Manuel Franch, Luis Fabra y Juan Segarra intercambian su arte en el Casino Antiguo

CASTELLÓ. Unidos por lazos de amistad desde hace años Manuel Franch, Luis Fabra y Juan Segarra exponen por primera vez juntos en el Espacio Lino Gastronómic del Real Casino Antiguo de Castelló. La inauguración de la muestra tendrá lugar el miércoles 28 de febrero, a partir de las 20.00 horas, con la presencia de los tres creadores. La pintura de temática taurina con sus inconfundibles chaquetillas de Manuel Franch, las acuarelas rurales de Luis Fabra y los animales en piedra acompañados de versos de Juan Segarra compartirán escenario al igual que sus autores comparten tantas y tantas confidencias.

Desde Vila-real llega Manuel Franch que, aprovechando la semana taurina con motivo de las fiestas fundacionales de la capital de La Plana, reservó hace meses estas fechas tan especiales para presentar sus trabajos taurinos. A Manuel Franch no le interesan las escenas propiamente del arte del toreo. Su fascinación tiene que ver con el rico colorido y especiales brocados de los trajes de luces que llevan los toreros. Como le gusta decir “el traje del torero, su costura t detalles, es algo único en el mundo”.

Arquitecto de profesión, Luis Fabra sostiene un lápiz desde que tiene uso de razón. Dibujante nato, para esta exposición ha seleccionado un conjunto de algo más de 10 piezas recientes con su reconocible temática de paisajes rurales. Fachadas, calles, portalones, balcones con ropa tendida, figuras inmóviles de una España cada vez más vaciada. Aunque empezó con el óleo, hace años que se pasó a la acuarela donde su principal preocupación son las sombras y el contraste de claroscuros.

Para Juan Segarra esta inauguración tiene un sabor especial, ya que es la primera vez que vive esta experiencia. Farmacéutico de profesión y apasionado de los coches antiguos sus almuerzos dominicales con sus dos compañeros de sala le convencieron para dar el paso. En su caso trabaja con piedra y acero inoxidables o acero corten. Cantos rodados de nuestras playas convertidos en hormigas, peces, patos, escorpiones e incluso arañas. A cada animal le acompaña un poema escrito por él mismo. No en vano proviene de una saga de poetas entre los que figura el gran Miquel Peris.