CASTELLÓ. "El objetivo es reasumir el control de sus vidas", la frase se refiere a las víctimas de violencia machista, tema de la jornada celebrada este fin de semana en Castelló, organizada por la asociación Liceu de Dones, en el marco de Castelló Violeta, con motivo de los actos programados por el 25 de noviembre.
Mujeres expertas en violencia de género desde la psicología, criminología, justicia y el campo forense han realizado un minucioso recorrido por el que atraviesan las víctimas de la violencia de género, desde la agresión, hasta el momento de la denuncia, el juicio y posterior proceso hacia la supervivencia.
Con asistencia de 15 mujeres y un centenar online, por la situación de la covid, las cinco ponentes coincidieron en resaltar la importancia de prevenir cualquier tipo de violencia, antes de judicializar la situación y por supuesto dotar de medios necesarios a todos los estamentos que intervienen en el proceso para realizar, con absoluto rigor y máxima profesionalidad su cometido y alcanzar el objetivo de convertir a las víctimas en supervivientes.
"Hay que evitar por todos los medios revictimizar a las mujeres que sufren maltrato", insiste Andrea Planchadell, catedrática de Derecho Procesal. El proceso por el que atraviesa la víctima de violencia machista es muy doloroso. "Nadie cuestiona una denuncia por el hurto de un bolso, por ejemplo; en cambio siempre se pone en duda cuando una mujer acude a comisaría por abusos, violación o malos tratos. ¿Por qué?", se pregunta la Doctora en Derecho, Ana Beltrán.
Desde 2003, en que existen estadísticas en España, se han producido 1.074 asesinatos de mujeres, a manos de sus parejas o ex parejas. En cambio las estadísticas no registran otros tipos de violencia hacia las mujeres, mucho más frecuentes y tan perniciosas como la violencia psíquica o la neurológica. Pero está claro que no todas las mujeres denuncian situaciones de riesgo por violencia. Se calcula que pueden tardar a presentar denuncia hasta 10 años y muchas no lo hacen nunca. "Yo no quiero meter en la cárcel al padre de mis hijos", es una excusa frecuente para no denunciar, según reconoce la psicóloga Pilar Domínguez.
En la provincia existen oficinas de atención a las víctimas del delito en Castelló, Vila-real y Vinaròs, y en breve abrirán en Nules y Segorbe. La situación va mejorando en cuanto a recursos, desde 1997 en que se produjo el punto de inflexión tras el asesinato de Ana Orantes, pero todavía queda camino por recorrer. "La víctima siempre busca estrategias de supervivencia", reconoce Mª Dolores Moyano, psicóloga del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Castelló, quien añade que "solo cuando la mujer ve claramente que, haga lo que haga, sufrirá mal trato, se atreve a denunciar”.
No resulta fácil iniciar el proceso, aunque existe una legislación que protege a las mujeres, como victimas vulnerables, la mayoría permanece atrapada, con una mezcla de emociones contradictorias que, en muchos casos, les paraliza. Como dice la psicóloga Gema Peiró, "nuestro objetivo es reasumir el control de sus vidas".