Los comerciantes de Vilafranca ven una "chapuza" el cierre de la arteria del pueblo en pleno verano

22/08/2022 - 

CASTELLÓ. Las obras de mejora y mantenimiento de calles y carreteras son necesarias. En muchas ciudades se aprovecha la época estival, cuando disminuye de forma considerable la población, para afrontar cierto tipo de reformas en los viales públicos. Precisamente, en el mes de julio, en Vilafranca, la Conselleria de Obras Públicas, Política Territorial y Movilidad ha comenzado a ejecutar la mejora y mantenimiento de la carretera CV-15 a su paso por la población.

Las obras afectan a la avenida Castellón, la arteria principal de la localidad, con lo que los accesos están cortados y el tráfico se ha tenido que desviar por viales de las afueras del municipio. Tan solo se ha dejado un paso mínimo por las aceras en todo el trazado de la vía para los peatones, una circunstancia que ha motivado la queja de gran parte de los comercios, que dan por perdido el verano y consideran que afectará a la economía de la localidad.

"Falta de sensibilidad"

El Ayuntamiento, encabezado por Silvia Colom, espera que las afecciones sean mínimas, pero los comerciantes ya han denunciado la falta de sensibilidad municipal. No en vano, los trabajos ya obligaron a cambiar la ubicación de la Fira de la Magdalena que se celebró recientemente en la localidad dels Ports.

De esta manera, desde el bar Moderno explican: “No es admisible que por una parte se hagan reuniones para fomentar el turismo y apoyar el comercio local y, por otra, ahora que es época estival, que es cuando más gente visita la población, se corte el principal acceso de la localidad”.

Pidieron un aplazamiento

El Ayuntamiento se reunió con los propietarios de los establecimientos en junio para trasladarles toda la información sobre las obras y los comerciantes le solicitaron que mediara para retrasar el inicio, explica Isabel, del bazar Eslale: “La chapuza es fuerte, pero es lo que hay, ya se intentó hablar que desde la Generalitat no se empezaran las obras en estas fechas, que es cuando nosotros estamos vivos, pero no se hizo”. 

Los comerciantes son conscientes de la necesidad de las obras “pero no era el momento”, explica Isabel, quien señala que “no solo afecta a los comerciantes, sino a todo el pueblo, ya que lo tenemos cerrado”. Y todo cuando desde la Administración se destaca su trabajo en la búsqueda de soluciones a la pérdida de población en el interior: “Parece que esto sea un nuevo concepto de ruralidad, que todos la queremos pero pocos la demostramos”, apunta esta afectada.

De la misma opinión es Montse, de la Panadería Ripollés, quien considera que “no es el momento de arreglar la carretera, ya que Vilafranca necesita el turismo de los meses de verano... ya estamos muy tocados económicamente”. Por su parte, Rosa Mari, de Fruites Bordás, coincide con el argumento de que “no es la mejor época a pesar de que hacía falta” y al mismo tiempo insiste en que esta “no es la manera de ayudar a un sector como el comercio, del que la alcaldesa dijo que era el motor de la localidad”.

Asimismo, el propietario del restaurante La Taverna, Joan Forés, asegura que “una vez más, el Ayuntamiento actúa de manera interesada sin tener en cuenta a los vecinos, anteponiendo los intereses electorales al futuro del pueblo, ya que el corte del paso durante los meses de julio y agosto supondrá una pérdida de beneficios irrecuperable en el comercio en una Vilafranca ya muy tocada”.  

Las obras de pavimentación del vial también incluyen trabajos como la sustitución de los imbornales del centro a los laterales y la mejora de un tramo del colector de aguas pluviales para garantizar una mejor recogida de las aguas en épocas fuertes de lluvia, ya que en muchas ocasiones la travesía se inunda.

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