CASTELLÓN (EP). El conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha valorado este martes el trabajo de los mamposteros de Borriol como "referentes" de la piedra seca, con motivo del homenaje celebrado en el ayuntamiento de la localidad. Con ello, al acto han asistido también el alcalde de Borriol, Silverio Tena; el presidente de Amics del Patrimoni de Borriol, Joan Palmer, y otros representantes de la corporación municipal.
"Ponemos en valor el trabajo de unas personas, los mamposteros de la piedra seca, herederas de una tradición esencial y del desarrollo de muchas poblaciones de las comarcas de Castellón", ha indicado Marzà, que ha afirmado que "era de justicia reconocer su tarea, que ha contribuido al hecho de que la piedra seca sea considerada Patrimonio de la Humanidad". El conseller ha agregado que esta conforma "una riqueza de todas las valencianas y los valencianos en la cual la maestría y el saber de dichos trabajadores no se debe perder".
Durante el homenaje se han entregado diplomas que reconocen la trayectoria vital trabajando con esta técnica ancestral de trece mamposteros de Borriol: Vicent Soler Montañés, Vicent Bernad Fornals, Jacinto Ramos Falomir, José Pallarés, Babiloni, Enrique Falomir Falomir, Emilio Valls Balaguer, Vicent Llorens Edo, Colau Falomir Falomir, Pasqual Batalla Traver, Benjamín Barberà Renau, Vicent Vilarrocha Falomir i Vicent Linares Babiloni.
En Borriol, además de labradores y pastores que hacían estas construcciones para satisfacer las necesidades propias de sus oficios, hubo, y aún actualmente hay algunos, arregladores de piedra o mamposteros especializados, profesionales dedicados solo a la piedra seca que trabajaban tanto en las artigas y en las transformaciones de fincas de secano y de huerta del municipio como en otras poblaciones como Castellón, Vila-real, Onda y Benicàssim, según ha informado el Consell en un comunicado.
Además, los mamposteros y picapedreros borriolenses también fueron muy populares en la ciudad de València, especialmente a raíz del crecimiento de los ensanches de finales del siglo XIX y principios del XX, ya que eran la mano artesanal calificada que emigraba a estos sitios para trabajar la piedra.
En 2018, la Generalitat creó las primeras ayudas para la conservación de la piedra seca en el territorio valenciano, ha comentado la administración autonómica, que ha apuntado que han sido un total de 300.000 euros para subvencionar la catalogación, el mantenimiento y la restauración de la arquitectura de la piedra seca, que también se convocarán en 2019. "Estas ayudas eran muy necesarias. Además, permiten que se presenten también particulares para asegurar que en sus propiedades se preservan las construcciones en piedra seca y forman parte de un bien patrimonial colectivo", ha comentado Marzà.
Asimismo, ha señalado que en 2018, de las diferentes modalidades de subvenciones a la piedra seca, 14 poblaciones de las comarcas de Castellón, se han beneficiado de las mismas por valor de 146.500 euros, lo cual "muestra la enorme riqueza de patrimonio que tenemos en las comarcas de Castellón en lo referente a esta técnica constructiva". Cabe recordar pues que los municipios que han obtenido ayudas para la conservación o la catalogación de la piedra seca en las comarcas de Castellón han sido Argelita, Borriol, Cabanes, Culla, Eslida, Portell de Morella, Vilafranca, Aín, Artana, Atzeneta del Maestrat, Benicarló, Morella y Vistabella del Maestrat.
El conseller de Cultura ha resaltado que se ha "formado parte activa de la candidatura para hacer realidad que la técnica de la piedra seca valenciana sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco" y ha recordado que declararon la técnica constructiva de la piedra seca como Bien de Relevancia Local inmaterial en noviembre de 2016. "Nos coordinamos con los diferentes ayuntamientos valencianos que tienen piedra seca para que se unieran también a la candidatura y formaran un equipo valenciano entre Cultura de la Generalitat y los municipios, cosa que ha fortalecido esta declaración. El resultado de la unión de fuerzas ha sido óptimo", ha concluido Marzà.
Un libro del Consell Social de la UJI, firmado por los profesores Víctor Mínguez, Carles Rabassa y Josep Benedito, pone en valor los valores históricos y patrimoniales de los castillos de la provincia de Castellón y su relación con seis órdenes militares medievales, cuya concentración en el territorio fue única en Europa, dejando una huella indeleble y vinculada con el espíritu de las Cruzadas.
