La ola de calor, las temperaturas elevadas, las políticas de gestión forestal cuestionadas, la defensa de un mundo rural vivo, los derechos universales de las comunidades rurales, el desarrollo rural sostenible, etc. son algunos de los factores relacionados con los incendios que este verano azotan nuestro entorno.
El Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) https://cerai.org asegura estar altamente preocupado por los diferentes incendios forestales que se están sucediendo este verano y que están provocando daños y pérdidas de biodiversidad irreparables.
«Año tras año arden nuestros bosques y pensamos que esto podría evitarse» denuncian desde la organización Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional.
El proyecto político de la entidad CERAI , fundada en 1994 en Valencia , se ha construido desde el paradigma de desarrollo rural sostenible, que persigue un desarrollo ecológicamente sano, económicamente viable, socialmente justo y culturalmente adaptado.
CERAI critica que las políticas de prevención de incendios son pobres, poco eficientes y sus resultados son a medio largo plazo. Por tanto, sospechan que quizá este resultado a largo plazo no sea muy atractivo para la campaña de una candidatura política que comienza a ver las elecciones cada vez más cerca.
Desde la entidad denuncian que el presupuesto en equipamientos para la extinción y los gastos y esfuerzos y en equipos humanos para controlar los incendios son cada vez mayores, sin embargo, la inversión en trabajos preventivos forestales y agrarios es cada año menor.
Desde la ONGD hacen varias propuestas para prevenir los incendios y hacer una mejor gestión del presupuesto público.
Por una parte, desde CERAI plantean que la primera línea de acción es el pago por servicios ecosistémicos para la ganadería extensiva, agricultura familiar y fomento de modelos de gestión forestal sostenible. Esto incluye recuperar y promocionar la ganadería extensiva, pastoril y trashumante, fomentar la autosuficiencia en la producción de pastos y forrajes, ayudas directas al pastoreo extensivo, de prevención de incendios y custodia del territorio en zonas de alto valor natural y espacios naturales protegidos.
Por otra parte, resaltan la necesidad de poner en marcha políticas serias de incorporación al sector agrosilvopastoral claramente diferenciado del industrial e intensivo, con medidas como la exigencia de un etiquetado y publicidad transparentes, así como la prohibición del uso de imágenes que no representen el producto ni la marca.
Desde CERAI opinan que es necesario poner en marcha una ley de estructuras agrarias que reconozca el valor social de la tierra agrícola y que abogue por su recuperación, destinando un presupuesto serio para ello y creando estructuras territoriales de gestión.
Desde CERAI explican que el paisaje mediterráneo ha sido producido o modificado por la actividad humana y por eso su gestión y mantenimiento son claves para prevenir, entre muchas cosas, los incendios. Denuncian que el ser humano lo fue manejando y modelando en función de sus necesidades y ahora no se puede abandonar a su suerte, es necesaria una gestión y planificación para mantener el monte cuidado y en valor.
Desde la entidad aseguran que el abandono del mundo rural ha implicado el abandono de la superficie agraria, por tanto, el abandono de la gestión forestal y de la ganadería.
La organización apunta a esta dejación como uno de los principales problemas en la prevención de los incendios forestales. Desde la entidad defienden la necesidad de vertebrar un espacio rural vivo y habitable, un modelo productivo vivo y extensivo, respetuoso con la capacidad de auto renovación biológica de los agroecosistemas forestales y ganaderos.
La entidad CERAI es todo un referente en este campo y sus proyectos y años de profesionalidad lo demuestran. Grandes expertos y conocedores de los que hablan sus críticas a la gestión pública y a la responsabilidad humana de los desastres naturales que suponen los incendios no deberían caer en saco roto.
Explican por ejemplo que los lugares en los que se cultivaba cereal o eran bosques diversos, hoy en día se han transformado en una masa forestal de escaso valor, por lo que básicamente es combustible que favorece la transmisión de las llamas bajo las copas y hace que los fuegos sean imparables o virulentos. Además, la entidad critica la reforestación poco meditada que se realiza.
Y así un largo etcétera de advertencias, análisis y recomendaciones de una entidad que tacha ese verano de trágico en lo que a incendios forestales se refiere y que cada vez será peor porque las olas de calor y la sequía se van agravando progresivamente por toda España y por toda Europa a causa del cambio climático.
La semana que viene… más!