VALÈNCIA. Mucho ha cambiado en la Comunitat desde que en febrero de 2020, hace ya más de año y medio, se reportara el primer contagio de coronavirus en suelo valenciano. El estallido de la crisis sanitaria supuso un antes y un después a escala global y sus consecuencias aún afectan de lleno a los valencianos, que han perdido poder económico y modificado, al menos por el momento, algunos de sus comportamientos sociales. De hecho, casi la mitad de ellos convive con una situación financiera que empeora la de hace dos años, y el 65 % todavía prefiere, en mayor o menor medida, frecuentar terrazas de cafeterías antes que refugiarse en sus espacios interiores.
Son algunos de los detalles que se desprenden del barómetro que la Dirección General de Análisis y Políticas Públicas de la Generalitat publicó hace unos días, y donde se exploran entre otras cuestiones las consecuencias del virus sobre la población valenciana. Así pues, y a través de 4.000 entrevistas realizadas de manera presencial en el domicilio de los ciudadanos, esta encuesta encargada a la empresa GFK-Emer aborda la realidad social, económica e incluso sanitaria de quienes padecieron la covid-19 en la Comunitat.
En este sentido, una de las primeras cuestiones a las que hace referencia el barómetro es la situación financiera de los valencianos. Tras la llegada de la pandemia, solo un 4,1% de ellos vio mejorar su economía, mientras que uno de cada cinco encuestados reconoce que su poder adquisitivo empeoró mucho y un 26,4 % sostiene que se redujo de forma moderada. Una realidad que se asemeja a la que ya había descrito el Instituto Nacional de Estadística (INE) unas semanas antes, puesto que sus indicadores de calidad de vida desvelaron el retroceso de la Comunitat en cuestiones como la falta de material básico en el hogar o la facilidad de las familias para llegar a fin de mes.
Pero más allá de la vertiente económica, algunos comportamientos sociales también han experimentado un cambio debido a los condicionantes que imponía la pandemia. En el barómetro, uno de cada cuatro encuestados se mostraba completamente de acuerdo con la idea de visitar más terrazas de restaurantes y bares que espacios interiores, y hasta un 65 % decía estar más a favor de ello que en contra. Tampoco el teletrabajo ha vuelto a los niveles previos a la pandemia, y según la encuesta, que se realizó entre junio y julio de este año, solo un 26 % de los valencianos tenía previsto reducir su frecuencia a corto plazo. Además, los datos de movilidad recogidos por Google evidencian que la Comunitat aún se encuentra relativamente lejos de alcanzar un grado de asistencia a los espacios de trabajo como el detectado antes de febrero de 2020.
Todavía a finales de octubre de este año, los desplazamientos a los entornos de trabajo se encontraban según Google un 10,6 % por debajo de lo habitual. No obstante, no todos los aspectos sociales analizados por el barómetro muestran esa misma tendencia. Más del 40 % de los encuestados reconocía su intención de reducir sus compras por Internet para consumir más en espacios físicos, y un 53 % mostraba su predisposición, en mayor o menor medida, a aumentar significativamente las relaciones sociales.
En este sentido, cerca de un 65 % de los encuestados afirmaba que la situación de la ‘nueva normalidad’ que más satisfacción les proporcionaría sería volver a reunirse más frecuentemente con familiares y amigos en casa, por delante de otras opciones como viajar, acudir a eventos culturales o deportivos y cuidar en mayor medida la salud y hacer deporte. La mayoría de los valencianos que respondieron a estas preguntas, eso sí, estarían de acuerdo con las autoridades si, en caso de llegar una nueva pandemia, tuvieran que restringirse de nuevo las libertades de movimiento y actividad.
La ciudadanía, según el barómetro, valora también de forma positiva la gestión sanitaria de la covid-19 realizada por el Consell, especialmente en el caso de la vacunación, pero reclama mayor consenso político y diálogo social y más atención a la reactivación económica. Así pues, el 64,9 % de los valencianos considera buena o muy buena la gestión y difusión de las recomendaciones y medidas de prevención, frente al 12,2 % que las ve malas o muy malas, y al 22 % que las ve regular.
En el caso de la vacunación el porcentaje es del 71,7 % frente a un 9 %, mientras que la atención sanitaria durante la covid-19 ha sido buena o muy buena para el 48,3 de la población, mala o muy mala para el 22,6 % y regular para el 29,9 %. En materia económica, en cambio, el 31,3 % de los encuestados cree que la actuación de la Generalitat en la reactivación y dinamización de la economía valenciana ha sido mala o muy mala, un 33,4 % cree que ha sido regular, y el 24 % buena o muy buena.
Asimismo, un 34,3 % considera mala o muy mala la gestión hecha para la búsqueda del diálogo social y el consenso político y un 29,9 % cree que es regular, frente al 24,6 % que la ve buena o muy buena, y un 32,9 % ve mala o muy mala la coordinación entre administraciones. El barómetro también señala que el 64,5% de la población está a favor de mantener o ampliar el modelo territorial de las autonomías, y que su prioridad actual es la recuperación económica y el empleo por encima de la crisis sanitaria.
La crispación política, pese a percibirse menor que en el conjunto del país, también es relevante: un 61,1% de los valencianos considera que la política está bastante o muy polarizada frente al 79,9% de media nacional. En la Comunitat Valenciana, el 47,4% cree que ha aumentado mucho o bastante y el 36,4% que se ha mantenido igual.