VALÈNCIA (EP). Los seis bancos que cotizan en el Ibex 35 finalmente pagarán 1.120 millones de euros en concepto del nuevo impuesto temporal sobre sus ingresos que aprobó el Gobierno para este año y el que viene, según se desprende de los cálculos finales que han ido incluyendo en los últimos días las entidades al publicar sus cuentas de resultados del primer trimestre.
Esta cifra es un 6,7% inferior a las estimaciones iniciales que publicaron los bancos, cuando esperaban tener que aportar a las arcas públicas de forma agregada unos 1.200 millones de euros.
Bankinter fue el primer banco en presentar su cuenta de resultados el pasado 20 de abril. En ella incluía un desembolso para hacer frente al impuesto de 77 millones de euros, por debajo de la horquilla de entre 80 y 100 millones que comunicó inicialmente.
De su lado, Banco Santander aportará finalmente 224 millones de euros, dentro del rango de entre 220 y 230 millones del que informó provisionalmente hace meses. Cifra similar ha registrado BBVA (225 millones), la misma que había considerado inicialmente. En ambos casos, la cantidad a aportar a las arcas públicas contrasta con los elevados ingresos, porque gran parte del negocio se produce fuera de España.
Sabadell finalmente aportará 157 millones por el impuesto, por debajo de los 170 millones que consideraba en un principio, mientras que la factura final de Unicaja Banco se ha reducido desde los 76 millones que se estimaban, hasta un total de 63,8 millones.
Finalmente, este viernes se ha conocido que CaixaBank tendrá que pagar 373 millones por el tributo, frente a los 400 millones que había comunicado inicialmente.
Los seis grandes bancos cotizados obtuvieron un beneficio neto de 4.696 millones de euros en el conjunto del primer trimestre de 2023. De esta forma, a pesar del impacto del impuesto especial, sus ganancias se elevaron un 13,9% respecto al mismo periodo del año pasado.
A estas cantidades también hay que sumar los pagos que realizarán otras entidades no cotizadas, como Abanca (39 millones de euros, frente a los 50 estimados) o Kutxabank (47 millones, también frente a otros 50 estimados).
La estimación del Gobierno es que este nuevo impuesto suponga un incremento en la recaudación de 1.500 millones de euros. A lo aportarán los bancos cotizados hay que sumar lo que tendrán que abonar otras entidades que no cotizan en Bolsa o incluso entidades extranjeras que tienen negocio en España.
En un principio, este gravamen únicamente estará vigente durante 2023 y 2024, afectando a los ingresos netos por comisiones e intereses que las entidades registren en los años anteriores, respectivamente. No obstante, el Gobierno mantiene la puerta abierta a instaurar de forma permanente este gravamen, analizando su rendimiento a finales de 2024.
Los grandes bancos españoles ganaron un 13,89% más en el primer trimestre del año, hasta 4.696 millones de euros, y ello a pesar del impacto que el impuesto temporal ha supuesto sobre las cuentas de las entidades en España, según los datos recopilados por Europa Press.