Los grupos de Les Corts podrán mantener a sus asesores en la próxima legislatura

VALÈNCIA. La máxima "que cambie todo, para que no cambie nada" expresada en su día en El Gatopardo por Giuseppe Tomas di Lampedusa siempre ha sido una constante en la política. En cada legislatura se dan casos en los que los grupos parlamentarios aplican el método 'lampedusiano', y esta no iba a ser una excepción. 

Los partidos políticos con representación en Les Corts aprobaron en diciembre de 2021 un acuerdo por el que estaban obligados a despedir a todos sus trabajadores cuando finalizase la actual legislatura. Un pacto que, finalmente, no llegará a aplicarse a rajatabla porque PSPV, Compromís, Unides Podem, PPCV, Ciudadanos y Vox así lo decidieron este martes en la Comisión de Gobierno Interior. En su lugar, podrán mantener a los asesores con los que ahora cuentan si así lo desean en el próximo mandato.  O lo que es lo mismo, podrán seguir funcionando como hasta ahora con sus empleados. 

El texto en cuestión que firmaron en su día todos los partidos -excepto Vox, que no tiene representación en la Mesa- especificaba que los grupos parlamentarios se constituirían al inicio de cada legislatura con un NIF y una cuenta de cotización en la Seguridad Social "vinculados específicamente a la legislatura en que se constituyen". Según el acuerdo publicado en el Boletín Oficial de Les Corts Valencianes, estos se darían "de baja con la extinción del grupo parlamentario al finalizar la legislatura". Es decir, en cada mandato cada partido tendría un NIF nuevo como si de empresas diferentes se trataran. 

El convenio añadía que cuando finalizase la legislatura los contratos laborales que suscribieran los grupos también se extinguirían y los trabajadores deberían percibir "los finiquitos o indemnizaciones que legalmente correspondan en cada caso salvo que la extinción se produzca como consecuencia de un despido que haya sido declarado judicialmente como improcedente o nulo". Un dinero que deberá extraerse de una "provisión" que cada grupo deberá hacer y que será de 12 a 20 días por año trabajado. 

Para hacer frente a estas indemnizaciones el pacto obligaba a realizar una provisión de fondos. Pero al haber sido firmado a mitad legislatura, los grupos no comenzaron a hacerla desde el principio, desde la constitución de la Cámara en 2019, sino que arrancaron hace poco más de un año y ahora algunas formaciones no tienen dinero suficiente para pagarle a sus empleados, algunos de ellos en el mismo puesto desde el mandato pasado y a quienes se les deberían pagar unas indemnizaciones elevadas. 

La situación había puesto en un brete a los partidos, pero en particular a PP y Compromís, que deseaban seguir contando con sus actuales empleados en la siguiente legislatura porque ya cuentan con experiencia dilatada en el ámbito parlamentario y haberlos despedido e indemnizado, hubiera impedido que, posteriormente, fuesen de nuevo contratados por los mismos ante una presunta sucesión de empresas. 

El resto de grupos no habían puesto el grito en el cielo con esta cuestión por diversos motivos. Los socialistas contratan a través del partido y, por tanto, no se veían afectado por este problema porque cuando Les Corts se disolvieran no tendrán que despedir a nadie. Mientras, Unides Podem y Ciudadanos no habían mostrado excesiva preocupación porque sus expectativas electorales no son buenas. Una circunstancia por la que no se encontrarían con el dilema de no poder contratar al mismo personal una vez se resolvieran las elecciones de mayo.  

Con todo este berenjenal sobre la mesa, los grupos han estado ideando soluciones a su propio acuerdo. El primero, que a partir del próximo mandato el personal contratado pasara a ser eventual como ocurre en el Congreso de los Diputados. De esta manera, su vinculación laboral pasaría a tenerse con Les Corts, y no con los grupos, por lo que la amenaza de demandas por sucesión de empresas se esfumaría y cada partido podría elegir qué eventuales querría que prestaran servicio en su grupo.

Junto a esta opción, también pusieron encima de la mesa que Les Corts aumentara la subvención que percibiera cada grupo para su funcionamiento en las cuentas de 2023 o que se empleara el remanente del Presupuesto de 2022, ya que siempre 'sobran' cerca de 3 millones de euros. Pero ambas acabaron descartándose. El PSPV se opuso en rotundo y, si bien no profundizaron en los motivos, todo apunta a que ellos no recibirían fondos como el resto de formaciones. 

Esto es porque en caso de que se hubiera concedido una ayuda económica extra a los grupos para liquidar las indemnizaciones, la Mesa de Les Corts habría exigido previamente una justificación que detallara a cuántas personas debía finiquitar. Al no contar con personal contratado a través del Parlamento, los socialistas no hubieran podido justificar ningún despido, por lo que no cobrarían fondos extra. 

Así, la cuestión se había enquistado. De hecho, los socialistas se desentendieron en una Comisión de Gobierno Interior y entendieron que un debate de este tipo debía reformularse en la siguiente legislatura y no a final de la actual. Sin embargo, el dilema económico que hubiera supuesto para el resto de formaciones -pues el acuerdo hubiera sido de obligado cumplimiento- habría sido mayúsculo. 

La resolución final, según fuentes presentes en la reunión secreta de este martes, será la siguiente: los grupos parlamentarios se disolverán al finalizar la legislatura y se constituirán unos nuevos al inicio del próximo mandato. Y si el acuerdo inicial obligaba a despedir a todos los trabajadores al acabar la legislatura, ahora esta obligatoriedad no será tal. Los partidos podrán hacerlo, o no. 

En caso de que decidan hacerlo, tendrán que indemnizarlos. Pero si por el contrario pretenden seguir contando con sus servicios, "no se les despedirá sino que serán subrogados por el grupo cuando se constituyan las nuevas Corts". En ese caso, según explican, no se les abonará el finiquito. En definitiva, cambiarlo todo para que sigan funcionando como hasta ahora. Lampedusiano.