CASTELLÓN. El presidente de la Diputación provincial, Javier Moliner, se despide de la institución con unos presupuestos que triplican el montante destinado a inversiones respecto a las primeras cuentas que presentó, hace ahora siete años. En una rueda de prensa "que cierra un ciclo político que comenzó en el 2011", el presidente provincial hizo ayer jueves balance de sus ocho años de mandato a través del repaso de unos presupuestos que, aunque no son los de mayor cuantía en la historia de la corporación provincial, "son los de mayor capacidad inversora".
En concreto, la Diputación destinará el año que viene 54,8 millones a ejecutar diferentes obras a lo largo y ancho de la provincia. Un total de 35 millones se incluyen directamente en el capítulo inversor y el resto -"más de 18 millones", dijo Moliner- procederán del superávit con que la institución cerrará el año, apuntó. Con ello, la cifra supone más del triple de los 17 millones de las cuentas del 2012 destinados a inversiones. Y a ello se ha llegado, destacó el presidente de la Diputación, gracias a "la eficiencia en la gestión", un objetivo con el que arrancó su mandato y que ha permitido "hacer una Administración lo más útil posible para nuestros pueblos".
Moliner, que considera que no habrá excesivos problemas para que el próximo 20 de noviembre, en el pleno de la Diputación, pueda aprobar las cuentas con el consenso del resto de grupos políticos (que ya han dado su aprobación a los presupuestos del Patronato Provincial de Turismo y del Consorcio Provincial de Bomberos) destaca que esta eficiencia en la gestión se plasma en dos aspectos: el hecho de que por primera vez entre las previsiones de gasto "no haya capítulo 3 para pagar deuda"; y en la reducción de la partida destinada a sueldos y salarios, que el año próximo comprenderá "el 18,7%" del total de los gastos.
Todo ello se plasma, resaltó, en la "excelente salud financiera de la Diputación", que el año que viene -en que como ya se ha dicho no se ha previsto dinero para el pago de la deuda- "nos permitirá financiarnos íntegramente con recursos propios". De esta manera, el 2 de enero, los ayuntamientos de la provincia "tendrán anticipada en sus cuentas la recaudación de todo el año" para comenzar a abonar las diferentes partidas de gasto "sin que la Diputación tenga que pagar intereses".
Asimismo, Moliner quiso resaltar que las inversiones del año próximo se materializarán "sin ningún convenio singular", lo que demuestra, en su opinión, que las cuentas de la Diputación del 2019 "no buscan la rentabilidad electoral". Asimismo, el presidente de la corporación provincial destacó que esta es la Administración supramunicipal "que más invierte, con el presupuesto más pequeño", por encima del Estado y el Consell, dijo.