CASTELLÓ. Los buenos resultados del Castellón en las últimas jornadas han puesto en valor el papel de los suplentes, que han impulsado al equipo hacia la victoria con su aportación en las fases decisivas. El ejemplo más reciente lo encontramos en El Collao, con un gol de Kialy Koné a pase de Javi Antón que dio los tres puntos a los albinegros ante el Alcoyano. Ambos futbolistas entraron en la segunda parte y fueron determinantes en la recta final.
Los cambios también funcionaron en los dos partidos anteriores, frente a La Nucía y Osasuna B, ganados igualmente en la segunda parte. Ante los alicantinos, el equipo de Rubén Torrecilla se rehízo del 0-1 con el que llegó al descanso marcando cuatro tantos en la reanudación. Bien es cierto que la remontada se completó antes de los cambios, gracias a una salida en tromba que dio el 2-1 al equipo de la Plana en apenas diez minutos. Pero, después, las entradas de Koné y Bilal Kandoussi facilitaron la goleada. Éste último fue el autor del tanto que puso el 4-1 definitivo.
En la jornada anterior, frente a Osasuna B, los orelluts también marcaron las diferencias en la reanudación con una participación destacada de los suplentes. Así, Giorgi Kochorashvili hizo una asistencia de gol apenas 12 minutos después de ingresar en el terreno de juego, cerrando la victoria del Castellón por 2-0.
El buen rendimiento de los que gozan de menos minutos confirma que todos los jugadores de la plantilla albinegra están preparados para intervenir cuando el guion lo requiere. Algunos lo han hecho desde la suplencia y otros saliendo de inicio, como Cristian Galas, que sustituyó con acierto al sancionado Óscar Gil en su único partido disputado en lo que va de temporada, o Kochorashvili, que estrenó titularidad ante el Alcoyano con una notable actuación.
Todos ellos aportan un valor añadido al Castellón y unas variantes que pueden ser determinantes en los objetivos finales del equipo.