CASTELLÓ. Tras la clara derrota cosechada en Mallorca ante el líder de Segunda División, el Castellón afronta tres partidos frente a equipos de la zona baja de la tabla que pueden marcar su trayectoria en la recta final de la primera vuelta.
Los orelluts, que están situados en puestos de salvación a falta de que Zaragoza, Sabadell y Alcorcón disputen esta semana sus partidos pendientes –madrileños y catalanes se enfrentan entre sí-, se van a ver las caras ante adversarios que pueden medir mejor su verdadero nivel y que además luchan por los mismos objetivos.
Así, el equipo de Óscar Cano recibe este sábado al Albacete, colista de la clasificación con cuatro puntos menos que los de la Plana. Los manchegos, que llevan nueve jornadas consecutivas sin ganar, acudirán a Castalia con nuevo técnico después de la destitución de su segundo entrenador de la temporada, Aritz López Garai, en su día jugador del Castellón.
Una semana después, el 19 de diciembre, el conjunto albinegro viajará a la Nova Creu Alta para cerrar el año ante el Sabadell, que está en puestos de descenso, pero que podría salir de esos lugares si este miércoles derrota al Alcorcón, lo que colocaría al Castellón en las cuatro últimas posiciones. Este choque supondrá el reencuentro entre equipos recién ascendidos que compartieron grupo en Segunda División B las dos últimas temporadas y que ya vivieron duelos directos, tanto por el play off de ascenso como por la permanencia.
Dos buenos resultados en esos encuentros darían un respiro a Cano y a los suyos antes de arrancar 2021 frente a otro rival en apuros, el Tenerife, que visitará Castalia el 3 de enero. Los canarios, que cambiaron de entrenador hace tres jornadas con la incorporación de Luis Miguel Ramis, completarán la terna de rivales directos que el Castellón afrontará de forma consecutiva y cuyos resultados podrían transformar la clasificación en la zona baja.