el eurocristiano tibio / OPINIÓN

Maquiavelo en el debate

Foto: E. PARRA (EP)
19/11/2023 - 

MURCIA. Durante el debate de investidura del ya presidente Pedro Sánchez la portavoz de Reunirse (Bildu) nos recordó una cita de Maquiavelo: No hay mucha diferencia entre obstáculo y oportunidad, y las personas sabias son capaces de aprovechar ambas. Y, en efecto, al convocar anticipadamente las elecciones españolas, Sánchez logró convertir en una oportunidad el obstáculo que le supuso la generalizada derrota en las pasadas elecciones municipales y regionales. Aun no siendo la fuerza más votada, gracias a sus pactos con los comunistas y los separatistas, ha revalidado su Presidencia.

Abierta la veda por la que antaño señalaba desde la prensa las víctimas a abatir por ETA, se le podrían aplicar a Sánchez otras varias frases de Maquiavelo. Probemos suerte.

-Un príncipe nunca carece de razones legítimas para romper las promesas. Bueno, prometió no pactar con Bildu, pero la razón legítima de gobernar en Navarra lo obligó a romper su promesa. Era solo un principio. Reiteró que la amnistía era inconstitucional y la razón legítima de seguir presidiendo el Gobierno español lo ha abocado a romper su promesa de no promoverla.

"urge un partido socialdemócrata; Nada de centrista, que en España equivale a derechista en la mente de muchos"

-La sabiduría consiste en distinguir la naturaleza del problema, y elegir el mal menor. Tras las elecciones nacionales el problema era quién y con quién gobernaría en España. Una vez distinguida la naturaleza del problema, Sánchez eligió el mal menor: apoyarse en los separatistas. Porque el mal mayor, que había que evitar a toda costa, era que gobernase el PP con el apoyo de Vox. Eso nunca.

-Las minorías no tienen sitio cuando la mayoría tiene donde apoyarse. Ya, pero en este caso las mayorías no alcanzaban a gobernar por ellas mismas, así que se abrió sitio para las minorías. Hasta siete grupos parlamentarios, que constan de más de veinte partidos en total, han sido necesarios para investirlo.

-La política no tiene relación con la moral. Eso solo lo constatan los que tienen desarrollado el sentido moral; los que carecen de esa facultad moral nunca llegan a percatarse de la diferencia.

-Quien desee éxito constante debe cambiar su conducta con los tiempos. Como a Sánchez le gusta el éxito constante, se ha visto obligado a convertir a su partido en algo bastante distinto al que fundaron Felipe González y Alfonso Guerra. Son los nuevos tiempos.

-La promesa dada fue una necesidad del pasado; la promesa rota es una necesidad del presente. Reiterar la inconstitucionalidad de la amnistía era necesario para ganar votos en las regiones españolistas; una vez conseguidos esos votos, declararla constitucional lo era para hacerse con la Presidencia del Gobierno

-El que engaña siempre encontrará alguien que se deje engañar. Sobre todo, si le va en ello el sueldo, el escaño o el ministerio.

-Un cambio siempre deja abierto el camino para el establecimiento de otros. Eso es lo que intriga al noble pueblo español. Tras la amnistía, ¿vendrá el referéndum de independencia? ¿Y ceder todos los impuestos a Cataluña?

-Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puedas ganar por el engaño. En democracia, esto es esencial. La idea de ganar diciendo la verdad resulta extravagante en bastantes cuarteles.

-La experiencia ha demostrado que las cosas nunca suceden bien cuando dependen de muchos. Esa es una de las pocas esperanzas de Feijóo: que a Sánchez le resulte imposible sacar sus proyectos adelante por la extrema heterogeneidad de los grupos que lo apoyan. Pero puede que lo logre. Después de todo, a esos más de veinte partidos les horroriza que gobierne el PP con apoyo de Vox.

Conclusión: urge un partido socialdemócrata españolista. Nada de centrista, que en España equivale a derechista en la mente de muchos. Socialdemócrata, pero tan interesado en la igualdad entre territorios que en el seno de cada territorio. ¿Jacobinos? Ya veremos.

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