VALÈNCIA (VP). Según la Fundación Española del Corazón, cada año mueren en España en torno a 1.000 deportistas de entre 15 y 30 años por muerte súbita. Los reconocimientos deportivos constituyen una herramienta diagnóstica decisiva para evitar el peor de los desenlaces.
90% menos de casos de muerte súbita
Italia es pionera en exigir un reconocimiento médico a los deportistas que compiten. Desde la implantación de esta exigencia, los casos de muerte súbita entre deportistas en Italia ha descendido un 90%, mientras que el fallecimiento por esta causa entre la población no deportista se ha mantenido estable.
Una lectura detallada de los datos de Italia reflejan la importancia de que los deportistas vigilen su salud cardiovascular. Pues si bien es cierto que la incidencia de muerte súbita entre los deportistas es residual, también lo es que el deporte de alta intensidad puede conducir a la cardiopatía isquémica, desencadenar eventos arrítmicos, o incluso la muerte súbita.
El desconocimiento de la salud del corazón, primera causa de muerte súbita
Según la Fundación Española del Corazón, el 88% de los casos de muerte súbita tienen un origen cardíaco; en deportistas menores de 36 años, la miocardiopatía hipertrófica estaría detrás de uno de cada dos fallecimientos. Según el Dr. Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón, “la mayoría de los casos de muerte súbita en deportistas se producen porque desconocen que tienen una enfermedad congénita como la microcardiopatía hipertrófica o arritmias primarias”.
Fatiga y ahogo, señales de alerta
En deportistas bien entrenados, síntomas de problemas cardíacos como la dificultad respiratoria y la fatiga pueden pasar desapercibidos al confundirse con sensaciones propias de esfuerzos muy intensos.
En los deportistas jóvenes, los mareos y los síncopes no revisten gravedad en la mayoría de los casos. Y así, más allá de lo desagradables que resultan – pues suelen ir acompañados de náuseas, sudoración, malestar general…- no tienen un significado pronóstico negativo. Sin embargo, y aunque menos frecuentemente, también podrían estar advirtiendo de arritmias graves u otras cardiopatías. “Cuando estos síntomas se producen durante el esfuerzo, de forma brusca y sin los clásicos síntomas (náuseas, sudoración, etc.), la posibilidad de que se trate de algo grave aumenta considerablemente y obligan a una valoración médica”, explica la Dra. Carmen Fernández, cardióloga al frente de los chequeos deportivos en el Hospital Imske.
En aras de no alarmar a la sociedad y, en ningún caso, poner en entredicho los incalculables beneficios en la salud del deporte, conviene recordar que los problemas graves por síntomas cardiológicos son infinitamente menores entre la población físicamente activa que la población sedentaria. “Pero cuando aparecen, aumenta mucho la posibilidad de tener una complicación grave”, afirma la Dra. Fernández.
Por tanto, ante cualquier síntoma es crucial someterse a un reconocimiento deportivo cuya información desvele pautas de prevención frente a accidentes cardiovasculares severos.
Reconocimiento deportivo en el Hospital IMSKE
El reconocimiento deportivo en el Hospital IMSKE comienza con la elaboración de una minuciosa historia clínica “centrándonos en antecedentes familiares y personales de posible cardiopatía, síntomas de índole cardiovascular y una exploración física detallada”, explica la Dra. Carmen Fernández. Posteriormente, se realiza un electrocardiograma en reposo, una ecocardiograma y una prueba de esfuerzo con consumo de gases (ergoespirometría).
“Lo más común, afortunadamente, son alteraciones en el electrocardiograma que finalmente no tienen significado patológico”, reconoce la Dra. Fernández.
Con todo, y pese a su reducida incidencia, los reconocimientos deportivos ponen el foco, además de en la mejora del rendimiento, en descartar patologías que puedan predisponer a la muerte súbita. “Hay alteraciones ya en el ECG que nos sugieren predisposición a arritmias y también centrarnos en descartar miocardiopatías como la hipertrófica, displasia, cardiopatía isquémica, mediante ergometría y ecocardiograma”.
En este sentido, es fundamental que el reconocimiento deportivo corra a cargo de un equipo de profesionales capaces de discernir entre cambios adaptativos según la disciplina deportiva y patologías cardiovasculares. “Un objetivo es discernir qué es patológico y qué es una adaptación al ejercicio de alta intensidad”.
En caso del basket, por ejemplo, por ser un deporte de los denominados start-stop tienen un tipo muy definido de adaptación cardiovascular. “En los jugadores de baloncesto en concreto debemos descartar patologías específicas que afectan, por ejemplo, a la aorta”.
El equipo médico del Hospital IMSKE se complementa con la más alta tecnología diagnóstica y unas instalaciones vanguardistas en las que la humanización del entorno ha sido prioritario para transmitir en todo momento la idea de salud y bienestar.
Un reconocimiento para cada necesidad
Las sociedades médicas más prestigiosas vinculadas a la medicina deportiva establecen distintos tipos de reconocimientos en función del perfil del deportista.
En el Hospital IMSKE se realizan todos y cada uno de ellos.
1. Reconocimiento deportivo básico:
Recomendado para todo deportista y practicante de ejercicio físico.
Consiste en:
- Consulta con el médico: cuestionario de salud, valoración cardiopulmonar, exploración del aparato locomotor
- Antropometría
- Electrocardiograma
- Ergometría o prueba de esfuerzo
2. Reconocimiento deportivo avanzado:
Recomendado para todo deportista y practicante de ejercicio físico que presenten riesgo cardiovascular moderado, alto o muy alto, una edad biológica superior a los 35 años o para deportistas profesionales o que participan en competiciones.
Consiste en:
- Consulta con el médico: cuestionario de salud, valoración cardiopulmonar, exploración del aparato locomotor
- Antropometría
- Analítica
- Electrocardiograma
- Ergoespirometría o prueba de esfuerzo
- Ecocardiograma Doppler
3. Reconocimiento deportivo avanzado sin analítica:
Recomendado para todo deportista y practicante de ejercicio físico que presenten riesgo cardiovascular moderado, alto o muy alto, una edad biológica superior a los 35 años o para deportistas profesionales o que participan en competiciones.
Consiste en:
- Consulta con el médico: cuestionario de salud, valoración cardiopulmonar, exploración del aparato locomotor
- Antropometría
- Analítica
- Electrocardiograma
- Ergoespirometría o prueba de esfuerzo
- Ecocardiograma Doppler
4. Reconocimiento deportivo triatlón:
Recomendado para todo aquel deportista que practique la modalidad de triatlón.
Consulta con el médico: cuestionario de salud, valoración cardiopulmonar, exploración del aparato locomotor.
Consiste en:
- Antropometría
- Analítica
- Ergoespirometría o prueba de esfuerzo
5. Reconocimiento deportivo para niños:
Recomendado para todos aquellos niños por debajo de los 16 años, que realicen deporte de forma diaria y además tengan competición deportiva.
Consiste en:
- Consulta con el médico: cuestionario de salud, valoración cardiopulmonar, exploración del aparato locomotor
- Antropometría
- Electrocardiograma