CASTELLÓ. Poco a poco se van conociendo más detalles de la futura planta de hidrógeno verde prevista en La Plana Baixa. El proyecto Orange.Bat, tal como lo han bautizado sus promotores, pretende dar suministro de este combustible renovable al triángulo azulejero, para lo que requiere de unas instalaciones que ocuparán alrededor de 12.000 metros cuadrados así como de la construcción de nuevas plantas solares para garantizar que la energía empleada en el proceso de producción sea de origen renovable.
El proyecto, para el que la compañía Smartenergy Group ha solicitado la autorización ambiental integrada y que la Generalitat Valenciana ha sacado a exposición pública, está previsto en una parcela del polígono industrial El Colomer. Aunque actualmente está baldío, este terreno está calificado como de uso industrial y dispone de informe de compatibilidad urbanística, por lo que no será necesaria ninguna modificación del planeamiento.
"Se trata de una planta de 11.949 metros cuadrados dónde se ubican los diferentes equipos e instalaciones para la generación de hidrógeno", explican los documentos presentados por la firma a la administración autonómica, e incluye además una zona de 38 metros cuadrados para la carga del combustible en camiones cisterna. Una planta que contará con diversos espacios diferenciados.
Dispondrá de un edificio mecánico y control de dos alturas, que estará separado de la planta propiamente dicha, donde se encontrará la zona de refrigeración, almacenamiento de hidrógeno y depósitos de agua, una zona de compresores y la estancia de mayor envergadura, correspondiente a la zona donde se llevará a cabo el proceso de electrólisis. Este es el procedimiento empleado para la producción de hidrógeno e implica la descomposición de las partículas de agua (H2O) en hidrógeno y oxígeno. Fuera quedará la zona de aparcamiento con 29 plazas y la estación de recarga de camiones.
Según el proyecto presentado por la compañía, la idea es que la planta opere durante casi todo el año, con 8.500 horas de funcionamiento (un año normal son 8.760), con sus respectivas paradas de mantenimiento, sobre las que deberán informar los responsables de la planta con anterioridad. Y empleará un electrolizador con 10 unidades a 10 megavatios de potencia cada uno, lo que suma 100 MW en total con una temperatura de hasta 86%, explican las fichas técnicas.
Todo ello permitirá la producción anual de más de 16.400 toneladas de hidrógeno y "a corto plazo la instalación se diseña para poder sacar toda la producción de hidrógeno en el despacho por camión", según expone la firma en la documentación presentada a la Generalitat Valenciana, donde prevé que, en el mismo proceso de electrólisis, se liberen también más de 130.500 toneladas de oxígeno cada año. En este caso, en primera instancia se liberarán a la atmósfera, pero el proyecto contempla el "posible aprovechamiento en consumidores industriales locales a futuro".
Para ello, "la única materia prima para alimentar al proceso es agua y electricidad renovable", subraya el proyecto. Y cifra en más de 750.000 metros cúbicos de agua bruta los captados de la red para la producción de hidrógeno cada año. Aproximadamente dos tercios de esta agua se empleará para los sistemas de refrigeración, mientras que la práctica totalidad restante se llevará a tratar para darle las cualidades necesarias para el proceso de producción de hidrógeno. A la postre, poco más del 20% del agua total captada se empleará en el proceso de electrólisis propiamente dicho.
El otro pilar fundamental para la producción de hidrógeno es, además del agua, la electricidad. En ese sentido, la planta prevé tener un consumo eléctrico de más de aproximadamente un millón de MWh por año, con un consumo menor en sus primeros años de vida (900.000 MWh/año), tal como recoge el proyecto. Pero para que el hidrógeno resultante sea considerado 'verde', la energía empleada debe tener un origen renovable, por lo que la idea es que sea energía fotovoltaica, procedente de nuevas plantas fotovoltaicas, o desde la propia red eléctrica.
En cuanto a la primera línea de suministro, Smartenergy Group ya trabaja en la ubicación de estas nuevas plantas solares. "A través de contratos de arrendamiento y opciones de compra, se está asegurando el suelo donde se implantarán las plantas de generación, en zonas preferiblemente clasificadas como suelo rústico común [...] y libres de afecciones medioambientales o de cualquier otro tipo", explica el proyecto en este sentido.
Se ubicarán en "zonas próximas" a la planta de hidrógeno. El objetivo es que estén en el término municipal de Onda y aledaños "para evitar en lo posible tener que tender líneas de evacuación con largas distancias que pueden derivar en impactos medioambientales no razonables". Y se tratará de "varias" plantas solares porque la envergadura de la planta de hidrógeno "hace necesaria una potencia solo alcanzable con una ocupación de terreno superior a las 200 hectáreas".
Esta ocupación, sin embargo, "no es asumible realizarla en una sola perimetral para la zona de Onda y alrededores, por la fuerte actividad industrial y de explotación de áridos y otros necesarios para el abastecimiento del hub cerámico local". Por ello, se desagregará en "clusters (agrupaciones de parcelas) que, por separado causen el menor impacto posible en la zona", y que sean "un mix de instalaciones de suelo con seguidores solares a un eje e instalaciones en cubiertas industriales con estructura fija".
Pero solo con estas plantas "solo se podrían alcanzar como máximo" el 26% de utilización del electrolizador, además de que la disponibilidad de esta energía depende en gran medida de la climatología y la planta de hidrógeno "necesita de un aporte constante". Por ello requerirá la conexión con la red para obtener el resto de energía, hasta el punto que en el panorama más conservador planteado por la empresa, existe la posibilidad de que "en muchas horas el abastecimiento sea exclusivo de la red eléctrica". Ahora bien, esta energía "deberá tener garantías de origen renovable", insiste el proyecto
En ese sentido, ya se han iniciado los trámites para obtener el punto de conexión a la red y adicionalmente, se está negociando con comercializadoras, productores y con plantas intra-grupo Smatenergy, la firma de acuerdos de suministro energético.
La idea con la que trabajaba la firma inversora SmartEnergy Group era poder activar la planta de hidrógeno verde a principios de 2026 y obtener los permisos medioambientales a finales de 2024. Para ello, primero deberá obtener el visto bueno ambiental de la Generalitat Valenciana, trámite por el cual ahora la administración ha sacado a exposición pública la iniciativa. La inversión total prevista es de 180 millones de euros e incluye también las plantas solares que suministrarán la electricidad.
Aunque el proyecto se presentó a una convocatoria del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) para obtener financiación de Fondos Europeos, no fue admitido. Si bien es cierto que, como han insistido desde el consorcio promotor, la viabilidad de Orange.bat no depende de las ayudas públicas y se podrá llevar a cabo con capital privado si finalmente no hay financiación pública.
El consorcio internacional cuenta con la participación de las patronales cerámicas Ascer y Anffecc, además del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) y la Universitat Jaume I de Castellón (UJI), entre otras entidades. Está liderado por Smartenergy Group, que además de aportar financiación, implementa la tecnología de la empresa Sunfire. También agrupa, como socios de investigación, al ITE (Instituto Tecnológico de la Energía), además de contar con el apoyo institucional estratégico de la Generalitat Valenciana, que forma parte de este consorcio.
En un principio, la iniciativa contó con 26 potenciales usuarios, si bien actualmente esta cifra puede haber variado dado que algunas compañías se han desvinculad, otras han confirmado su interés y con otras, se está en proceso de negociación. Con todo, la vocación del proyecto es proporcionar hidrógeno verde todo el sector azulejero, fritas y atomizadores del clúster cerámico. En la actualidad esta iniciativa se ha presentado a la convocatoria del Pacto Verde de la UE, de donde espera lograr los fondos suficientes para su puesta en marcha.