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vals para hormigas  / OPINIÓN

Mazón en Innisfree

25/09/2024 - 

Al igual que he tenido compañeros de trabajo a los que no les gustaban los sucesos, la economía o los deportes, por citar tres secciones de los medios de comunicación, a mí jamás me ha gustado la de política. No por lo que cuenta, sino por la manera en la que se desempeñan los que se ocupan de ella, a quienes se les permiten artimañas que están prohibidas en otras secciones. No voy a desvelar el truco, sería un mal mago, pero créanme. Si le sumamos mi carácter, un pelín insurrecto, el resultado es que nunca me he desempeñado bien entre las altas esferas, en las que el aire acondicionado siempre está demasiado fuerte, ni tampoco domino los entresijos de la fontanería de partidos. En conclusión, que llevo casi dos meses sin saber por qué Carlos Mazón se ha comportado en el asunto del grado de Medicina de la Universidad de Alicante (UA) como Will Danaher, el personaje interpretado por Victor McLaglen en El hombre tranquilo, de John Ford.

Ya saben –y si no, a verla, que está en alguna plataforma-, Danaher es el rico, pendenciero y faltón hermano de Mary Kate (Maureen O’Hara), la hermosa y temperamental pelirroja por la que suspira Sean Thorton (John Wayne), un irlandés repatriado que ha vuelto a su pueblo, Innisfree, con algún secreto inconfesable en el zurrón. Alerto de spoilers porque paso directamente al final de la película. La pelea. En realidad, Danaher se arremanga y baja al barro porque quiere. Porque está en su personalidad. Todo lo que precede a la homérica batalla, en palabras de otro de los personajes, Michaleen Flynn (Barry Fitzgerald), se podía haber arreglado con sentido común, mediante intermediarios o con un simple apretón de manos previamente bien escupidas. Pero no. Danaher se enfrenta a Thorton porque el cuerpo le pide una buena zurra y pintas de Guinness a granel. El mismo arrebato que, al parecer, poseyó al jefe del Consell con lo de Medicina y el campus interuniversitario conjunto de UA y Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH).

Mi relato de los hechos, que no tiene por qué ser cierto es el siguiente. La UMH ve amenazada su singularidad en la provincia con el regreso de Medicina a la UA. Demanda. Fallo en contra. Nueva demanda. A poco menos de un mes para conocer el fallo, la Generalitat se retira. La UA se defiende. Hasta aquí, todo en orden, pese a lo insostenible de que el Consell tome parte por uno de los dos campus públicos alicantinos. Puedo asumir incluso que, dada la trascendencia del asunto, Mazón envíe a su conseller, José Antonio Rovira, a enfangarse. Pero, salvo por un afán de protagonismo desmedido, o por desviar la atención de otro punto de interés, la irrupción de Mazón en el combate no tiene sentido. Todo lo que podría haber tenido que ganar, como someter a la díscola UA, apoyar al candidato que se presenta contra la reelección de la vicerrectora, asegurarse el favor de la UMH, asfaltar el camino para el presunto lobby médico alicantino o para universidades privadas, e incluso erigirse en salvador de los estudiantes de medicina de la UA, lo perdió con el allanamiento de la demanda, un farol que no salió demasiado bien y en el que faltaba por jugar la carta de la sentencia del TSJ. A lo mejor solo le apetecía una buena zurra y pintas de Guinness a granel. Como no parece que ese sea el caso, volveré a los campos de Innisfree. A ver si lo entiendo esta vez.

@Faroimpostor

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