ALICANTE. Dos de las medidas más importantes que se adoptaron durante la pandemia del coronavirus para ayudar a las empresas a capear el impacto económico de la crisis sanitaria tocan a su fin este mes, ya sin visos de prórroga: la moratoria concursal, que permitía a las empresas en situación de insolvencia no declararse en concurso para ahuyentar una posible liquidación por una tensión puntual; y la carencia de dos años que se aplicó a todos los créditos ICO concedidos entre marzo y junio de 2020.
El momento y la coincidencia temporal de estos dos cambios no es precisamente el idóneo, pues superada la crisis del covid, las empresas afrontan ahora la crisis de costes y de suministros, agravada por el conflicto de Ucrania pero que estalló a finales del año pasado con el alza de la energía. Un escenario que, a juicio de expertos, abogados y economistas ha impedido que muchas de las empresas que se beneficiaron de dichas medidas se haya recuperado a estas alturas, por lo que la finalización de la moratoria y la carencia amenaza con desembocar en una avalancha de liquidaciones.
El Gobierno central ya ha anunciado que ampliará la vigencia de las medidas especiales adoptadas por la guerra de Ucrania, como la bonificación del precio del combustible, pero entre esas medidas no se contempla ampliar la moratoria concursal ni reconvertir los ICO, al menos hasta el momento. Las empresas pueden negociar con sus entidades ampliar dicha carencia (y, por tanto, seguir pagando solo intereses sin devolver el capital), pero el proceso es farragoso al depender también del visto bueno del avalista público, y de hecho aquellos que quisieran solicitarlo ahora estarían fuera de plazo.
De hecho, hace unos días se dieron a conocer los resultados del barómetro de financiación elaborado por la firma de servicios profesionales BDO, según los cuales uno de cada cuatro fondos de deuda consultados considera que se producirá una avalancha de liquidaciones al no poder afrontar el repago del capital de los ICO, mientras el 75% restante cree que se producirá un fenómeno de refinanciación con un papel equitativo de la banca y de los propios fondos. Entre los más de 50 fondos consultados por BDO para su barómetro figuran los más activos en financiación a pymes en el panorama nacional de la deuda alternativa.
Al respecto, el abogado experto en concurso de acreedores Sebastián Crespo, de la firma alicantina Devesa & Calvo, señala que "el fin de la moratoria concursal prevista para el 30 de junio puede provocar un importante aumento de las solicitudes de concurso voluntario de acreedores. Va a ser un momento clave para dilucidar cuántas empresas afectadas por la pandemia, que han estado activas con medidas de apoyo, no pueden mantener la actividad".
Además, recuerda que "el Gobierno acordó la creación de los préstamos ICO para paliar las consecuencias del coronavirus, a través de entidades privadas, y el 30 de junio también acaba la carencia, aunque no existe una certeza sobre si ésta se ampliará hasta final de año". En un contexto con incremento de la inflación, de los costes laborales y del suministro energético desde hace un año, "se está empezando a estudiar la posible refinanciación de estos préstamos, la reestructuración de las compañías, o la situación en que quedará la empresa ante la entrada en mora y la necesaria presentación de su concurso de acreedores".
Por su parte, el responsable de la Comisión de Mediación Concursal del Colegio de Economistas de Alicante, Antonio Rodríguez, indica que "estamos en una situación de cierta bonanza por el 'rebote' después de los dos últimos años, y el consumo sigue al alza pese a los precios, pero esta situación no se puede mantener en el tiempo". Así, considera que "la moratoria concursal y los créditos ICO solo han alargado lo que tenía que llegar". El economista cree que este estallido se dará "previsiblemente en 2023, este año lo terminaremos aún relativamente ordenado".
En este sentido, Rodríguez recomienda "estar muy atentos al orden de crecimiento de las empresas, y cuáles son sus costes reales, ya que solo podremos hacerles frente si generamos recursos positivos". El miembro de la junta del Colegio de Economistas advierte que "solo puedo devolver el ICO si estoy ganando dinero; con la carencia, pagar solo los intereses era asumible para cualquier empresa, pero el problema viene cuando tengo que devolver el capital".