GRAND PLACE / OPINIÓN

Love letter

29/11/2022 - 

“Gracias, querido Volodymyr, por convocarnos en este día tan importante, el Día de los Caídos del Holodomor, cuando hace 90 años, la Unión Soviética utilizó el hambre como arma contra el pueblo ucraniano. Hoy en día, Rusia vuelve a usar la comida como arma. Como parte de su brutal agresión contra Ucrania, Rusia ha destruido su producción agrícola, ha atacado sus silos de granos y ha bloqueada sus puertos. Rusia está privando el acceso vital a los alimentos de los países más vulnerables de África, Oriente Medio y Asia. Y luego usa la desinformación para culpar a los demás por sus despreciables acciones. Debemos seguir luchando contra esto”.

La presidenta de la Unión Europea utilizaba un lenguaje cada vez más amable, más cercano…, para apaciguar los ánimos de un pueblo que se desangraba a su lado durante diez meses y cuya penuria no veía fin. El invierno del Año III d.C. -después de la Covid- se  acercaba y el Territorio Kremlin ya había llamado a filas al General Invierno. Los cortes de gas y electricidad, y los hackeos a la red no serían nada comparado con los 20 grados bajo cero que auguraban los servicios meteorológicos.

Mientras, el TerritorioEuropa seguía alimentando el fuego de una guerra sin final. Los Aliados habían anunciado que seguirían proporcionando armas a Ucrania durante los próximo dos años, aunque eso implicaba que los almacenes de los cuarteles europeos se quedaran sin armamento, como ya estaba sucediendo.

Europa usaba al pueblo ucraniano como carne de cañón y lloraba por el hambre en el mundo. Su iniciativa "Grain from Ukraine", era crucial para liderar un compromiso inquebrantable con la seguridad alimentaria mundial y la responsabilidad con los más necesitados. “En Bali, los líderes del G20 pidieron la solidaridad global para luchar contra el hambre causada por la guerra de agresión de Rusia”, le recordó las presidenta Úrsula Von der Leyen al presidente ucraniano Volodymyr Zelenski.

Foto: R. L.

Las vías de solidaridad establecidas por la Comisión y los Estados miembros fronterizos fueron un gran éxito. Desde mayo, habían permitido la exportación de más de 17 millones de toneladas de cereales y productos alimenticios ucranianos al resto del mundo. Como la única opción, las Solidarity Lanes se convirtieron en un salvavidas para la economía de Ucrania, aportando más de 19.000 millones de euros de ingresos a sus agricultores y empresas.

La Comisión Europea, junto con instituciones financieras como el BEI, el BERD y el Banco Mundial, movilizaron mil millones de euros de financiación adicional para impulsar la capacidad de estos carriles de solidaridad. Con ello, fue posible la extensión de la Iniciativa de Granos del Mar Negro durante 120 días. La exportación se incrementó a más de 28 millones de toneladas de productos agrícolas dirigidos al mercado mundial, especialmente a los países más necesitados.

El TerritorioEuropa esta dispuesto a pagar de nuevo para transportar 40.000 toneladas de grano, “sean cuales sean los costes”. La fecha era simbólica, 90 años después del Holodomor. “Honramos la memoria de las víctimas de Ucrania. Murieron en silencio, muriendo de hambre y, en ese momento, el mundo no se levantó para ayudarlos. No dejaremos que esto vuelva a suceder”, seguía Von der Leyen en su misiva a Zelenski.

“Hoy nos reunimos con Ucrania para ayudar a evitar el hambre en todo el mundo. También estamos con Ucrania mientras llora a las víctimas inocentes del Holodomor. Y nos mantenemos fieles a Ucrania todo el tiempo que sea necesario. ¡Slava Ukraini!”. Úrsula se despedía así de Volodymyr, mientras las luces de navidad comenzaban a alumbrar las noches europeas alimentadas con gas ruso.

-Primer día de Adviento, David.

-Segunda noche de Adviento por aquí, Laura

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