MADRID. A pocos días de que los bancos centrales, principalmente la Reserva Federal americana (FED) y el Banco Central Europeo (BCE) tomen su primera decisión de política monetaria de 2023, todo parece indicar que mantendrán las alzas en los tipos de interés pero aplicando la mínima subida posible, es decir, de 25 puntos básicos.
La semana pasada vimos como la referencia sobre los precios favorita de la FED -índice de precios del gasto en consumo personal (PCE) ofreció un resultado correspondiente al mes de diciembre en línea con las expectativas. Dato intermensual del 0,3%, mientras que el interanual presentado fue del 4,4%.
El PCE base refleja los ingresos y los gastos de los estadounidenses que ilustra el poder adquisitivo del consumidor. Asimismo muestra concretamente el cambio porcentual en el gasto del consumidor en bienes durables, bienes perecederos y servicios excluyendo en este caso los alimentos y la energía sí contemplados en el dato PCE general.
Así pues, antes de que la FED suba los tipos en 25 puntos básicos, los mercados deben de adaptarse a que esta sea la referencia sobre los precios -ciertamente poco realista- en lugar de tomar el dato de IPC (CPI por sus siglas en inglés), que es el que realmente refleja las variaciones en los precios.
Una diferencia entre el índice de precios PCE y el IPC es que el PCE (Personal Consumer Expenditure) utiliza una fórmula que permite cambios en el comportamiento del consumidor y que estos se produzcan a corto plazo. Mientras que en el IPC este ajuste, que podría desvirtuar la realidad, no se produce. Sin embargo, también hay que decir a favor del primero, que refleja la tendencia de la inflación subyacente -PCE base- con mayor precisión que su homólogo del IPC (base).
Otra realidad es que el IPC muestra los cambios en los precios pagados por los consumidores -como tú o como yo-, mientras que el PCE está más enfocado a reflejar dichos cambios desde la perspectiva que las empresas cobran por ciertos bienes y servicios.
Pendiente de los datos del paro americano
En cualquier caso, tanto el IPC como el PCE indistintamente están empezando a corregir, y aún mejor, los datos publicados comienzan a coincidir con mayor exactitud con las estimaciones de consenso del mercado. Ahora lo que nos queda es esperar a la tendencia en los datos de empleo -o desempleo más bien- para observar si ese último objetivo planteado por la FED del 4,6% acaba produciéndose.
Para una comprensión más 'mundana', si el último dato publicado fue del 3,5% y en Estados Unidos el dato de población activa total más reciente es de casi 165 millones de personas, el 1,1% de diferencia proyecta que en 2023 al menos en Estados Unidos -veremos qué pasa en Europa- 1.815.000 millones se irán al paro.
Darío García es analista de XTB