un lúcido y certero análisis de la cultura y sociedad actuales, al tiempo que propone claves y concretas sugerencias para su regeneración. El autor explica por qué pensar críticamente y expresarlo es clave para salvar la democracia.

Se trata de un ensayo sobre la libertad, la ética y el Derecho en el contexto actual, que estimula el pensamiento crítico e invita a la sociedad civil en general, y a la española en particular, a posicionarse frente a la situación social actual, confrontándola con las exigencias de la Constitución vigente en el marco de un Estado social y democrático de Derecho, declarado en su artículo 1.

Si la lectura de cualquier libro nos transforma, este ensayo y la posición en la que nos sitúa, lleva a una toma de conciencia del derecho –inherente a todo ser humano– a reivindicar la primacía de la libertad para enjuiciar y decidir desde el pensamiento crítico y personal, rechazando frontalmente todo atisbo de imposición del pensamiento único y totalitario, también cuando éste es avalado por la gestión de una clase política que parece estar dispuesta a destruir un sistema democrático logrado y consolidado en el transcurso de la historia de España.

Para garantizar la libertad y su ejercicio conforme con la dignidad humana, el profesor Masferrer nos interpela a la búsqueda de la verdad, alcanzarla y abrazarla, desde la realidad, como exigencia imprescindible para poder contribuir positivamente en la configuración de una sociedad más libre y madura, más justa y equitativa.

La libertad necesita de herramientas y este ensayo se fundamenta, ampliamente, en los resortes naturales, legales y legítimos al alcance de los ciudadanos, de los que no deben hacer dejación, cuales son el derecho y el deber de respetar la diversidad de opiniones y creencias que se dan en la sociedad plural, así como en el arte en el que se convierte el derecho a expresar libremente las opiniones personales.

El libro recoge un análisis exhaustivo del respeto. En este sentido dedica, en el capítulo IV, cuatro páginas a su desarrollo, de la 141 a la 144. Defiende la importancia del diálogo frente al monólogo, la búsqueda sincera del entendimiento mutuo, resaltando la necesidad de escuchar a todos –sobre todo, a quienes piensan de modo distinto– como una exigencia de la condición humana y de toda sociedad auténticamente plural y democrática. También anima a conocer y aceptar la historia, no para refugiarse o anclarse en ella, sino para aprender de ella, como decía Cicerón, y para conocer de dónde vienen muchas realidades, conocimiento clave para poder afrontar el presente y el futuro.

También ofrece criterios o principios que permitan vivir en justicia y hagan posible la regeneración de una sociedad libre y madura: no mentir, no robar ni malgastar, no discriminar al diferente, no permitir injerencias indebidas al ejercicio de libertades fundamentales. Analiza algunas de las últimas legislaciones sobre unos supuestos derechos para una interesada y forzada "realización personal", promovidos por lobbies muy poderosos. Detecta la promoción, en el nuevo modelo de dignidad y sexualidad humana, del derecho a la privacidad, cuyo efecto es la restricción de varios derechos fundamentales reconocidos en las primeras constituciones liberales, “derechos pre-políticos” inherentes a todo humano, cuyo ejercicio debería de ser reconocido y salvaguardado por el Estado. En esta línea, relaciona la jurisprudencia norteamericana y la europea con respecto a la libertad sexual, analizando el impacto de la revolución parisina de mayo del 68, así como la implantación de la ideología de género desde antes de la Segunda Guerra Mundial, proceso que no se ha querido ni sabido evitar.

Foto: JUAN BARBOSA/EP

En definitiva, Masferrer, ofrece claves y reflexiones para la regeneración de una sociedad libre y madura, más capaz de pensar por sí misma y de distinguir entre lo que contribuye a su humanización y lo que la deshumaniza. Nos alerta de la restricción de algunos derechos naturales, elevados a fundamentales por la Constitución, al ámbito de lo íntimo, despojándolos de su dimensión pública, con el fin de impedir un cambio de opinión pública forjada por los medios de comunicación e intereses espurios.

Entiende el autor que la clase política debería promover la libertad y la iniciativa privada, fuente de creatividad y de riqueza. Masferrer se muestra convencido de que el ejemplo coherente de los ciudadanos, uno a uno, ejerce tal influencia en su entorno que puede propiciar que la política termine siendo reflejo de una sociedad más libre y madura, tan necesaria para que cada ciudadano pueda vivir en libertad, gozando de todo aquello que es bueno, bello y justo.

El autor es claro, incisivo y directo. Razona con rigor y de un modo sumamente respetuoso. En ningún momento pretende suplantar el pensamiento del lector, sino todo lo contrario, estimular a que piense por sí mismo, tal como recoge el autor en la nota preliminar del libro:

"De ahí que este ensayo no pretenda convencer ni persuadir al lector de ninguna tesis en particular, sino invitarle a que piense por sí mismo, al hilo de las cuestiones tratadas, y que tenga la valentía de expresar libremente sus ideas, también fuera del ámbito íntimo o familiar si fuera oportuno o necesario. Si al terminar el libro, el lector se hubiera convencido de esta realidad, me daría por satisfecho con independencia de que compartiera o no algunos de mis puntos de vista. Al fin y al cabo, yo puedo estar equivocado (errare humanum est), pero más lo estaría si no pensara por mí mismo, ni fuera capaz de dialogar con quien piensa de modo distinto.

Es más humano estar en el error pensando por uno mismo que en la verdad habiéndola 'asumido' pasiva y acríticamente; el primero, si mantiene su apertura mental y sano espíritu crítico, podrá llegar a la verdad y experimentará su luz y plenitud; el segundo, en cambio, jamás terminará de descubrir su fulgor, quizá ese mismo que llevó a Dostoyevski a afirmar que "la belleza salvará el mundo". La libertad es tan necesaria como bella, pero pierde su belleza si se despliega al margen de la justicia, si conculca las libertades de los demás, sobre todo las de los más vulnerables, la de aquellos que no tienen voz o no tienen la fuerza suficiente para hacerse oír y respetar. En este sentido, este ensayo también refleja mi preocupación por una sociedad posmoderna que, lejos de poner la tecnología y el globalismo al servicio del desarrollo sostenible e integral de todos (de los que estamos y de los que vendrán), parece mostrarse cada vez más narcisista e insolidaria, dejando "la vulnerabilidad desprotegida" e incrementando por doquier las bolsas de pobreza, así como el número de personas frágiles e indefensas abandonadas a la intemperie, a veces quizá por haber seguido una cultura consumista que estimula e invita incluso a la explotación de uno mismo. Cambiar esta tendencia corresponde a todos, si bien a cada uno de un modo distinto…".

Pienso que este libro muestra, en realidad, la preocupación de su autor por la sociedad en la que vive –y de la que no quiere desentenderse–, y cree que esta obra puede contribuir a su mejora. Y lo hace de un modo sincero, valiente y respetuoso. A mí me ha gustado, me ha ayudado a pensar más críticamente y a entender mejor la sociedad en la que me ha tocado vivir. Y estoy muy agradecida al autor.

Quien quiera conocer más de cerca, tanto esta obra como a su autor, lo tiene fácil. Este jueves, 2 de marzo, a las 19:00h, presentará su libro y firmará dedicatorias en la Librería Ideas, c/ Grabador Esteve, 33, Valencia.

Mª del Carmen Sopena Moñino es abogado

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