CASTELLÓ. Alegres pero mesurados, Joseba Muguruza y Adrián Lapeña comparecían en la sala de prensa de La Rosaleda apenas media hora después de haber logrado el ascenso a Segunda División. En sus declaraciones, la alegría del momento se mezcló con los recuerdos de algunas de las épocas más duras del club albinegro. Y también con la fortaleza anímica para recuperarse del golpe del sábado anterior tras caer en los penaltis ante la UD Logroñés.
"A pesar del traspiés del sábado pasado, siempre hemos creído. El golpe fue fuerte pero a partir del domingo ya estábamos pensando en el partido del jueves y no teníamos otra cosa en la cabeza que no fuera ascender. Eso ha sido lo más importante", señalaba el lateral vasco en su primera valoración del partido.
En sus declaraciones, Muguruza recordó a jugadores que sufrieron la mala campaña pasada y que no continuaron en el club: "Me quiero acordar sobre todo de los del año pasado, los que sufrimos la temporada, que no fue nada fácil. Sufrimos demasiado. Mucha gente que también se merece este ascenso y no ha podido estar en la plantilla. Y a todos los que tenemos detrás: ayudantes,... hasta la lavandería"
También Lapeña, autor del gol ante los riojanos, tuvo palabras de recuerdo, sobre todo para la afición: "Sabemos de la gente que movemos. Ellos han sufrido en categorías inferiores y nos tenemos que acordar de ellos". Especial fue además su recuerdo, como el de todos sus compañeros, para las víctimas de la covid-19: "Me quiero acordar de los muchos orelluts que en esta pandemia nos han dejado y querían celebrar este ascenso. En el vestuario lo hemos dicho, que teníamos que pelear por ellos".
Y es que el coronavirus ha marcado un final de temporada atípico, en el que la adaptación a las condiciones ha sido fundamental: "Tras el covid no ha sido fácil, pero teníamos un objetivo, que era el de ascender, y trabajábamos para ello. Confiábamos en nosotros".
Especial ha sido también su caso. Tras llegar a la Plana en enero procedente de la primera división belga, la apuesta le ha salido bien al defensa riojano: "Yo dije que venía a ascender. De quien hace algo bonito nadie se acuerda, hay que ponerse metas altas".
Sobre el vestuario, el central albinegro tiene claro quien es el principal responsable del ascenso: "El míster es como nuestro padre. Somos una familia y él hace ese rol de padre y dirige el tema emocional de la gente, que es lo más importante".