CASTELLÓ. Las plataformas en streaming han cambiado por completo el sector audiovisual. No solo en cómo consumimos y en cómo nos relacionamos con lo que vemos, sino también en el tipo de contenido que se produce. Son más las series, y muchos más los documentales, que salen a la luz cada año. Solo en España hay 12,4 millones de hogares que reciben estas producciones por estar suscritos, principalmente, a Netflix, HBO o Amazon Prime Video. Un hecho que ha obligado a los grupos mediáticos convencionales a renovarse o morir. Pero, ¿qué hay del equipo de profesionales que se encarga de dar forma a estas historias? ¿Han servido los nuevos canales para generar más oportunidades entre quienes menos tienen? Algunas de estas preguntas han buscado responderse en el Estudio del impacto de las plataformas streaming sobre el papel de la mujer en la industria audiovisual española y en sus contenidos [Mujeres en Streaming]. Un proyecto que la doctora en Ciencias de la Comunicación y profesora de la Universitat Jaume I de Castelló, Jéssica Izquierdo, inició hace tres años como parte de su interés en conocer si un sector "altamente masculinizado" como el audiovisual había encontrado en este nuevo escenario su oportunidad de cambio.
"España ha sido uno de los mercados que más interés ha causado entre las plataformas. Netflix puso en marcha su primer centro de producción europeo en Madrid, porque tenemos muchos profesionales formados y esto le da apertura a otros mercados. En nuestro caso, hacerlo sirvió para activar mucho la producción española. Es por ello que queríamos saber qué impacto estaba teniendo en el audiovisual. Si bien hay estudios en España, como por ejemplo el de CIMA (la Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales), que analizan la brecha de género en el cine, no había algo más sectorial que también se enfocara en las series y largometrajes, sean de ficción o documental", explica Izquierdo.
Para hacerlo posible fue necesaria financiación pública, que en este caso ha llegado a través de las subvenciones para grupos de investigación consolidados (AICO) que la Generalitat Valenciana otorga. Y junto a Izquierdo, un grupo de investigadoras e investigadores procedentes de seis universidades públicas, fueron los encargados de afrontar el reto.
Mujeres en Streaming abarca los estrenos, desde 2016 a 2022, en Amazon, HBO y Netflix, por tres razones: las tres son plataformas no españolas, de carácter internacional y con una actividad productiva en España de más de tres años. Esto se traduce en el caso de las series, en 54 trabajos de ficción, en los cuales se han registrado 19.412 puestos de trabajo. Así pues, en general se ha puesto la lupa sobre 137 producciones. Una información amplísima que podrá verse al completo en un informe de resultados que saldrá publicado a partir de enero.
Como adelanto, el libro Mujeres en streaming. Especialización, liderazgo y representación, de la editorial Fragua, recoge parte de esta investigación, así como, firmas invitadas se han encargado de ofrecer otras miradas sobre la representación de la mujer. Desde el caso de Las escalofriantes aventuras de Sabrina (Netflix, 2018-2021), al rol que las heroínas desempeñan en Marvel. También, se ha entrevistado a más de 30 mujeres para conocer su experiencia en dichas estructuras.
¿Han supuesto las plataformas de streaming un 'trampolín' para las mujeres? La respuesta rápida es sí, la larga es que no tanto como se desearía o se esperaba. La desigualdad continúa presente en la producción española de ficción y documental en el sector streaming. Hasta 2021, las mujeres representan un 35,7% de las plantillas de trabajadores y trabajadores detrás de las cámaras, mientras que los hombres un 64,3%. Además, la paridad se encuentra solo en un ámbito de especialización, el correspondiente a la Dirección Ejecutiva, donde las mujeres alcanzan el 49,1%. Solo en el ámbito de Especialistas, las mujeres son mayoría superando el 58,2%. Y como ya ocurría en el cine y la televisión, la categoría técnica es la que mayor masculinización presenta.
"Las plataformas sí tienen políticas de igualdad en sus corporaciones. Netflix, por ejemplo, hace su informe de igualdad. Pero, aunque a nivel de gestión interna esto se cuida, después no hay un traslado a las producciones. No existe una petición ni una política directa de las plataformas con respecto a la paridad. Y al no haber esa incidencia, esa guía o esa recomendación como coproductoras o como encargadas de la producción que son, lo que ocurre es que se está reproduciendo la misma estructura que fuera", señala Izquierdo, quien añade: "La inercia del sistema es la de mantener la brecha de género. Aunque en el streaming el punto de partida ha sido mejor, porque ha habido mayor presencia, el porcentaje no se ha movido mucho y están casi en el mismo lugar que cuando empezaron".
En este sentido, considera la profesional que incentivos como los que se le dan al cine ayudarían a esta progresión. "Los últimos datos nos dicen que el cine, si sigue con sus cuotas para mujeres, continuará hacia esa paridad. Mientras que las plataformas continuarán manteniendo su proporción inicial de hombres y mujeres".
Con todo, Mujeres en Streaming también aborda cómo se perciben y cómo son recreadas las mujeres en estos nuevos entornos. Porque como afirma Trinidad Núñez en el libro: "La realidad y la ficción terminan resultando dos caras de la misma moneda". En este sentido, lo que se encuentra es un mercado más amplio que, como tal, tiene más libertad para explorar personajes, temas y propuestas. "Las plataformas aportan más diversidad, porque al tener un catálogo tan extenso se pueden permitir dar la oportunidad incluso a la comedia hecha por mujeres, algo que en la televisión es difícil de encontrar. También, se ofrece una visión mucho más cuidada de los adolescentes. Ahora bien, al abarcar todo, también se reproduce lo de siempre. Pero es positivo que las mujeres con roles protagonistas también ocupen roles de poder y de liderazgo", afirma Izquierdo.
Es diferente, en cambio, el caso de los documentales. Films de un corte más periodístico, aunque con un tratamiento cinematográfico en la imagen, que no terminan de desafiar los roles patriarcales, más bien al revés. Los documentales cuentan historias con protagonistas masculinos. Tan solo un 29,4% recogen historias con mujeres como protagonistas principales. Y en seis de las diez historias que ocupan, su protagonismo es pasivo, es decir, queda presentado en condición de víctima. Así pues en Amazon Prime, que destaca por sus documentales deportivos (siete de cada diez lo son), tan solo un 21,7% de testimonios son de mujeres.
"El espacio de libertad y de oportunidad que el documental cinematográfico ha representado para las profesionales del audiovisual no ha tenido su equivalente en el streaming. Más bien al revés, la oferta documental de las plataformas SVod analizadas reproducen e incluso agudizan los obstáculos presentes históricamente en otros géneros como la ficción".
Que estas conclusiones y datos puedan ayudan a mejorar la situación del sector, es uno de los grandes objetivos de Mujeres en streaming. Es así que el libro solo es una acción más del proyecto. También existe una página web, donde están volcados parte de los contenidos, así como entrevistas y vídeos informativos. Pero además, el Ministerio de Igualdad acaba de conceder al equipo de Izquierdo una ayuda para un proyecto con el que ahondar en las redes que existen entre las profesionales del audiovisual.