VALÈNCIA. Mako Mira se despide del Gobierno valenciano. La hasta ahora secretaria autonómica de Economía da el salto a la empresa privada más de medio año después de que el PP la repescara en el actual Consell en un destacado movimiento para dar continuidad a algunos cargos del PSPV que formaban parte del anterior Ejecutivo.
El pleno del Gobierno autonómico aprobó ayer martes el cese de Mira. La portavoz, Ruth Merino, comunicó que lo hizo a petición propia una vez "culminados todos los trabajos que tenía pendientes" para facilitar una "transición ordenada" entre el gobierno del Botànic y el nuevo ejecutivo integrado por PP y Vox con el propósito asegurar un proyecto "tan importante" como la gigafactoría de baterías de Sagunt (Valencia). La sustituirá el actual director general de Fondos Europeos y Sector Público, Jesús Gual.
Realmente, se trata de una salida pactada. Los populares siempre transmitieron que su estancia iba a ser temporal, de unos pocos meses. Sin embargo, el tiempo pasaba y hay quien ya daba por hecho que iba a permanecer más de lo que inicialmente se dijo. Algo que oficialmente se niega.
En cualquier caso, su adiós coincide en el tiempo con la polémica del informe de la Agencia Antifraude que concluyó la existencia de posible fraude o corrupción en un episodio sobre lo que considera como uso indebido de un helicóptero de Emergencias para rescatar a una mujer que "podría tener relación" con una alto cargo del Consell. A la herida, dijo la entidad, se le dio un tratamiento especial. Algo que relacionaron directamente con una amistad con Mako Mira, quien en el momento de los hechos (2022) era secretaria autonómica de Financiación en el Gobierno del PSPV y Compromís. Fue una de las que llamó para pedir asistencia. Después de que Antifraude remitiera el informe a la Fiscalía, ésta ha abierto diligencias de investigación.
La portavoz del Consell negó este martes que el cese tuviera algo que ver con todo ello. De hecho, incidió en que si existe "algún tipo de petición" se debe hacer a la anterior consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y al entonces secretario autonómico de Emergencias, José María Ángel.
Aunque la salida de Mira podía producirse próximamente, parece evidente que el asunto del helicóptero la ha acelerado. Preguntada ella misma al respecto, sin embargo, asegura que desde julio estaba acordado que su compromiso sólo sería de unos meses y que la empresa a la que se va la lleva esperando desde entonces.
Aunque en este momento todos los hechos relacionados con el helicóptero están siendo investigados por la Fiscalía –que realizará las indagaciones pertinentes y, posteriormente, decidirá si interpone una denuncia ante el juzgado para que la causa siga adelante en el caso de que encuentre indicios de delito–, es muy improbable que la hasta ahora secretaria autonómica de Economía pueda acabar siendo imputada. Ella no dio orden alguna para el despliegue de medios del rescate. Aun así, ha considerado éste el momento oportuno para apartarse.
El periplo de Mira, en todo caso, ha sido destacado. En 2015 fue cabeza de lista por València con el PSPV como independiente y una de las personas a las que impulsó, en primera persona, el expresidente de la Generalitat Ximo Puig. De hecho, la convirtió en pieza clave de la gestión económica en el Consell.
En los inicios del Gobierno compartido con Compromís, tuvo sonados encontronazos con el entonces titular de Economía, Rafa Climent, a causa de las restricciones en los horarios comerciales. Climent llegó a afirmar que había "roto el Pacto del Botánico". Nada de eso ocurrió, pero la crisis fue importante. Tanto que Puig realizó una reestructuración del Ejecutivo para mandar a Mira a Hacienda. En Compromís no es que desde entonces le tuvieran un especial cariño.
Mira adquirió protagonismo durante la pandemia, cuando fue nombrada comisionada para centralizar la compra de material sanitario. Hacia el final de la legislatura, además, fue una de las responsables de la gestión para la llegada a Sagunto de la gigafactoría de PowerCo, filial del grupo Volkswagen. Uno de los grandes logros de inversión del anterior Consell, aunque habrá que esperar a comprobar su evolución.
Por este último asunto fue repescada por Mazón para continuar en el nuevo Ejecutivo compartido por el PP y Vox. Se trató del fichaje estrella del Botànic. El argumento fue el de dar seguridad a las inversiones en marcha –como la de Sagunt–con la continuidad de los cargos que habían mantenido la interlocución. La intención, lógicamente, iba más allá, y era la de vender una imagen de Gobierno centrado y dar un golpe de efecto. Los socialistas lo vieron como una traición.
Mazón lo hizo con Mira, pero también con la continuidad de Sonia Díaz como directora general de la Agencia Tributaria Valenciana y de José Manuel García Duarte como director general de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, además de militante socialista. La hasta este martes secretaria autonómica de Economía se despide como cargo más duradero del Botànic tras más de 8 años en el Consell.