VALÈNCIA. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, se enfrentó este viernes al examen más difícil de su vida: la comparecencia en Les Corts Valencianes en la que debía rendir cuentas de la gestión realizada por su gobierno el pasado 29 de octubre, cuando una Dana sin precedentes arrasó 75 municipios de la provincia de Valencia y dejó a su paso 217 víctimas mortales, 15 personas desaparecidas, además de innumerables daños materiales. Un examen que, según al partido que se pregunte, el jefe del Consell superó, o no.
La jornada generaba una gran expectación y buena muestra de ello fue la cola de medios de comunicación -no solo valencianos- que esperaban la apertura de puertas del Parlamento para poder garantizarse un espacio desde el que retransmitir la sesión en las mejores condiciones. Pero también el importante despliegue de seguridad alrededor de la Cámara: policía nacional inspeccionaba el alcantarillado, un helicóptero sobrevolaba Les Corts y varias furgonetas de la UIP -comúnmente conocidas como 'lecheras'- custodiaban las calles de alrededor.
Sin opción a captar la llegada del jefe del Consell, -pues según fuentes parlamentarias populares se encontraba desde primera hora de la mañana en la Cámara para seguir de forma telemática la reunión del Cecopi, lo que por otra parte le permitió también sortear las protestas de ciudadanos que a las puertas del Parlamento pedían su dimisión- , Mazón entró al hemiciclo en torno a las 11:30 de la mañana, donde ya aguardaban el grueso de diputados, la mayoría vistiendo de luto.
Previamente, ya habían tomado asiento la consellera de Justicia e Interior, máxima responsable de Emergencias, Salomé Pradas; la consellera de Industria y Turismo, Nuria Montes; y la responsable de Hacienda, Economía y Función Pública, Ruth Merino. Una triada que atrajo todos los focos, puesto que se da por hecho que las dos primeras saldrán del ejecutivo valenciano en las próximas horas, mientras la tercera podría perder la portavocía del gobierno en favor de Susana Camarero y asumir otras responsabilidades en el Consell, probablemente con una cartera con un protagonismo menor. Mientras tanto, además, por el patio ficus de Les Corts y antes de subir al palco de invitados, paseaba el senador Gerardo Camps, quien en las últimas horas habría sonado para incorporarse a ese futuro Consell de la Reconstrucción.
Con la llegada de Mazón a su escaño se hizo un imponente silencio. Diputados, público invitado y prensa esperaban en un ambiente sobrio en la intervención del president de la Generalitat que, precedida por un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas, se dividió en tres partes: su versión de lo ocurrido en los momentos previos a la inundación, el balance de las gestiones iniciadas para la recuperación -ayudas económicas y fiscales aprobadas por su gobierno para los afectados del temporal- y su hoja de ruta para la reconstrucción, en la que se incluye la remodelación del Consell con la creación de dos nuevas carteras. Serán una Vicepresidencia para la Reconstrucción Económica y Social de la Comunitat Valenciana y una Conselleria de Emergencias e Interior. El president, eso sí, no detalló quién las liderará, ni qué consellers acabarán saliendo de su gobierno tras la catástrofe de hace dos semanas -si bien esta segunda parte es ya un secreto a voces-.
El president de la Generalitat, que empezó remontándose a dos días antes de la catástrofe para incidir en que se había advertido a través de Emergencias del posible peligro, dedicó el grueso de su intervención a exponer de forma pormenorizada la cronología de lo sucedido y señaló con insistencia la responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y de su máximo responsable, Miguel Polo, por lo que él calificó -y el organismo niega- de "apagón informativo" en el barranco del Poyo durante dos horas y media (entre las 16.13 y las 18.43) la trágica tarde del martes 29 de octubre. Según Mazón, a esta primera hora de la tarde la CHJ emitió tres correos en los que notificaba el descenso del caudal hasta los 28,7 metros cúbicos por segundo y hasta dos horas y media más tarde no avisó de que este había aumentado a 1.686 metros cúbicos por segundo, "cuatro veces más que el caudal del Ebro". Por lo que, expuso, la Confederación aportó información "fragmentada, inexacta y tardía".
"No contamos con la información suficiente", aseguró para, a continuación, advertir que se "hizo lo mejor que se pudo en la situación en que se estaba, con la información de que se disponía y con los recursos con los que se contaban; que es evidente que no fueron suficientes". De hecho, argumentó que Emergencias puso el foco en mayor medida en el peligro de la rotura de Forata y no en el Poyo, dado que este pasó a un segundo plano por la ausencia de datos actualizados y, por ello, se envió la alerta a los móviles de forma tardía pero, según desveló, no por el desbordarmiento que causó la tragedia, el del barranco del Poyo, sino por el peligro que suponía la rotura de Forata.
El president de la Generalitat también reservó un espacio en su discurso para pedir disculpas y hacer autocrítica. De hecho, era la parte más esperada. Si bien la oposición echó en falta que detallara qué hizo durante las cinco horas que estuvo ilocalizable y por lo que llegó dos horas tarde a la reunión del Cecopi -se lo recriminaron tanto Compromís, como el PSPV-, Mazón admitió que el fenómeno meteorológico superó todas las previsiones de la administración, así como los sistemas de los que disponía el Consell y el Gobierno central.
Más allá de esto, no especificó cuáles habían sido los errores de la administración valenciana. Ahondó más, eso sí, en lo que podría atribuirse al ejecutivo central, pues cuestionó que tan solo existiera un único medidor de caudal en el barranco del Poyo. Más adelante pidió disculpas por los fallos en los protocolos, incluyendo también entre estos la eliminación del mensaje en su red social de X en la que horas antes de la tragedia aseguraba que el temporal iba a remitir y se iba a desplazar hacia Cuenca: "Pretendía eliminar una información que, tal y como había evolucionado la situación, podía resultar confusa y obsoleta para la población".
Las explicaciones fueron acompañadas de los aplausos únicamente de la bancada popular. De hecho, fue el único momento en el que se aplaudió en toda la jornada. Ninguno de los partidos de la oposición aplaudieron a sus portavoces, ni mucho menos al gobierno, como una manera de reforzar la ceremoniosidad de un debate que gira al suceso más trágico de la historia valenciana moderna. Y a partir de ese momento, las intervenciones fueron siendo cada vez más solemnes.
La puesta en escena de Mazón no convenció a la oposición. Compromís, sin duda, fue el más contundente en su intervención. El portavoz de la coalición, Joan Baldoví, no solo le pidió la dimisión, sino que sostuvo que él mismo, el propio Mazón, ya dimitió "de facto" como president de la Generalitat el fatídico día de la catástrofe al "eludir sus responsabilidades", "ausentarse y llegar con retraso a la reunión del Cecopi", o "no haber enviado la alerta con suficiente antelación para advertir a la población del peligro que traía aquel temporal, si no haberla enviado cuando ya había municipios inundados y gente con el agua por el pecho", además de recordarle que cualquier usuario podía consultar en tiempo real los datos de la CHJ de los estado de las cuencas y barrancos.
Tras reconocer que es muy "sensible cambiar al president en una situación de crisis" como la actual, Baldoví aseguró que el discurso de este viernes del jefe del Consell, en el que incidió reiteradamente en la falta de información ofrecida por la CHJ, no se lo habían escrito sus asesores, "sino sus abogados". "Parecía un escrito de defensa. Y tengo la seguridad de que va a acabar delante de los tribunales. ¿Por qué no ha declarado la emergencia catastrófica? ¿Es porque no quiere asumir el mando único? Usted está pensando en la causa judicial que se abrirá y ha querido utilizar a la consellera de Interior como su escudo, como su cortafuegos", aseveró. Baldoví censuró que para él y para centenares de valencianos, Mazón "ya ha dejado de ser el presidente para siempre. Ha dejado de ser el Molt Honorable".
Por su parte, Vox le señaló como "responsable de la mala gestión de la tragedia", exigió que se depuraran todas las responsabilidades, criticó la falta de transparencia a lo largo de estas dos semanas y que la portavoz del Consell no hubiera comparecido a lo largo de estos días para explicar los avances que se producían en el día a día después de la tragedia. Sin embargo, su portavoz, José María Llanos, hizo especial hincapié en su intervención en la responsabilidad del Gobierno central y mencionó, prácticamente, a un buen número de ministros: desde el presidente Pedro Sánchez, hasta Teresa Ribera, pasando por Marlaska, Margarita Robles, pero también la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, o el expresident de la Generalitat, Ximo Puig, por no haber permitido la limpieza del barranco del Poyo.
El síndic del PSPV, José Muñoz, repitió en su intervención lo que previamente había ya anunciado la secretaria general de los socialistas valencianos desde la sede del partido, Diana Morant: ofrecer sus votos al PP para destituir a Mazón como president de la Generalitat, nombrar a un jefe del Consell de perfil técnico y de forma temporal para reconstruir la Comunitat Valenciana tras la tragedia y convocar elecciones anticipadas en 2025. Muñoz, además, comparó lo ocurrido con la dana con el accidente de metro de València en el año 2006: "Ahora ya no tienen un maquinista al que echarle la culpa. Su maquinista es la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ)", reprochó.
Tras una pausa de una hora para comer en la que el jefe del Consell pudo preparar su turno de réplica, el pleno se retomó con la intervención de Mazón, que se dirigió al PSPV para asegurar que, en estos momentos, la autonomía necesita recuperarse de este episodio trágico y él mismo debe asumir la responsabilidad de liderar esa recuperación. "Lo he dicho esta mañana y se lo diré más claro: soy perfectamente consciente de la responsabilidad que tengo que asumir. Valencia necesita esa recuperación y necesita que la lideremos. Quiero asumir mi responsabilidad y liderar esa reconstrucción. Y si no puedo liderar esa recuperación, voy a asumir las consecuencias políticas personalmente. Si no soy capaz de liderarla, no optaré a la reelección", manifestó en relación a no optar como candidato del PP de la Generalitat en unas futuras elecciones autonómicas en 2027.
De nuevo, su intervención no convenció a los valencianistas, que cuestionaron su "capacidad" para liderar la recuperación de las zonas afectadas. "Si no fue capaz de llegar a tiempo pra dar el aviso, ¿va a ser capaz de liderar la reconstrucción? Señor Mazón, usted no es la persona. ¿Sabe lo que no podrá recuperar nunca? La confianza. La confianza de la gente en un presidente que les ha fallado y les ha mentido", sentenció Baldoví.
Los socialistas acabaron de rematar: "Usted no es la víctima de todo esto". "Ha centrifugado las culpas y repartido las responsabilidades -en referencia a Pradas-. Pero no ha explicado nada, si no que ha aplicado una exhaustividad selectiva dándonos datos y datos con exceso de información que impide entender bien lo que ha ocurrido. De las 6 horas que estuvo desaparecido no ha dicho absolutamente nada", zanjó Muñoz.
Para la oposición, Mazón no aprobó el 'examen de su vida', y por tanto no debería mantenerse al frente del gobierno valenciano. Para su partido, el jefe del Consell abre ahora una nueva etapa con un Consell de la Reconstrucción. Un gobierno que solo se podrá dedicar en lo que queda de legislatura a eso mismo, a devolver a los municipios devastados la mejor calidad de servicios públicos y garantizar que el impacto económico que sufran sea el menor posible. De eso dependerá también cómo acabe para él la legislatura actual.