MURCIA. Mireia Belmonte, la mejor nadadora española de la historia, ha dicho este martes en Murcia que "el objetivo es París 2024" y quie está "segura" de que llegaré a esta competición "en la mejor forma posible", aunque a día de hoy no tiene entrenador y lo busca tras romper su vínculo con el francés Fred Vergnoux.
La deportista de Badalona ha participado en los actos de la Bienvenida Universitaria de la UCAM, institución en la que cursa estudios, y durante su visita se ha referido a la situación en la que se encuentra tras los Juegos Olímpicos de Tokio.
Belmonte, quien el 10 de noviembre cumplirá 31 años, ha estado durante los últimos años con Vergnoux, cuyo fichaje por el Club Natación Metropole canario le hace cambiar de planes a la que ha sido su pupila desde antes de los Juegos de Brasil 2016.
La catalana, quien ha confirmado que seguirá perteneciendo UCAM Club Natación Fuensanta de Murcia, está pendiente de encontrar entrenador y de que se diseñe el plan de trabajo para los próximos años, y ha reconocido que "es un momento un poco raro porque no sé quién me entrenará y por ahora estoy en plan autodidacta para no perder mucho la forma como trabajo previo a cuando me ponga a hacerlo más exhaustivamente con un técnico".
"El objetivo es París 2024 y estoy segura de que llegaré allí en la mejor forma posible", ha comentado poniendo el foco en los próximos Juegos Olímpicos.
Belmonte, campeona olímpica, mundial y europea, no rindió a su mejor nivel el pasado verano en Tokio y las molestias físicas en los hombros con los que llegó le pasaron factura. La nadadora, que fue cuarta en la prueba de 400 metros estilos como mejor resultado, ya se ha recuperado gracias al descanso que ha tenido después de la cita japonesa y "el dolor bajó bastante", según ha dicho al tiempo que ha dejado claro que está con ilusión renovada para afrontar el futuro.
"Nunca me han faltado ánimo ni fuerzas pues en eso siempre estoy a tope y no hay problema", ha declarado.
"Tengo que escuchar a mi cuerpo y ver cómo reacciona. A partir de ahí tomaré mis decisiones", ha señalado igualmente.
Mireia Belmonte ha aprovechado su estancia en la capital del Segura para darle una agradable sorpresa a María, una niña que padece una enfermedad rara y que practica la natación inspirada por su deportista favorita, es que ha sido capaz de conseguir cuatro medallas olímpicas y 16 en campeonatos del mundo.
María, natural de Elche y que padece mucopolisacaridosis tipo I, para la que necesita un tratamiento especial para paliar la ausencia de una enzima precisa para descomponer moléculas, tenía la ilusión de conocer a Mireia y lo ha hecho en el monasterio de Los Jerónimos, sede de la Universidad Católica de Murcia.
La pequeña, quien nada desde que tenía un año y entrena cinco días a la semana, ha estado acompañada por sus padres y su hermana, en el momento de ver a su ídolo, con la que ha compartido un rato.
"Ha sido muy emotivo. Siempre es bonito ver que una niña tiene en ti una referencia y en este caso ella es nadadora y entrena cada día fijándose en mí y eso es un orgullo que me da mucho ánimo y mucha fuerza para seguir adelante", ha comentado Belmonte.
La deportista también ha tenido la ocasión de empezar a planificar su curso académico con los profesores del Grado en Publicidad y Relaciones Públicas que estudia.
"He hecho algunas tutorías. Lo importante es no dejarlo e ir sacando las asignaturas poco a poco. Hay que tener la misma constancia que tengo con el deporte y saber que el día de mañana, cuando deje de nadar, voy a tener una base académica", ha explicado.