VALÈNCIA. Todos los caminos llevan a Roma, y también a Les Corts Valencianes. Pero unas rutas son más rápidas que otras y esas son las que sirven a los servicios económicos del Parlamento para calcular los gastos de kilometraje que deben abonar a sus señorías desde el pasado mes de julio. Un cambio de criterio en las normas de funcionamiento que ha generado un lío tremendo entre los diputados, dado que esta modificación beneficia a algunos pero también perjudica al bolsillo de otros.
El dilema es el siguiente: Les Corts pagan a los diputados unas indemnizaciones por asistencia al puesto de trabajo. Estas dietas tienen en cuenta la distancia que existe entre la Cámara autonómica y la vivienda del representante político en cuestión, por lo que estos perciben los gastos de kilometraje de un viaje de ida y vuelta a su domicilio. Para ello, sus señorías acreditan que es su vivienda habitual aportando un certificado de empadronamiento.
Para proceder al pago del kilometraje, Les Corts se basaba hasta ahora en una tabla de distancias kilométricas desde el Parlamento valenciano a las diferentes localidades que fue aprobada en el año 2004. Sin embargo, esta ha quedado desfasada porque a lo largo de las últimas dos décadas se han creado nuevas carreteras.
Con este escenario, la Mesa de Les Corts acordó derogar este cuadro de distancias hace dos meses y, a partir de ahora, empleará el mapa de la red de carreteras del Ministerio de Transportes y Movilidad para hacer el cálculo de tramos. Y no solo eso, sino que tendrá en cuenta cuál es el trayecto más rápido -no el más corto- que pueden emplear los diputados para trasladarse a la Cámara, al entender que en el ejercicio de sus funciones "deberá primar la mayor eficiencia, que supone que los miembros de la cámara deben atender en el menor tiempo posible a las obligaciones derivadas de sus funciones".
El cambio de criterio es especialmente sustancial y afecta a absolutamente todos los diputados. ¿Por qué? Pues porque ahora mismo se ha cambiado la distancia a la que están sus domicilios de Les Corts. Un diputado que esté empadronado en Adsubia ya no cobrará una indemnización por estar a 90 kilómetros, sino por estar a 112. Y por contra, otro que resida en Agost, ya no lo estará a 166, sino a 147.
El primero, se verá beneficiado porque se le abonará el pago de 22 kilómetros más de ida y otros 22 de vuelta en cada viaje que realice al Parlamento. En total, 44 kilómetros a razón de 0,32 euros, lo que se traduce en 14 euros por desplazamiento. Si acude cuatro veces a la Cámara (por ejemplo, por dos plenos mensuales), estaríamos hablando de en torno a 56 euros, que al año se traduce en cerca de 675 euros.
En el segundo caso, sin embargo, ocurre lo contrario. El diputado de Agost pierde 19 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Es decir, 38 en total en cada traslado. Algo más de 12 euros, de manera que con cuatro asistencias al mes (48 euros), perderá al año 583 euros.
Y así hay 99 casos diferentes. Tantos como diputados hay en Les Corts Valencianes. Para algunos, el cambio es a mejor, pero para otros ocurre todo lo contrario. El cabreo en las bancadas es mayúsculo, y más si cabe porque el acuerdo de la Mesa de Les Corts determina que este cambio de criterio debe aplicarse con efectos retroactivos desde el inicio de la legislatura.
"El Servicio de Asuntos Económicos procederá a la aplicación del criterio establecido en el anterior apartado desde el inicio de la legislatura a todos los miembros de la cámara, practicando de oficio las liquidaciones positivas o negativas que pudieran surgir", concluye el acuerdo que la Mesa validó el pasado 17 de julio.
Como si de una declaración de la renta se tratara, a algunos les sale a pagar y otros a deber. Y los servicios económicos de la casa emplearon el mes de julio a revisar las nóminas del casi centenar de parlamentarios para cotejar a quién se le había pagado de más y a quién de menos, para corregir las retribuciones desde junio de 2023 -cuando se configuraron las nuevas Corts-.
Acto seguido, comunicaron a sus señorías lo que debían a las arcas públicas y se les informó que en las próximas nóminas se subsanaría tal situación. La notificación alarmó a los diputados perjudicados y el jaleo que se montó en el Parlamento valenciano fue relevante. Tanto, que los síndics de las cuatro formaciones mantuvieron una reunión secreta para tratar de arreglar el desaguisado y acordaron paralizar la aplicación del acuerdo.
La cuestión que discutieron fue que se aplicara la retroactividad a aquellos parlamentarios a los que beneficiara el cambio de criterio, pero no a aquellos a los que les perjudicara para no tener que hacerles abonar, en algunos casos, hasta 5.000 euros. Sin embargo, por el momento todo está parado y no hay ningún pacto cerrado al respecto sobre cómo aplicar la nueva normativa.
El cambio de criterio aprobado no surge de la nada. La Mesa de Les Corts acordó esta reforma a raíz de un escrito de una diputada de Vox a la que le estaban abonando los gastos de desplazamiento por recorrer 7 kilómetros que separan Rocafort de València. Sin embargo, según el mapa de carreteras del Ministerio de Transportes, este municipio se encuentra a 10,15 kilómetros de distancia y tanto los servicios jurídicos como económicos del Parlamento le acabaron dando la razón.
La representante voxista pasaría ahora a cobrar 6.522,48 euros anuales en concepto de kilometraje 'fijo' frente a los 3.261,24 que percibió anteriormente, la mitad. Y en cuanto a los gastos de desplazamiento variables, la cámara debería pagarle seis kilómetros de más -ida y vuelta- por cada viaje. En caso de que se acuerde finalmente aplicar la retroactividad, Les Corts deberían abonarle más de 4.000 euros.
El pago del kilometraje siempre ha sido una cuestión polémica porque Les Corts cuenta con dos tipos de pagas por el mismo concepto. Por un lado, pagan a los diputados cada viaje que realizan para acudir a comisiones, reuniones o plenos. Estas indemnizaciones se abonan en concepto de "gastos de funcionamiento y asistencia" a razón de 0,32 céntimos el kilómetro, y las cuantías percibidas al mes varían en función del número de desplazamientos que el diputado haya hecho en dicho periodo.
Pero por otra parte, también hay una asignación fija mensual en concepto de "indemnización por ejercicio de función" que es mayor o menor según la distancia a la que se encuentre el domicilio de los diputados: si la vivienda está a menos de 10 kilómetros, cobran 271,77 euros al mes. Si su casa está a una distancia entre 10 y 100 kilómetros, la cantidad aumenta a los 543,54 euros; y si supera los 100 kilómetros, Les Corts les pagan 815,31 euros. Es decir, que estas gratificaciones fijas las perciben todos los meses independientemente de que se desplacen o no a Les Corts. La justificación para abonarlas, sin embargo, es la misma: la distancia a la que se encuentran las viviendas de sus señorías de su lugar de trabajo.
Esta circunstancia hace que los Servicios Económicos del Parlamento no solo hayan tenido que revisar las nóminas para corregir las retribuciones -al alza o a la baja- que han percibido los diputados en concepto de 'kilometraje variable' o 'desplazamientos' mensuales. Sino que también con el cambio de criterio registrado para calcular las nuevas rutas a los domicilios, hay algunos que han pasado de situarse a 7 kilómetros de Les Corts y a estar a 10, por lo que cambian de 'escalón' y pasan de cobrar 271 euros al mes, a recibir 543 en su lugar. De ejecutarse el acuerdo tal como está validado por la Mesa de Les Corts -con retroactividad-, la Cámara deberá abonar los 271 euros de diferencia multiplicado por los meses que ha transcurrido de legislatura, lo que hace un total de 4.706 euros de atrasos.
Los parlamentarios que se encuentran en la otra orilla deberán retornar ese dinero a la caja de Les Corts. Un diputado de Alcocer de Planes, pasa de situarse a 103 kilómetros y percibir 815 euros al mes, a ubicarse a 98 kilómetros. El cambio, por tanto, le baja un peldaño en la escala de retribuciones y pasará a percibir 543 euros mensuales, por lo que si la retroactividad le afectara finalmente debería retornar 4.706 euros a las arcas de la institución.