CASTELLÓ. "Solo un consejo: no tenerle miedo al virus. Se supera con el amor de tus familiares, aunque estén lejos,... con mucho humor y una actitud positiva". Este es el mensaje que Mario, un barcelonés de 55 años que reside en Castelló desde hace 25, quiere lanzar al mundo tras superar la Covid-19. Y no solo eso, sino que además de este mensaje optimista, este empresario se ha propuesto recaudar fondos para aportar su granito de arena, nunca mejor dicho, contra la enfermedad.
No en vano, Mario todavía recuerda el sobresalto inicial. Fue después de pasar el fin de semana del 6 al 8 de marzo en Madrid, donde participó, junto a su mujer Jacqui y otros amigos de Castellón, en un encuentro de tango. Tan solo dos días más tarde, el martes 10, comenzó a encontrarse mal en la oficina: "Empecé con tos y me fui a casa, donde me empezó a subir la temperatura. A partir de ahí estuve dos o tres días con fiebre de 38 grados y medio, que bajaba con Paracetamol. La tos era bastante más molesta... y continua. Y sobre todo por la noche me daban dolores en el pecho que no sabía a qué se debían".
A partir de ese momento trató de confirmar sus sospechas y para ello llamó al teléfono habilitado por Sanidad, pero al no haber estado en China ni en Italia no fue considerado grupo de riesgo y no se le realizó el test. Poco después recibió la confirmación de que una persona con la que había estado el fin de semana había dado positivo en el nuevo coronavirus. "Busqué un laboratorio para hacerme la prueba; me mandó el kit a casa y les envié la muestra. A los tres días me dijeron que era positivo". Aunque posteriormente el laboratorio retiró este servicio porque al parecer no reunía los requisitos de verificación exigibles, todos estos datos sirvieron a los servicios sanitarios para confirmar el contagio.
Por aquel entonces Mario y Jacqui ya habían iniciado el confinamiento en su casa del Grau de Castelló. Con sus tres hijos en edad de estudiar y viviendo en otras ciudades, ambos son su única compañía desde ese 10 de marzo. En este tiempo, la atención sanitaria que han recibido han sido llamadas de los facultativos para confirmar el estado de salud de ambos. Y es que, aunque Jacqui no ha presentado apenas síntomas, están prácticamente seguros de que también ha superado la enfermedad: "Intentábamos estar separados, dormíamos en habitaciones diferentes... Ella es muy fuerte y solo ha tenido el síntoma de no apreciar el sabor de la comida. Dice que las almendras le sabían a serrín. Nada más, pero estamos prácticamente seguros de que ha pasado el coronavirus. Además, nos lo ha dicho una epidemióloga de Sanidad que nos llamó hace unos días para hacernos una encuesta", recuerda.
Su caso ha sido un poco más complicado. A pesar de que tras la fiebre inicial llegó un momento algo mejor, "a partir del séptimo u octavo día me volvió más fuerte la fiebre, perdí el sabor de la comida y luego me empezó a salir como una irritación en el pecho, supongo que por el estrés. Mi médico me recetó una medicación y en una semana se me fue".
A partir de ese trance comenzaron a remitir los síntomas "y el decimoprimer día de estar en casa sentí que me había curado. Mi cuerpo me decía que estaba curado. Tenía fuerzas y más capacidad para moverme", recuerda Mario. Tras ello llegaron las primeras sesiones de ejercicio en casa "y ahora ya se me ha ido la tos y estoy perfectamente". Tanto es así que a partir del próximo domingo "mi médico me ha dicho que podré salir de casa, porque ya habrán pasado 14 días desde que cesaron los síntomas".
Eso sí, no se le va a realizar el test para confirmar que ha superado la enfermedad. Mario y Jacqui no tendrán así un hueco en las estadísticas de recuperados... ni en las de contagios. Tampoco las tendrán otros dos amigos que fueron con él y su mujer a Madrid, que también resultaron contagiados en la capital española. "De los cinco que fuimos en el coche, cuatro hemos pasado la enfermedad. También en casa, y también lo han superado, aunque a ellos les ha costado un poco más que a mi".
En estas semanas Mario ha visto reforzado su carácter solidario. Solo tiene palabras de agradecimiento para sus vecinos: "Muchos han colaborado con nosotros y nos han ido trayendo lo que necesitábamos: productos de la farmacia, comida, de todo". Por todo ello ha querido dar un paso más para remarcar su vertiente más altruista, a la par que lanzar un mensaje de esperanza.
"Mis amigos estaban todos muy preocupados, pensaban que esto es gravísimo, que te mueres, y no es así. Por eso monté este reto, que he llamado Yo lo he vencido para dar esta imagen de que hay que afrontarlo sin miedo y que se supera", remarca constantemente. De ahí el vídeo que ha grabado en el salón de su casa y que ha colgado en el portal solidario migranodearena.org.
En esta página es donde recoge las aportaciones voluntarias que destinará a Médicos Sin Fronteras: "Tengo amigos en la ONG. Es gente que está ayudando con el coronavirus en todo el mundo, también en España y siempre aportan muchísimo en todas partes". Su reto es, antes de su próximo cumpleaños, el 15 de abril, recaudar 5.000 euros. "De momento estamos en 2.200 y lo lancé hace solo tres días. Espero poco a poco llegar, y si se puede superar, mejor". Toda una lección de coraje y optimismo en unos días en que parece que cuesta brillar el sol.