WASHINGTON (EFE). El magnate Elon Musk quiere que los accionistas de Tesla voten "de forma inmediata" su propuesta para transferir la sede social de la compañía a Texas después de que una jueza de Delaware, donde actualmente está inscrito el fabricante de automóviles, haya anulado el acuerdo por el que el empresario recibió más de 55.000 millones de dólares (50.750 millones de euros) en 2018.
El pasado martes, la jueza de Delaware Kathaleen McCormick anuló el acuerdo por el que Musk recibió decenas de millones de acciones de Tesla a precio de saldo al considerar que el proceso de decisión no había sido justo y que constituía un enriquecimiento "excesivo e injustificado". Dio la razón, así, a al accionista minoritario Richard Tornetta, que había impugnado la retribución aprobada por la junta general.
Tras conocer la decisión judicial, el CEO de Tesla respondió en la red social X (antes Twitter) con la frase "nunca constituya una empresa en el Estado de Delaware", y preguntó a sus seguidores en esta red social de su propiedad si debía transferir la sede social a Texas.
Un 87,1 % de los votantes, 1,1 millones de usuarios según cifras de X, aprobaron la propuesta, a lo que el empresario respondió: "El voto público es rotundamente favorable a Texas. Tesla inmediatamente convocará una votación de sus accionistas para transferir el registro a Texas".
El traspaso a Texas, donde la compañía tiene su sede física, comportará beneficios personales para Musk, que en la actualidad controla un 13 % de las acciones con derecho de voto de la compañía, pero que ha expresado su intención de obtener a corto plazo hasta el 25 %.
Aunque Delaware ha sido tradicionalmente la jurisdicción preferida por las grandes empresas para inscribirse en Estados Unidos (más del 60 % de las compañías de Fortune 500 están registradas allí), el estado ha perdido parte de sus ventajas fiscales y legales en los últimos años a favor de lugares como Texas.
Delaware tiene un sistema judicial separado, el llamado Court of Chancery, al que pertenece McCormick, que se encarga específicamente de juzgar temas corporativos. Pero ese sistema, que no existe en Texas, también supone un mayor escrutinio a las acciones de los ejecutivos de las compañías.
Si Musk transfiere finalmente Tesla a Texas, la compañía podrá, por ejemplo, pagar a su consejero delegado con más libertad y generosidad que es precisamente lo que McCormick ha rechazado con su sentencia.