CASTELLÓ. Los pantanos del sistema del Millars en la provincia de Castellón se encuentran al 27 % de su capacidad tras perder un 13 % de agua embalsada desde octubre. Las precipitaciones se sitúan por debajo de la media de los últimos 33 años. El Millars se encuentra en situación de prealerta por la sequía, pero el nivel de sus embalses todavía es suficiente para garantizar esta campaña de riego y no se plantean restricciones obligatorias. No obstante, los regantes del Millars se adelantan y han decidido reducir de tres a dos días a la semana el riego en los campos para hacer frente al actual periodo seco.
Así lo ha destacado Pascual Broch, presidente del Sindicat Central d'Aigües del Millars tras la reunión de la comisión de desembalse de la Cuenca Hidrográfica del Júcar, que se ha avanzado de abril a marzo para informar a los usuarios de la situación. La próxima cita será en mayo y se determinará si se emprenden nuevas restricciones voluntarias por parte de los regantes, según la CHJ.
Broch ha explicado que los regantes del Millars ya han consumido el 40 % del agua prevista en el año hidrológico, que empezó en octubre, y aún tiene que llegar la campaña fuerte de riego en los meses de verano. Según ha señalado, los embalses han sufrido una doble pérdida; una, por la falta de lluvias; y dos, por un aumento del uso del riego por parte de los usuarios por el calor registrado en estas fechas. Entre octubre y diciembre no se solía utilizar pero en esta temporada sí que se ha gastado por altas temperaturas o el viento.
La Confederación ha informado que la subcuenca del Millars continúa en situación de prealerta y en este estado no hacen falta más restricciones ya que, según indica, "los volúmenes de agua embalsados garantizan la atención de las demandas de los usuarios para la próxima campaña de riego".
No obstante, la entidad admite que los usuarios podrían adoptar medidas de restricción voluntarias al haberse consumido más de agua embalsada de lo normal y no superar así los derechos de agua concedidos. En este sentido, los regantes del Millars ya han acordado que la semana que viene ya aplicarán una rebaja del riego de un día a la semana a fin de propiciar un ahorro.
La CHJ volverá a convocar a la comisión de desembalse en mayo. Será entonces porque habrá dado comienzo la campaña de riego y se comprobará si ha habido precipitaciones en primavera o continúa sin llegar el agua. En ese momento se valorará, añaden desde la entidad pública, si los usuarios quieren promover otras restricciones voluntarias a fin de acabar esta campaña con un volumen embalsado mayor y poder afrontar con más garantías el prolongado periodo de sequía.
En la comisión de este viernes también se ha solicitado información sobre la situación de los pozos de sequía y las necesidades que pueden tener para su puesta en marcha, una medida que está prevista para situaciones extremas.
Cabe tener en cuenta que los pantanos del Millars han perdido seis puntos de capacidad en solo seis meses, pasando del 33 % al 27 %. Arenós, que es el que más tiene, está al 48 %, mientras Sitjar, el segundo, solo alberga un 5,78 %. Por su parte, María Cristina dispone del 1,15 %, Alcora, el 0,5 %, y Onda, el 0,29 %
La CHJ también ha reunido las comisiones de desembalse de los sistemas del Sènia y el Palancia, en las que se ha reiterado la situación de emergencia de las dos zonas por la escasa disponibilidad hídrica de sus embalses, lo que impide su uso para riego.
Ulldecona, en Sènia, solo cuenta con el 6,57 % de agua embalsada; y Regajo y Algar, al 1,52 % y 01,8 % respectivamente.
Así, Administración y regantes han puesto sobre mesa las diferentes posibilidades que tienen los usuarios para atender sus demandas y suplir la carencia de aguas superficiales, como son los pozos de sequía.
Esta situación de emergencia en Sènia no se vivía desde 2018, cuando el embalse de Ulldecona estuvo prácticamente vacío desde principios de año hasta octubre.
