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ENTREVISTA

Luna Valle: "No quiero estar sometida a una industria musical opresiva que me hace sufrir"

El primer EP de la joven cantautora valenciana se llama Despedida. Tres canciones con las que cierra una etapa y emprende el vuelo hacia la siguiente

9/02/2023 - 

VALÈNCIA. Resulta cuanto menos llamativo que el debut discográfico de una artista se titule Despedida. Pero Luna Valle tiene sus razones, y las explica con claridad. Es sensible, inteligente y precoz, hasta para previsualizar las decepciones. El EP, que contiene tres canciones -”Despedida”, “Muy nerviosa” y “Tu nombre gira”-, se publica mañana viernes en plataformas digitales bajo el sello Buñuelos, que es el paraguas con el que la joven cantautora valenciana quiere autoeditarse a partir de ahora.

“Los buñuelos son pequeños, locales e increíbles, por eso se llama así mi sello. No quiero estar sometida a una industria musical violenta y opresiva que me hace sufrir y en la que me siento mal, inferior, y en círculos eternos de comparación y envidia. A partir de ahora esto va a ser algo entre nosotras, amigas, y música chula desde este pequeño propio sello”, nos explica Luna un día después de cumplir veinte años.  

“Despedida es una canción importante para mí, porque es la primera que compuse y canté, y también porque habla del momento en el que mi mejor amiga (Chiara, la niña de la foto en la portada) se mudó a Colombia. Yo entonces tenía quince años y hasta ese momento todavía no me había pasado nada que me hubiera inquietado tanto como para impulsarme a escribir. Chiara era la persona más importante de mi vida, y yo ya preveía lo que de hecho acabó pasando: que ese viaje rompería nuestra relación para siempre. Con esa canción, que compuse en cinco o diez minutos, descubrí lo terapéutico que podía ser crear música”.

Este primer EP -que vendrá seguido en unos meses de un largo con una batería de canciones completamente nueva- significa la despedida de muchas otras cosas. “Siento que ya no canto igual, ni hablo de lo mismo, ni escribo de la misma manera que al principio. Por eso esto no solo es la despedida de una amiga, sino de todas esas canciones que ya he cantado y esas cosas que ya me han pasado. Y también una despedida de esa industria musical que ya he conocido un poco y en la que no quiero estar. No quiero formar parte de un mundo que me genera mucha violencia e inquietud. Quiero estar en mi propio mundo musical”.

Las tres canciones que ahora ven la luz han sido producidas y mezcladas por Ffffflashback y Tórtel, y masterizadas por Carlos Ortigosa. Son tres fogonazos de sinceridad y ternura; representaciones de un pop contemporáneo de cadencias lentas y tono susurrante. Canciones muy bien construidas que dejan entrever el talento natural de Luna y los buenos consejos de su mentor, Jorge Tórtel, del que ha aprendido mucho.

“Tengo absoluta adoración por él. Es un gran referente -reconoce-. Sus letras me vuelan la cabeza y siempre que me siento a componer pienso en que me gustaría parecerme a él. Pero tengo que decir que nunca me ha dicho cómo tengo que componer. Siempre insiste en que tome mis propias decisiones. Un consejo que sí que me dijo al principio, y que jamás se me olvidará, es que no me obsesionase con las estructuras clásicas de estribillos, estrofas y puentes. Que me permitiese componer de forma más íntima e instintiva”.

“Para mí, trabajar con gente mayor es una cosa muy natural -continúa-, porque desde pequeña me ha gustado estar rodeada de adultos. Aunque por supuesto escucho muchísima música de mi generación y he formado una banda con músicos de mi edad, mis grupos preferidos de toda la vida son Radiohead, The National, XX, los Beatles…Mis referencias musicales son las de mis padres, y me enorgullezco mucho por ello”.

Luna Valle está todavía dando sus primeros pasos en la música, pero ya ha tenido la oportunidad de conocer algunos de los engranajes del sistema. “Alguno de nosotros”, esa preciosa canción compuesta por Tórtel en 2020 con la que la voz de Luna se dio a conocer en muchas partes de España, lleva más de 330.000 reproducciones en Spotify. Así que se puede decir que ya ha experimentado las sensaciones del éxito.

Su primer sencillo como Luna Valle -”Estado de alarma”- se publicó también en el sello madrileño Intramusica, levantó cierto interés mediático y puso por primera vez a esta estudiante de Periodismo en la posición de entrevistada. También ha catado los nervios del directo y los sinsabores de las expectativas propias y ajenas. De todo ello ha sacado sus propias enseñanzas.


“Le he visto muy pronto las orejas al lobo porque llegué a caer en la trampa de compararme con otros artistas y preocuparme por cuánta gente va a venir a verme a un concierto o en qué tipo de sala voy a actuar. Cuando la realidad es que hay grupos como La Plata que han sido fundamentales para mí y los hubiese apreciado exactamente igual aunque yo hubiese sido la única persona que iba a verles a un concierto. Rosalía es increíble, pero para mí no es mejor que muchos proyectos emergentes. Me niego a medir mi éxito en términos comerciales capitalistas, porque me genera muchísimo sufrimiento.”

“Ya estuve en una discográfica más o menos grande y he llegado a la conclusión de que nunca están las herramientas ni el tiempo que necesitamos las artistas emergentes. En general la industria solo funciona en términos de dinero y no me gusta que no haya ni un mínimo de cariño. Por ejemplo, cuando vas a actuar como telonera de otro artista, y esa persona ni te saluda ni se queda a ver tu concierto. No me siento nada a gusto con esa manera de hacer las cosas”, afirma con contundencia.

Siempre nos quedará la autoedición y la colaboración con personas afines. “Creo que la autogestión es básica para no estar agobiada ni sometida. Buñuelos se va a apoyar en Snap! Clap! y Levadura para la promoción y la contratación de conciertos. Estoy cómoda con ellas porque son dos proyectos que también quieren jugar en los márgenes de la industria canónica. Para la distribución contaré con Discover, que es una empresa que trabaja bien con los artistas emergentes”.

Nuevos pasos, nuevas formas de componer 

Como comentábamos al inicio de este artículo, Luna Valle tiene ya preparada una nueva tanda de canciones que formarán parte de su próximo LP y en las que veremos una evolución musical y en la manera de componer letras.

“En las canciones de Despedida utilizo herramientas que ya sabía que funcionaban. Pero en las que compongo últimamente estoy explorando nuevos lenguajes, cosas raras que a veces ni yo misma sé qué significan. Pero pienso que siempre hay una recompensa cuando buscas”.

El amor sigue siendo el gran motor de sus nuevas letras, pero con un enfoque ligeramente distinto. Menos impulsivo y más reflexivo. “Antes me daba vergüenza pensar que solo hablaba de chicos que me gustan. Me parecía un horror, porque pensaba que era superficial, que no tenía nada más que decir. Pero ahora me doy cuenta de lo importante que es que las tías hablemos de nuestras experiencias sexoafectivas con otras personas. Es imprescindible que exploremos nuestras dudas, que son infinitas y que no están en el debate público, sino en la esfera privada de nuestro grupo de amigas. Es importante que hablemos de las absolutas rayadas y locuras que nos ocurren cuando nos relacionamos con personas que nos atraen. Así que ya no lo veo tan superficial ni banal. Voy cumpliendo años y ya sé analizar mejor lo que siento y lo que vivo. Estoy yendo a otras capas de mis propios sentimientos”.

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