Estas reuniones extraordinarias han tenido lugar en las dos empresas públicas después de conocerse el acuerdo alcanzado entre PSOE y ERC la pasada semana para traspasar Rodalies (los trenes de Cercanías de Cataluña) a la Generalitat.
Desde que trascendiera el acuerdo, todos los sindicatos han criticado este acuerdo por la falta de información respecto a las condiciones laborales de las plantillas, tanto del operador como del administrador de la infraestructura.
Desde el Ministerio defienden que se trata solo de un acuerdo político que no aborda, por el momento, aspectos técnicos sobre cómo se llevaría a cabo este traspaso de competencias entre Estado y Generalitat.
Al mismo tiempo, desde el Govern catalán han asegurado que se garantizarán las condiciones laborales de todos los trabajadores y que se hará un convenio de colaboración entre Generalitat y Renfe para facilitar la movilidad laboral.
Este convenio recogerá el respeto a los derechos laborales adquiridos por los trabajadores, y el Govern se ha comprometido con las organizaciones sindicales a explicarles cómo se realizará el traspaso y a que la gestión seguirá siendo 100% pública.
Si PSOE y Sumar consiguen finalmente sacar adelante la investidura, en principio se traspasará únicamente las vías que sirven a las líneas R1, R2 y R3.
Posteriormente, se analizará el conjunto de la red en Cataluña para futuros traspasos, pero siempre que no afecten a los tráficos ferroviarios de más de una comunidad autónoma o al tráfico internacional, que no incluyan el tráfico de mercancías o que puedan desagregarse de la red de interés general del Estado.
Raquel Sánchez dice que Renfe "se queda en Cataluña"
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en funciones, Raquel Sánchez, ha asegurado este martes que Renfe "se queda en Cataluña", y se ha comprometido a trabajar en el traspaso junto a los trabajadores, que ha dicho, "son lo primero".
Sánchez ha explicado que lo primero que hizo tras cerrarse el acuerdo entre PSOE y ERC fue llamar a los sindicatos, con los que este lunes mantuvo una reunión "para darles un mensaje de tranquilidad, que el Gobierno, así lo recoge el acuerdo, garantizará sus derechos y condiciones laborales y habrá movilidad laboral".
Considera comprensible, ha dicho, la inquietud de los trabajadores, pero ha asegurado que trabajarán "de la mano durante este proceso de traspaso". También ha reiterado que el acuerdo contempla la creación de diferentes grupos de trabajo "para que el traspaso se haga de la mejor manera posible".
"Renfe no va a desaparecer de Cataluña. Lo que hacemos es culminar un proceso que comenzó en 2010, dando respuesta a ciertas diferencias en el traspaso de recursos económicos y definiendo los tramos que se pueden ceder", ha sostenido.
Coherencia
Esto, ha precisado, "no es incoherente con lo que se ha dicho durante los últimos años", tras afirmar que los trabajadores son lo primero y que así se recoge en el acuerdo. Respecto a la petición de la Generalitat de que el traspaso del servicio sea total, Sánchez ha dicho que se deben "ceñir al acuerdo", en el que solo se alude a Rodalies.