VALÈNCIA (EFE). Los empresarios españoles y argelinos están presionando a los respectivos gobiernos para que se pueda alcanzar una solución por la vía diplomática a la crisis entre ambos países, que está afectando a las relaciones comerciales y también a la movilidad desde Alicante.

Así lo han afirmado el presidente de la patronal valenciana CEV, Salvador Navarro, y el de la Cámara de Comercio de Alicante, Juan Riera, tras reunirse con el president de la Generalitat, Ximo Puig, para analizar la situación generada por la crisis con Argelia.

Navarro ha insistido en que la solución a la crisis debe venir por la vía diplomática, por la importancia del factor energético, que "no peligra", y de los intercambios comerciales entre ambos países.

En el caso de la Comunitat Valenciana, el volumen comercial entre la región y Argelia es pequeño pero el puerto más cercano que tiene Argelia con España es Alicante y se han suspendido los once viajes por avión (6 con Argel y 5 con Orán), así como el vuelo desde Valencia con Argel.

Tampoco el refuerzo por mar en verano (dos barcos más) desde Alicante se va a producir, y Balearia quería incrementar la frecuencia desde Valencia y tampoco se lo permiten las autoridades argelinas.

El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante ha lamentado que la disponibilidad de comunicaciones con Argelia es "una calamidad en tiempo y en coste" y se reducen a un vuelo semanal desde Barcelona, otro desde Madrid o a través de París o Lisboa.

Además, ha dicho Riera, el barco de Alicante, que opera una compañía argelina, no permite llevar en los vehículos ningún producto que no sea de uso personal.

Según han explicado, empiezan a haber contactos para forzar un cambio de opinión y que se normalicen las relaciones bancarias en los intercambios comerciales.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha expuesto las medidas acordadas para paliar los efectos de la situación creada con Argelia y el director del Instituto Valenciano de Finanzas, Manuel Illueca, ha explicado los detalles de la línea de financiación que pondrá en marcha para apoyar la liquidez de las empresas que se hayan visto afectadas.

El IVF ofrecerá a las empresas préstamos a cuatro años en los que durante su vigencia solo se pagarán intereses, mientras que el capital se amortizará al final. Esto permitirá a las empresas tener un colchón de circulante que puede haberse visto afectado por la situación, unas ayudas que ha valorado el presidente de la patronal.